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Galicia se librará por ahora del paso de la nube con dióxido de azufre del volcán

Empieza a moverse y llegará este viernes a varios países del Mediterráneo según previsiones de Copernicus // Continúa la incógnita de si las coladas de lava alcanzarán finalmente el mar

Galicia se librará del pasó de la nube con dióxido de azufre que se formó tras la irrupción del volcán en La Palma y que, según los pronósticos más inmediatos, se dirigirá empujada por los vientos hacia el Mediterráneo. Al menos hasta que se produzca un cambio poco probable, afirman los expertos. La noticia se conoció el mismo día en el que la organización Ecologistas en Acción afirmaba que las ciudades gallegas superan las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre calidad de aire, más estrictas que hasta ahora.

El volcán Cumbre Vieja de la isla de La Palma entra en su quinto día despierto. La colada de lava avanza lentamente en su camino hacia el océano Atlántico, llevándose por delante cientos de viviendas, carreteras y campos de cultivo. Lo hace a una velocidad de 200 metros por hora “con espesores máximos alrededor de 10-12 metros”.

Además del flujo de lava, está liberando una gran cantidad de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera.

Así, el pronóstico de SO2 proporcionado por el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus para el 24 de septiembre a las 09.00 UTC (10.00 hora canaria) indica que el dióxido de azufre empezará a avanzar por el Mediterráneo.

En concreto, afectará a gran parte de la Península e Islas Baleares; sur de Francia; norte de África; Córcega, Cerdeña y Sicilia, así como oeste y sur de Italia. La parte noroeste de la península, como se puede ver en la imagen del mapa de Copernicus, queda alejada de un grave problema

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, mantuvo una reunión este miércoles con responsables de la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre el programa Copernicus para analizar su “imprescindible aportación” en lo relativo al control y seguimiento de la evolución de la erupción del volcán en La Palma.

El programa espacial Copernicus es una iniciativa conjunta de la Unión Europea y la ESA, que es responsable de su componente espacial, en la que participa España. “En el ámbito de la utilización de satélites para la observación de la Tierra en la prevención, seguimiento y protección de población y recursos en casos de desastres naturales y emergencias, los datos aportados por el programa espacial están siendo críticos para las actuaciones de los servicios de protección civil españoles”, explicó.

Respecto al control de la situación volcánica, detalló que se están empleando los servicios de territorio, que proporcionan cartografía de forma periódica y a través de los cuales se monitorean los datos obtenidos para conocer la deformación de la superficie terrestre o el estado de las carreteras, y los servicios de atmósfera, que proporcionan información sobre las emisiones que se están produciendo a causa de la erupción, como el dióxido de azufre.

Durante la reunión, la ministra puso en valor la “excelente coordinación” entre las distintas administraciones (regionales, estatales y europeas) e insistió en el “papel fundamental” de la ciencia para hacer frente a esta y otras emergencias. En este sentido, explicó que España lleva décadas apostando por mantenerse en el grupo que lidera toda la actividad relativa al espacio, y lo que está sucediendo en La Palma “es un ejemplo muy evidente de que el espacio tiene aplicación directa en nuestras vidas”. “Gracias a las contribuciones públicas españolas a los programas espaciales internacionales, añadió, hoy disponemos de herramientas que nos ayudan a proteger la vida y los recursos naturales”, mencionó.

LA LLEGADA DE LA LAVA AL MAR DEBE ESTAR “MUY MONITORIZADA”. Los expertos empiezan a dudar de si las coladas de lava, que han destrozado ya más de 300 casas y siguen su curso hacia la costa con lentitud, van a llegar al océano Atlántico. En este sentido, la ministra Diana Morant, subrayó ayer que sus movimientos deben estar “muy monitorizados” debido a los múltiples efectos que puede tener, ya que ha citado que los mismos pueden ir desde los gases que producirá y sus emisiones a incluso posibles explosiones.

Morant señaló que habrá que observar cómo la llegada de la lava al mar afecta al suelo marino y al ecosistema, así como qué gases y emisiones producirá “e incluso habrá que estar muy atentos a ver los desprendimientos, las laderas que se puedan producir precisamente en este entorno tan sensible”, a lo que ha sumado que “cabría la posibilidad de que se produjeran explosiones”.

Por ello, matizó la necesidad de estar “muy atentos”, ya que “efectivamente el contacto de la lava con el mar puede producir muchos efectos”, por lo que habrá que informar a la población de los posibles peligros.

Señalar que de acuerdo con las previsiones del Instituto Volcanológico de Canarias se estima en entre 24 y 84 días la duración que puede tener la actual erupción volcánica en la isla de La Palma, teniendo en cuenta la evolución de otros episodios anteriores.

investigación
Ayuda de los científicos

··· Una decena de científicos italianos, expertos en el seguimiento del Etna, el volcán más activo de Europa, se desplazaron ayer hasta La Palma para ayudar en las tareas más urgentes tras la erupción del volcán, indicó a Efe Gianfilippo de Astis, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV). Los investigadores del INGV que «han ido a La Palma, en coordinación con Involcán (Instituto Volcanológico de Canarias) pertenecen a grupos especializados en distintos aspectos que han sido llamados para ayudar en el monitoreo, como tomar muestras o hacer análisis, aspectos ligados a la ayuda más inmediata, pero también para ayudar en las investigaciones más urgentes», explicó.

23 sep 2021 / 01:00
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