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trayectoria política. Gran parte del éxito de Hermanos de Italia radica en la figura de Giorgia Meloni, una mujer que no ha formado parte aún de ningún Gobierno TEXTO E.P.

Futura primera ministra con origen fascista en un país fundador de la UE

Una primera ministra de ultraderecha, Giorgia Meloni, dirigirá por primera vez uno de los países fundadores de la Unión Europea, Italia, tras arrasar en las elecciones generales. Una situación que puede complicar la unidad europea frente a Rusia por la invasión de Ucrania, ahora que se avecina un invierno caracterizado por la subida de los precios y el encarecimiento de la energía. Italia es, además, el primer receptor de los fondos que Europa ha puesto en marcha para paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del coronavirus.

Giorgia Meloni (1977) se curtió en sus inicios en el neofascismo político. Ahora será la primera mujer en encabezar un Gobierno en el país transalpino. Meloni creció sin grandes lujos a la afueras de Roma, en una familia monoparental –el padre abandonó a la familia meses después de su nacimiento–. En sus memorias, recuerda sus orígenes sin rencor, reivindicando precisamente que les debe su actual carácter tanto personal como político.

El asesinato del juez Paolo Borsellino en 1992 la empujó a la política, a las juventudes del Movimiento Social Italiano (MSI), un partido con una clara ideología neofascista y que se ha ido adaptando a la realidad política. La llama protagonista del logotipo del MSI sigue presente en el de Hermanos de Italia a día de hoy.

La formación heredera del MSI, sin embargo, fue en un inicio Alianza Nacional, bajo cuya bandera Meloni logró entrar en el Parlamento cuando tenía 29 años. En 2006 se convirtió en la vicepresidenta más joven de la Cámara de Diputados y, dos años más tarde, rompió también una barrera al ser ministra del Gobierno de Silvio Berlusconi a los 31 años de edad.

Meloni terminó integrándose en el Pueblo de la Libertad y fue fiel a Berlusconi cuando empezaron a sonar los primeros tambores de guerra interna, pero la cancelación de unas primarias a las que aspiraba a presentarse la llevó a lanzar Hermanos de Italia para atraer a los conservadores descontentos.

Los primeros mensajes del nuevo partido viraban en torno al nacionalismo y el antieuropeísmo, planteando por ejemplo la vuelta a la lira. En temas sociales, el cierre de las fronteras a la inmigración convivía con la vuelta a los valores considerados conservadores y tradicionales.

Hermanos de Italia se estrenó en las elecciones de 2013 sin alcanzar el 2 por ciento de los votos, pero esto le permitió adquirir cierta cuota de protagonismo en un momento en el que la Liga comenzaba a dejar atrás su apellido ‘Norte’ y aspiraba a tejer una alternativa de ultraderecha a nivel nacional.

En los años posteriores siguió moviéndose en la primera línea y en 2016 fue la abanderada de la derecha en las elecciones para la Alcaldía de Roma. Perdió, pero el 20 % de los sufragios logrado entonces demostró que su presencia no incomodaba entre un amplio abanico de votantes. En 2018, su partido ya era el quinto con más legisladores en la Cámara de Diputados y las siguientes citas electoales permitieron alcanzar nuevas cotas, también en el ámbito provincial –a día de hoy, gobierna en dos regiones de Italia–.

El terremoto político en que ha vivido sumida Italia en los últimos años ha contribuido a consolidar a Meloni como alternativa. Su formación presume de ser el único de los grandes partidos que no ha formado parte de ninguno de los gobiernos que ha encadenado el país durante estos años, una posición clave teniendo en cuenta que la Liga, su rival natural, sí ha estado presente en varios de ellos.

Así, el crecimiento de estos últimos años ha sido imparable para Hermanos de Italia y, tras dejar atrás en los sondeos a su antiguo mentor, Berlusconi, Meloni logró a mediados de 2021 convertirse en la rival a batir en el bloque de las derechas, después de situarse delante de Salvini.

admiradora de donald trump
Heredera del caos político

··· Meloni, admiradora de Donald Trump y aliada de Viktor Orbán, también se ha esforzado por suavizar su discurso, como ha quedado de manifiesto durante la campaña y en sus primeras palabras tras saberse vencedora de las parlamentarias del domingo. Si en un primer momento sus primeras palabras acerca de la emigración eran mucho más contundentes, próximas a la islamofobia, ahora parece que esa actitud bélica se ha moderado. Solo cabe esperar a ver cómo quedará conformado el Congreso en las próximas semanas.

