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Sánchez pide aclarar los crímenes de ETA y luchar contra la desmemoria

El jefe del Ejecutivo presidió la destrucción simbólica de 1.377 armas// No fueron los expresidentes ni líderes de la oposición

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó ayer que, aunque no se puede “recuperar” a los asesinados ni “destruir el pasado negro” de ETA, sí se puede y se debe reparar el dolor sufrido, “arrojar luz” sobre los crímenes sin resolver de ETA y “luchar contra la desmemoria”.

Sánchez pronunció estas palabras en el Colegio de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil Duque de Ahumada de Valdemoro, en Madrid, donde el Ejecutivo escenificó la primera destrucción pública y simbólica de 1.377 armas incautadas en los años 80 y 90 a comandos terroristas, en su mayoría de ETA.

Un acto al que no asistió ningún líder de la oposición ni los expresidentes del Gobierno, todos ellos invitados, como tampoco la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel García Ayuso. Solo respondieron a la convocatoria la vicepresidenta segunda del Gobierno vasco, Idoia Mendia, y el alcalde de Valdemoro, Sergio Parra.

Quienes sí acompañaron al presidente del Gobierno fueron seis ministros: de Interior, Defensa, Justicia, Exteriores, Política Territorial y Educación; la fiscal general del Estado, Dolores Delgado; el presidente de la Audiencia Nacional y su fiscal jefe, así como representantes de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, entre ellos el jefe de los Mossos, Josep Lluis Trapero.

Tras guardar un minuto de silencio en presencia también de asociaciones de víctimas (Dignidad y Justicia y Covite no han acudido), agentes de Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos y Policía Foral destaparon una gran lona blanca situada en el centro del patio, donde estaban tendidas las 1.377 armas y 19 piezas: 697 pistolas, 172 revólveres, 274 subfusiles y fusiles de asalto, rifles de precisión y escopetas de ánima lisas.

De forma estruendosa una apisonadora aplastó estas armas que la Guardia Civil trasladará a una fundición, donde se procederá a su definitiva destrucción.

La de ayer simboliza, en palabras de Sánchez, la derrota de ETA. “Quien entrega las armas acepta la derrota, y esto se evidencia en este acto”, dijo el presidente, para quien la destrucción de los arsenales de la banda terrorista de forma publica refuerza esa derrota y “tiene valor porque contribuye a dignificar a la víctimas”, informa Efe.

La oposición política y las principales asociaciones de víctimas del terrorismo calificaron de “teatro”, “show” o “pantomima” este acto, y criticaron que coincida con el traspaso de las competencias de prisiones y la política de acercamiento de presos al País Vasco.

El presidente del PP, Pablo Casado, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que subraya “al Gobierno le sobran los actos de propaganda, los pactos con Bildu y los acercamientos de presos etarras” y recuerda que “la sociedad española derrotó a ETA con la Ley, los Cuerpos de Seguridad y la cooperación internacional”.

Para el presidente de Vox, Santiago Abascal, la ceremonia no es más que un “insultante paripé” de Sánchez para destruir las armas “que sus ahora socios usaron para cometer sus crímenes, 300 de ellos sin resolver”.

Críticas de las víctimas. Tampoco el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) quiso participar en lo que ha considerado un “acto propagandístico” cuyo único objeto es ocultar el “rotundo fracaso” del Estado de derecho con las víctimas del terrorismo.

“¿Cómo vamos a ir a un acto público en el que se destruyen las armas con las que han asesinado a nuestros familiares? ¿De verdad alguien cree que esto es motivo de celebración?”, se preguntó la presidenta de este colectivo, Consuelo Ordóñez.

05 mar 2021 / 01:00
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