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Terremoto político con centro en Madrid y ramificaciones en Murcia y Castilla León

Ayuso adelanta los comicios al 4 de mayo y se anticipa a las censuras de PSOE y Más Madrid, que se decidirán en los tribunales // Socialistas y Cs pactan tumbar al presidente murciano López Miras

Un terremoto de la máxima intensidad política remueve desde este miércoles al ámbito autonómico español. El foco principal se sitúa en la Comunidad de Madrid, pero el origen o las ramificaciones son mucho más amplias y tocan a varias autonomías, como la Región de Murcia como factor detonante o la Comunidad de Castilla y León como afectada, pero que también podría extenderse al Ayuntamiento de la capital murciana e incluso no quedarse ahí. De hecho, la onda expansiva ya está dando muestras de haber llegado al ambiente político de la comunidad de Andalucía.

La presentación de una moción de censura en Murcia para tumbar al popular Fernando López Miras tras un acuerdo alcanzado entre Ciudadanos y Partido Socialista que llevaría a la dirigente naranja Ana Martínez Vidal a la presidencia del Gobierno actuó como activador de todo el proceso.

Este pacto, con luz verde de los máximos responsables de PSOE y Cs, Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, respectivamente, motivó una reacción inmediata de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que en concordancia con la dirección nacional del Partido Popular, se anticipó a los acontecimientos en su territorio y optó por un adelanto electoral convocando a los madrileños a las urnas el 4 de mayo.

La agilidad de Ayuso permitió, de entrada bloquear las inminentes censuras que el PSOE y Más Madrid presentaron en el registro de la Cámara. La Mesa de la Asamblea las aceptó a trámite , con los votos de los representantes socialistas y de Ciudadanos, que tienen mayoría.

Ahora serán los tribunales los que decidan ya que Ayuso firmó la disolución de la Cámara a las doce de la mañana y los documentos para tumbarla fueron llevados a registro una hora más tarde, tramitándolos los mesa pasadas las dos de la tarde.

El PP da por hecho de que ambas mociones quedarán invalidadas ya que la presidenta firmó el decreto antes de que se registraran.

PSOE y Más Madrid interpretan que los documentos rubricados por Ángel Gabilondo e Íñigo Errejón tienen validez puesto que el decreto no fue publicado aún en el Boletín Oficial, de la Comunidad de Madrid.

La calificación por la Mesa augura una confrontación judicial para establecer qué prevalece, si la disolución o las mociones de censura.

Más allá del enredo jurídico, la situación tanto en Madrid como en Murcia refleja las amplias divergencias y el clima de conflicto que viven los gobiernos de coalición conformados por el Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo externo de Vox. En la Comunidad de Madrid la presidenta cesó de inmediato a los seis representantes naranjas en el Gobierno, quedando en manos de los siete representantes conservadores el Ejecutivo en funciones hasta la celebración de los comicios.

Ciudadanos pierde así su principal bastión institucional logrado en la época en la que la formación estaba en la cresta de la ola del apoyo de los votantes.

Los comicios generales posteriores en España abismaron a la organización que únicamente logró sentar a una decena de diputados en la Cámara Baja y vio como el PP se hizo con el liderazgo de la oposición frente a Vox, un nuevo competidor emergente por la derecha.

Con el cambio de liderazgo en Cs de Albert Rivera por Inés Arrimadas la formación varió el eje de la balanza. Con Rivera estaba inclinado hacia el PP con el apoyo externo de Vox y con Arrimadas se abrió la puerta a jugar a la banda derecha e izquierda, en pactos con el PSOE.

La censura en Murcia no es más que una evidencia. El apoyo en la Mesa de la Asamblea de Madrid al registro de las dos mociones es otro gesto de esa distancia entre los modelos de gobierno que ansía Arrimadas por un lado y el PP de Pablo Casado por otro.

También refleja la fallida apuesta del propio Casado por la concurrencia común a las elecciones de ambas formaciones, como así sucedió en Euskadi, en clara discrepancia con el modelo que plantea el líder gallego de la formación y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que apostó por preservar las siglas y el proyecto propio.

En la misma onda se sitúa, aunque con distintos mimbres, la moción que impulsa el PSOE en Castilla León con la que buscó que el popular Alfonso Fernández Mañueco pudiese adelantar los comicios como Ayuso.

Ayuso convoca contra su voluntad En su declaración institucional Ayuso argumentando que no podía asumir el riesgo de que Cs y PSOE presentaran una censura después de la registrada por ambos en Murcia.

“Me he visto obligada a tomar esta decisión por el bien de Madrid y de España y contra mi voluntad repetida de agotar la legislatura “, explicó.

Ayuso aseguró que “Madrid necesita un gobierno estable, ideas claras, soluciones ambiciosas, estabilidad y sentido de Estado”, algo que “en las actuales circunstancias no se puede asegurar”, por lo que pidió disculpas a los madrileños, que ahora pueden elegir en elecciones entre “el socialismo o la libertad”.

“Quiero poner en manos de los madrileños su futuro. No quiero que se lo arrebaten en los despachos sin que ellos hablen en las urnas. Estamos en un gran país de ciudadanos libres, en una democracia plena. Y aquí los ciudadanos son adultos, son responsables, así les hemos tratado durante la pandemia y estamos orgullosos por eso”, comentó.

