Grandes avenidas de lava discurren por la colada que conformó la fajana

Santa Cruz de Tenerife. “Grandes avenidas” de lava procedentes de las fracturas abiertas bajo el cono principal del volcán de La Palma discurrían fundamentalmente por la colada primigenia, la que llegó hasta el mar formando una fajana, que ha crecido en las últimas horas.

Ese mayor flujo de lava por la colada que arrasó el barrio de Todoque ha rellenado las islas de vegetación conocidas como kipuka, y arrasado las viviendas que habían quedado indemnes, sobre todo en la zona de Alcalá.

Ese aporte extraordinario de lava también estaba llegando este lunes a las otras dos coladas que se aproximaron al mar, pero no lo suficiente para que avancen en su frente, según el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Miguel Ángel Morcuende.

El resto de coladas, dijo, estaban “bastante frenadas”, incluidas la procedente de la boca eruptiva más al sur, que se quedó detenida en la zona de Corazoncillo, en Las Manchas, junto a una planta fotovoltaica, y la que alcanzó la zona urbana de La Laguna.

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, indicó que los nuevos centros de emisión surgidos en las últimas horas tenían “la dirección óptima” para que no causen daños materiales mayores, y añadió que “el mayor riesgo” en esta fase de tanta efusividad es que haya una rotura en la parte superior del cono principal.

Blanco aportó dos datos que corroboran el vigor del volcán cinco semanas después de que comenzara a erupcionar: la tasa de emisión de dióxido de azufre medida el domingo fue de 53.600 toneladas y las mayores amplitudes de la señal de tremor en un mes, aparte de una mayor sismicidad en profundidades intermedias.

De hecho, el domingo se registró “muchísima sismicidad” en la zona entre 10 y 15 kilómetros de profundidad, con un pico muy importante hacia las 16.30 horas, cuando se elevó notablemente y se produjo un terremoto de intensidad 4 a 10 kilómetros. Una circunstancia sobre la que recordó que era esperable que en las siguientes horas se pudieran producir seísmos de intensidad 6, pero subrayó que no es necesario adoptar más medidas de prevención que los consejos ya difundidos a la población, puesto que los daños previsibles que podrían ocasionar son la caída de pequeños objetos, de ahí la recomendación de no caminar cerca de fachadas o farolas.

Además, este lunes seguía sin haber variación en cuanto a la deformación en las inmediaciones del cono volcánico, y se percibía cierta deflación en las estaciones más alejadas del centro emisor.

El penacho de gases y cenizas alcanzó los 3.800 metros de altitud y no se descartaba la llegada de ceniza fina a la isla de El Hierro, pero la entrada de alisios de moderados a fuertes proporcionaban condiciones favorables para la operatividad de los aeropuertos y la calidad del aire.

Sobre este punto, comentó que la emisión difusa de dióxido de carbono en la dorsal de Cumbre Vieja se sitúa en 803 toneladas diarias. efe