“A pesar de que hubo mucha propaganda, los colegios estaban vacíos”

Roma. “La victoria de Giorgia Meloni no fue una sorpresa para los italianos de a pie, porque ya se esperaba que iba a ganar Fratelli d’Italia”, cuenta a EL CORREO Ana Ces, vecina de Rois que ejerce como profesora de Lengua Gallega en Roma (Italia). “En las encuestas de los últimos meses salía ya la victoria de estos tres partidos (Fratelli d’Italia, Forza Italia y Lega), gobernando en coalición”, explica. Y asegura que el principal responsable del resultado es “el gran descontento y la desilusión con los gobiernos anteriores”. “Había ganas de un cambio político”, asegura.

Ana, lectora habitual de los periódicos de Italia, indica que lo que dicen es que “el Partido Democrático no hizo una buena campaña electoral y por eso no obtuvo más votos y su líder dimitirá en el próximo congreso del partido”. Por otro lado, asegura que “el Movimiento 5 Stelle obtuvo la mitad de los votos respecto a las últimas elecciones, más de lo que se esperaba, siendo el tercer partido más votado”. “E ISO junto a PD liderarán la oposición al Gobierno”, dice.

Más allá del plano político, Ana asegura que “muchas personas en Italia aprecian que Giorgia Meloni sea la primera mujer presidenta, aunque lamentan que sea en la derecha”. Además, “los periodistas resaltan que aunque entre los tres ganadores hay cosas en común, también hay muchas ideas distintas, así que a ver si dan gobernado y cuánto durará ese gobierno”.

En su opinión, Meloni, que lleva en el Parlamento italiano desde 1996, “estuvo en la oposición en los últimos años y se dió mucho a conocer por criticar las medidas del gobierno durante la pandemia”.

También es cierto que tuvo una fuerta campaña propagandística a sus espaldas. Pero la gallega confiesa que “aunque estas semanas hubo por las calles puestos con información electoral y mucha propaganda, a la hora de la verdad los colegios estaban vacíos”. Entre los motivos también está el hecho de que en Italia no existe el voto por correo dentro del país: cada uno vota en su municipio. Á.P.

“En España el crecimiento de la ultraderecha no es un tema ideológico, depende del PP”
Antón Losada

“No sé por qué nos sorprendemos de que gane la extrema derecha en Italia. Lo que hay que asumir es que hay un porcentaje importante de la población que es de la derecha radical y que vota eso, no porque esté cabreada con el sistema, ni decepcionada con la política, nada de eso, la vota porque es lo que quiere”, explica a EL CORREO el politólogo Antón Losada, que no comprende la lectura sistemática que se está haciendo sobre que la gente que vota a la derecha es la que está desganada de la política.

“No es así, la realidad es que hay una parte de la población en Italia, en Francia, en Suecia que quiere a la derecha radical”, afirma. ¿Sucede esto también en España? Para Losada “el crecimiento que tuvo Vox estaba directamente relacionado con la percepción que tenía el votante conservador del PP, sobre que ya no era una opción ganadora, y sobre que Pablo Casado jamás podría derrotar a Pedro Sánchez, de manera que se trataba de elegir oposición, no gobierno”.

Sin embargo, en estos momentos la situación en España ha cambiado. “Ahora que el PP se ha superado, que ha dejado atrás la etapa Casado, que tiene un líder con vitola de ganador y que es creíble que pueda ganar las elecciones, el ciclo de Vox se cierra, y camina casi de manera imparable hacia la irrelevancia”, indica el experto.

Con todo, destaca que la extrema derecha no es algo nuevo, sino que “siempre ha existido”. “Al principio de la Transición se refugió en Fuerza Nueva de una manera residual, desenganchándose por completo del sistema, y aquellos que querían participar terminaron encontrando acomodo dentro del PP”, apunta. Pero, “cuando el PP entra en crisis, por múltiples razones que para todos son conocidas, emergen muchos de sus votantes que buscan una opción que les atraiga más en el sentido de que no esté en crisis, ni tocada por la corrupción, que no tenga un liderazgo débil... Y eso es lo que Vox ofrece en ese momento”. Por eso, España baraja otras cartas, ya que “más que un tema ideológico, el crecimiento de la extrema derecha aquí parte de la crisis del PP”, puntualiza Losada.