La presidenta tomó esta decisión “pensando antes en el beneficio de España y de Madrid” que en el suyo porque no puede “permitir que Madrid se pare ahora”, con una pandemia y “una crisis económica y social sin precedentes”. “No puedo consentir que todo lo peleado por los madrileños en estos meses se derrumbe. No puedo aceptar que suban los impuestos, que entren a adoctrinar en los colegios, que cierren los comercios y la hostelería o que destruyan el tejido empresarial de Madrid. O que ahora nos impongan cómo pensar o cómo vivir. El daño que se provoca a España no lo quiero también aquí”, concluyó.

Reguero de pactos en localidades murcianas en la estela del acordado para el Gobierno regional
La capital y otros cuatro municipios tendrán ahora ejecutivos de progreso

Murcia. El descabezamiento del poder popular en Murcia será mucho más amplio que el del gobierno regional y se extenderá a varios municipios. En todo caso, el PSOE y Ciudadanos en la Región de Murcia, que con sus 23 diputados suman mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, presentaron inicialmente ayer una moción de censura contra el Gobierno de coalición del PP con el partido naranja, cuya coordinadora en la comunidad, Ana Martínez Vidal, será la nueva presidenta murciana.

En el pacto, que apoya Podemos, entra también el gobierno municipal de coalición PP-Cs de Murcia capital, donde el alcalde sería el socialista José Antonio Serrano; y se anunció mociones de censura en la misma línea en Ceutí, Fuente Álamo, Pliego y Caravaca de la Cruz, con ejecutivos en coalición como el regional, aunque están aún por terminar de cerrarse.

El presidente murciano, Fernando López Miras, destituyó a los consejeros de Cs de su gabinete y dijo que pese a que supo la noche del martes que se preparaba esta ruptura, que tildó de “atraco”, no convocó elecciones anticipadas “pensando en los murcianos”. Descartaba así un adelanto electoral que la moción sí provocó en Madrid. “No es el momento” para “pensar en política, partidos ni sillones”, porque Murcia “atraviesa la peor crisis económica, social, sanitaria y laboral de su historia a causa de la pandemia del coronavirus”, añadió quien negociaba con su socio de Gobierno los presupuestos de 2021 y la reforma de la Ley del Presidente para que pudiera volver presentarse a las elecciones en 2023.

Entre los motivos que llevaron a Cs a sumarse a la moción de censura, Martínez Vidal explicó que solo encontraron en el Ejecutivo con el PP “trabas, excusas y obstáculos, y así es imposible gobernar”.

“No podemos seguir siendo cómplices de este descontrol en la vacunación, de escándalos diarios, de una pésima imagen de nuestra región que trasciende al nivel nacional, y la confianza que Ciudadanos ha ido ganando centímetro a centímetro, con el PP en la región, se ha ido perdiendo metro a metro”, afirmó sobre el partido hegemónico en el Gobierno de Murcia desde 1995.

El secretario general del PSOE murciano, Diego Conesa, que ganó las elecciones pero no pudo formar Gobierno, no reveló la composición del futuro ejecutivo ni si será vicepresidente, pero habló de un “momento histórico” para lograr una región “más justa, solidaria e igualitaria” sobre la que hace 22 meses se pronunciaron en las urnas los murcianos. “Votaron por el cambio, la regeneración y la estabilidad y hoy el momento del cambio ha llegado”, remachó tras referirse a que el PP “deja una huella demasiado profunda en los modos de ejercer el gobierno y en redes clientelares que no ha querido cambiar”.

Coincidió con Cs en el motivo clave que lleva a la moción de censura: la “corrupción del escándalo de las vacunas”, al que suma la “censura educativa” prevista con el permiso parental de Vox.

El líder nacional del PP, Pablo Casado, expresó en Twitter su respaldo a López Miras y llamó a unir a la derecha en sus siglas. ecg

La censura socialista castellano leonesa está de entrada condenada al fracaso sin el apoyo de Cs
El popular Alfonso Fernández Mañueco no teme ser apartado de la presidencia

Valladolid. El PSOE de Castilla y León registró ayer la primera moción de censura de la historia autonómica para tratar de desbancar al Gobierno presidido por el popular Alfonso Fernández Mañueco, aunque el partido que cogobierna con el PP, Ciudadanos, clave en la votación, avisó de que no prosperará al mantener la suma de 41 procuradores que da la mayoría absoluta a ambos partidos (29 del PP y 12 de Cs). “Abandone toda esperanza”, pidió en una rueda de prensa el portavoz de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, David Castaño, en referencia al PSOE, que motivó la presentación de esta moción de censura por las “múltiples causas de corrupción” en más de 30 años del PP al frente de la Comunidad, el incumplimiento de acuerdos y la “absoluta pasividad y desconcierto” de la gestión de la crisis de la COVID.

En el escrito que registró en el Parlamento autonómico firmado por los 35 procuradores socialistas, el PSOE propone como candidato a la Presidencia de la Junta al burgalés Luis Tudanca, quien en los últimos días había anticipado que darían este paso cuando fuera en beneficio de los ciudadanos de la Comunidad y siempre y cuando tuviera apoyos para ganar.

Eso está por ver, dada la postura manifestada por el portavoz parlamentario en Castilla y León y también a nivel nacional por Edmundo Bal, quien rechazó “tajantemente” la posibilidad de apoyarla, aunque también vinculó el sostén al PP con la ausencia de corrupción.

Los populares dieron por hecho ayer que la presidencia de Alfonso Fernández Mañueco en el ejecutivo no corre peligro y que la censura está condenada al fracaso. efe

10 mar 2021 / 21:02
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