ONU prevé más hambre e inestabilidad en el planeta por las ofensivas de Rusia

El gran impacto de las ofensivas de Rusia sobre Ucrania ya empieza a sentirse a nivel mundial, y todo parece indicar que las cosas irán a peor si el conflicto se prolonga en el tiempo más de los esperado... Así lo dejaron caer este martes desde Naciones Unidas, haciendo hincapié en el devastador efecto que podría tener la guerra en otros puntos del planeta. Y es que ambos países son considerados el granero del mundo, por lo que el suministro de cereales se verá afectado y, en consecuencia, habrá más habitantes que pasan hambre y más probabilidades de que se generen focos de inestabilidad.

El conflicto “va mucho más allá de Ucrania”. “También es un ataque a las personas y los países más vulnerables”, previno este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtiendo de que “una espada de Damocles se cierne sobre la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo”, donde ya antes de la invasión de Moscú hacían frente al impacto de la covid, con una alta inflación.

En la actualidad, añadió al respecto, “su granero es bombardeado”. Según agregó, 45 países africanos y menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo de Ucrania o Rusia, y en el caso de 18 de ellos, como Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, la cifra se eleva al 50 %.

“Todo esto está afectando más a los más pobres y está plantando las semillas de la inestabilidad política en todo el mundo”, advirtió Guterres, llamando a hacer “todo lo posible para evitar un huracán de hambre y el colapso del sistema alimentario mundial”.

Desde que el 24 de febrero Rusia dio comienzo sus ofensivas contra Ucrania, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han venido advirtiendo del impacto que la guerra tendrá a nivel mundial, en un momento en que las personas que pasan hambre estaba ya en niveles récord entre otras cosas por los efectos de la pandemia pero también por las drásticas consecuencias del cambio climático y los múltiples conflictos abiertos.

MÁS DE 800 MILLONES DE PERSONAS SIN COMIDA. En 2021, las agencias de la ONU estimaban que en el mundo había 811 millones de personas que todos los días se iban a la cama hambrientas, un dato que equivale a una de cada diez personas, de las que 44 millones se encontraban al borde de la hambruna.

Pero sin duda, como indicó ayer Guterres, el temor no es solo al aumento de las personas que pasan hambre en el mundo sino a la inestabilidad que este factor puede traer aparejada, ya que el trigo representa un alimento básico para el 35 por ciento de la población mundial y los problemas de suministro podrían desencadenar tensiones.

La FAO estima que los precios de los alimentos puedan experimentar una subida de entre un 8 % y un 22 % y que las personas que pasan hambre podrían aumentar en entre 8 y 13 millones entre 2022 y 2023, especialmente en la región Asia-Pacífico, el África Subsahariana, el Oriente Próximo y el norte de África.

Las protestas por la subida de los precios de los alimentos, entre ellos el pan, no son algo nuevo, sobre todo en naciones ya de por sí inestables. En esta línea, diversos expertos coinciden en señalar que uno de los factores que propiciaron la ‘Primavera Árabe’, que provocó la caída de regímenes en Túnez, Egipto y Libia y la guerra en Siria, fue la carestía de los alimentos.