Por otro lado, y sobre el futuro que cabe esperar para Italia, el experto se muestra prudente, pues considera que “primero hay que ver cómo queda exactamente el Congreso, porque un tercio del mismo no se elige por representación proporcional, sino que hay un candidato nominal elegido por cada circunscripción”. De tal manera que “los tres partidos de derechas tuvieron que pactar de quién era el candidato y ahora hay que ver cómo se traduce eso exactamente”.

Y es que, tal y como indica, “puede pasar algo paradójico, que es que Salvini y Berlusconi tengan más peso en diputados que el que les corresponde en votos, para que dure un poco el equilibrio interno”. Porque Losada recuerda que “el resultado de Salvini ha sido malo y el de Berlusconi, aunque no tan desastroso como se pensaba, ha sido flojo: entre los dos llegan con dificultad a la mitad de los votos de Meloni”.

En todo caso, sobre el futuro de esta coalición, explica que “si algo sabemos de este tipo de alianzas en Italia es que su durabilidad es limitada”. “Aquí tenemos a una recién llegada con nula experiencia de gobierno que tiene los votos y a dos perros viejos que tienen la experiencia. Nos van a dar muchas tardes de gloria los tres”, augura. Á.P.

“Meloni fue la única oposición que hubo estos años al gobierno de draghi”
Miguel Anxo Bastos Boubeta

Prácticamente toda la población tiene claro que una de las cosas que ha jugado a favor de Giorgia Meloni en su ascenso al poder ha sido “no estar en el gobierno de Draghi”, como resalta el profesor de Ciencias Políticas Miguel Anxo Bastos Boubeta a EL CORREO. Evidencia que “Meloni fue la única oposición que hubo estos años al gobierno”.

Con todo, su victoria no cambiará mucho las cosas en Italia, según prevé el experto, más allá de “que cambie alguna cuestión sobre temas de emigración”. Pero, sin duda, “lo que más temen en Europa es que llegue a alinearse con fuerzas más euroescépticas, como son Hungría o Polonia, y todas ellas logren poner así en problemas el funcionamiento de la Unión Europea”.

Más allá de eso, Bastos, que ha podido profundizar en el programa político de la candidata, asegura que “no recoge nada especial, ninguna aportación nueva ni nada más allá de vaguedades, nada que haga esperar una reforma fiscal tan grande como la que sucedió en el Reino Unido, por ejemplo”.

Sí que explica que hay algunas cosas de su ideario más relacionadas con aspectos del cristianismo, discurso antiislamista y otros temas de carácter social, pero “en las políticas más sustantivas”, aquellas que determinarán el futuro de Italia, de momento no hay mucho de qué preocuparse, en opinión del politólogo de la USC.

Meloni era para lo población la única alternativa para el gobierno de estos años. “La gente estaba cansada, descontenta, sumida en la inflación, con temor a una crisis, el precio de la luz muy alto, como nos sucede aquí en España, la gente estaba descontenta con el gobierno de Draghi”, afirma.

De este modo, con un contexto económico muy similar en prácticamente todo el continente, ¿podría ganar Vox votantes en España como ha sucedido con la extrema derecha en Italia? “Sin duda la victoria de Meloni les da imagen. Hay que recordar que Meloni estuvo en la campaña de Andalucía de Vox, y es muy próxima a ellos, así que para Vox tener un referente europeo de esta categoría es importante, porque ya no parece que sea un gobierno marginal, sino que hay aliados aquí al lado de los suyos, algo que seguramente les sirva como apoyo”, concluye Bastos en su análisis.

En este sentido, incide en que “Vox sale reforzado de cara a sus posibles votantes porque les da imagen de que un partido así puede llegar a gobernar, que no es nada extraño, que es una cosa que puede pasar y que no se hunde el mundo por ello”. Es una reflexión importante teniendo en cuenta que las próximas grandes elecciones de un país europeo serán las de España.

Con todo, el profesor de Ciencias Políticas cree que “cada país es distinto y tiene sus propias dinámicas” y que, aunque todos se influyen, en España “si hay un cambio de gobierno será hacia la derecha moderada”, es decir, hacia el PP.

Lo que sí estaría en dudas sería si “podría gobernar en solitario o echaría mano de Vox para alcanzar el poder”. Y es que por sí solo, “Vox no parece que vaya a subir mucho más en votos, ni lo hará después de los problemas internos que estamos viendo ahora”, sentencia el politólogo de la USC. Á.P.

26 sep 2022 / 22:45
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