Adiós al veto al motor diésel o gasolina para asegurar las fábricas

Habrá que esperar al próximo Consejo de Ministros del el martes 19, pero si los globos sonda que llevan circulando desde comienzos de semana se cumplen, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático que saldrá del próximo cónclave del gabinete que preside Pedro Sánchez eliminará uno de los aspectos que más controversia industrial había generado: el veto a la venta de vehículos con motor de combustión en España. Un aspecto que ahora mismo, cuando por el grave impacto de la pandemia del coronavirus sobrevuela el peligro de deslocalizaciones de fábricas del coches, como la de Nissan Barcelona de vuelta a Japón, hubiese podido resultar muy lesivo.

Aunque el objetivo sigue siendo que en 2050 dejen de circular los coches con emisiones de efecto invernadero, tomando las medidas precisas, pero sin vetos, según desvelaba ayer la Cadena Ser tras tener acceso al texto legislativo final. Desaparece la mención explícita que prohibía vender coches nuevos contaminantes tras 2040 y a su circulación en 2050.

El temor sindical existe en Cataluña a esa fuga industrial, a pesar de que Nissan Motor calificó como “conjetura” la información publicada en las últimas horas por el diario financiero Nikkei que daba cuenta del próximo cierre de la planta en Barcelona.

Productividad y competitividad, las enseñas de la planta de PSA de Vigo

Productividad y competitividad son las dos señas de identidad que la factoría de Vigo ha ganado a pulso dentro del Grupo PSA. Con un millón de coches fabricados en el Polo Ibérico, fuentes conocedoras del sector contemplan como un dejá vue la oferta lanzada por el ministro francés de Finanzas a la industria de la automoción gala para darle ayudas e incentivos a cambio de relocalizar factorías. Ya en 2008 Sarkozy lanzó el mismo mensaje, y mientras en Francia las plantas de PSA se reajustaban y pasaban a contar con una única línea de producción, en Balaídos se mantenían las dos. “Hoy, una empresa global no puede fabricar en un país”, indican las mismas fuentes.

La incertidumbre del futuro está marcada por la posible caída de volúmenes de producción, por lo que ahora, “más que nunca”, es necesario seguir demostrando la competividad de todas las plantas ibéricas, afirman.

Con nuevos modelos, que proporcionan cierta tranquilidad en un futuro, la factoría viguesa peleará por nuevos proyectos con la competitividad como enseña. m.g.