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sITUACIÓN CRÍTICA. Vecinos de La Palma con familiares o viviendas en otras islas deciden irse durante unos días// Los aviones empiezan a tener dificultades para entrar o salir aunque el aeropuerto continuará abierto mientras sea posible volar

“No queremos que los niños se tengan que confinar otra vez”

Avanza lentamente hacia el mar la masa de lava incandescente del volcán de Cumbre Vieja, en la Isla de la Palma, que en las últimas horas se ha dividido en dos lenguas que arrasan con todo lo que se encuentran a su paso. A la vez, el cráter ha intensificado notablemente en las últimas horas las explosiones provocadas por bolsas de gas y también la agresividad de unos rugidos que los palmeros ya no olvidarán jamás.

Asimismo, se ha percibido un aumento de las lluvias de ceniza volcánica, que irritan piel y ojos y que ya no sólo afectan al suroeste de la isla, donde se encuentra el cráter, sino que también han alcanzado ya la otra vertiente del territorio insular. Es tal la cantidad de pequeñas partículas volcánicas que cae desde el cielo que en algunos municipios del entorno de Los Llanos y El Paso ya han sido necesarias máquinas quitanieves para retirar la gruesa capa de cenizas de las carreteras. Además, los expertos recomiendan proteger las vías respiratorias con mascarillas de máxima efectividad como las FFP2, y también con gafas los ojos.

En una jornada en la que debemos dejar la isla en medio de un acontecimiento natural tan histórico como espectacular y devastador, que marcará para siempre a la sociedad canaria, el foco se ha puesto de una manera especial sobre el aeropuerto de la Isla Bonita. Y es que debido precisamente a este aumento de ceniza en suspensión en las últimas horas, la operatividad se ha visto cuestionada. Incluso las propias compañías realizaron estudios para contrastar la capacidad de maniobra. Si bien a primera hora de la mañana se anunciaba que la nube de ceniza volcánica había alcanzado el entorno del aeropuerto, Enaire, tras analizar con detalle la situación, reafirmó la decisión de mantener abierto el espacio aéreo mientras no empeore la situación.

Para la jornada de ayer había programadas 48 rutas comerciales en el aeropuerto de La Palma, de las que sólo se canceló una pero por cuestiones ajenas a la erupción. Es cierto que de las restantes algunas sufrieron retrasos durante la mañana en un contexto en el que las aerolíneas trataron de asegurarse de que las maniobras de despegue y aterrizaje se podían realizar con total seguridad.

Por otro lado, la delegación del Gobierno en Canarias ha solicitado crear dos zonas restringidas del espacio aéreo en el entorno próximo al volcán y a La Palma de manera que se facilite la operatividad de los servicios de emergencia. Se trataría de una medida que no afectaría, en principio, a los vuelos comerciales, puesto que estos no sobrevolarían la zona más cercana al cráter. Ante esta petición, el gestor de navegación aérea en España, Enaire, precisó que solo podrán volar en estas zonas restringidas aeronaves de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de otros organismos oficiales, debidamente autorizadas, y también de los servicios de emergencias.

Cuando EL CORREO se dispuso a abandonar la isla, en un turbohélice que partió de La Palma a última hora de la tarde rumbo a Gran Canaria, la terminal palmera ofrecía una imagen completamente desoladora: todas sus tiendas permanecían cerradas y las inmensas instalaciones estaban prácticamente sin vida. A bordo del pequeño avión que nos llevó a la isla vecina pudimos hablar con varias personas que reconocieron que salían de la isla a consecuencia de la grave situación que se está viviendo.

Es el caso de Juan y María, un matrimonio de Los Llanos que decidió viajar a Gran Canaria con sus dos hijos, todavía muy pequeños, para pasar unos días en casa de unos amigos mientras no se tranquiliza la situación en el valle de Aridane. “Nos asustamos con los últimos temblores y también con las lluvias constantes de ceniza. Tenemos dos críos pequeños, de dos y un año, y en estas circunstancias ni siquiera podemos salir a la calle con ellos. No queremos tener que aplicarles otro confinamiento por lo que decidimos que lo mejor es cambiar de isla unos días”, explica el hombre.

Si bien la maniobra de aterrizaje ya había sido bastante brusca cuando este periódico aterrizó en Palma debido a la presencia de ceniza, el despegue también estuvo marcado por una rápida toma de altura con la que el reactor adoptó una posición muy empinada.

Nos despedimos así de unos días muy intensos en los que hemos sido testigos de un fenómeno natural como el que nunca habíamos presenciado, parejo también a la desgracia de tantas personas que han visto como todo el esfuerzo de una vida quedó reducido a cenizas en cuestión de pocas horas. En El Paso hemos compartido esta experiencia con decenas de medios de comunicación llegados de todo el mundo. Aquí estuvo centrado el foco de la información de las últimas horas por causa de un hecho tan excepcional como dramático que ha marcado la vida de miles de personas. Los palmeros confían ahora en que las promesas de los políticos se materialicen más pronto que tarde. Sostienen que en este momento lo que más necesitan es dinero para poder reconstruir las zonas afectadas y de este modo poder empezar una nueva vida.

24 sep 2021 / 01:00
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