Buenos propósitos de diálogo y mano tendida en un momento difícil
PPdeG, BNG y PSdeG apelan a la posibilidad de llegar a acuerdos en temas de país
Los tres partidos con representación en O Hórreo quieren empezar con buen pie esta nueva etapa marcada por el coronavirus y hacen votos por el diálogo y la mano tendida, así como por las propuestas constructivas.
La XI Legislatura arranca con en un “momento difícil”, admitió tras la sesión constitutiva el popular Pedro Puy, que estará marcada, entre otras cuestiones, por “prevenir, luchar y contener” el virus y, cuando haya una vacuna o remedio médico, “superar” la crisis sanitaria.
Además, puso el acento en la “crisis económica importante” y señaló los retos sanitarios y económicos que, junto el resto de problemas que están encima de la mesa, es preciso “ser capaces de resolver de forma coordinada”.
“En este momento es más importante que nunca defender el tejido industrial, empezando por el trabajo en Alcoa”, señaló Puy Fraga, que no pasó por alto que también será una legislatura en la que hay que afianzar la “lucha contra el cambio climático” y en la que se debe lograr el impulso de la capacidad innovadora. En este sentido, defendió la coordinación con la administración central.
“Esto es lo que, fundamentalmente, va a marcar la legislatura”, resumió, esperando que todo el Parlamento “esté a la altura”. “Y ello exige una responsabilidad ciertamente de capacidad de diálogo no solo con las fuerzas políticas, sino con el conjunto de la sociedad, representantes sindicales, empresarios, trabajadores....”, sentenció.
Desde el BNG, Ana Pontón, se comprometió a cuatro años de “defensa dos intereses do país” y “a favor de Galicia” y, en este sentido, garantizó que “por cada crítica” que haga a la gestión o a las medidas, los nacionalistas, que son segunda fuerza política en la Cámara, aportarán una “proposta”.
“Comezamos unha nova lexislatura, vai ser a do coronavirus e a lexislatura das consecuencias da covid”, advirtió la nacionalista, quien se mostró preocupada por el inicio de curso, por la atención a las personas mayores y por la situación de los negocios.
Pontón significó que son “importantes os acordos a favor de Galicia” y aseguró que “miles de galegos esperan” que se pongan soluciones a sus problemas encima de la mesa. Por ello, abogó por “grandes acordos, sumar para que as cousas vaian a mellor desde o noso país”.
Los socialistas tendrán la “mano tendida” durante esta legislatura para “alcanzar acuerdos en temas de país que necesiten la colaboración con el Gobierno”, reivindicó el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, añadiendo que harán “la oposición más exigente en defensa de los servicios públicos y las políticas de recuperación al servicio de las personas” y para “garantizar que nadie quede atrás”.
El recién elegido presidente del Parlamento para la XI Legislatura, Miguel Santalices, a su vez el diputado más veterano con seis legislaturas a sus espaldas, advirtió ayer en base a su larga trayectoria de que los discursos que “calan” son los que tienen “contenido”. “No cala la estridencia”, subrayó, tras señalar que “acabamos de comprobarlo”.
En sus primeras palabras ante el nuevo hemiciclo, el ourensano saludó a los nuevos miembros y quiso pedir “disculpas” por una sesión en la que los invitados fueron recolocados en salas anexas, una imagen inédita en la Cámara, en la que los escaños están separados ahora por mamparas.
En esta línea, pidió a los diputados que hagan discursos que incidan en la necesidad de mantener la seguridad y salud de las personas. “Pido colaboración de los diputados, sus frases deben tener incidencia positiva”, apeló, antes de tener también unas palabras para los trabajadores del Pazo do Hórreo, una casa de la que presumió ser uno de los mayores conocedores: “Pocas personas puede haber que le quieran tanto”.
Santalices, que comienza su séptima legislatura como diputado en Galicia, no obvió su condición de médico para justificar las medidas de prevención instaladas en la Cámara, como las mamparas que separan a los diputados en el hemiciclo.
También fue agradecido con su grupo parlamentario por apoyarle nuevamente y, en especial, al presidente Alberto Núñez Feijóo, y se pudo ver, incluso pese a la mascarilla, la emoción de haber sido revalidado, con gestos que así lo desvelaron.
Tras reiterar sus “disculpas” por una sesión que no pudo ser con invitados, insistió en llamar a la “responsabilidad” y a la situación excepcional. “Me gustaría tener lleno” el hemiciclo, reconoció, pero “sé que lo tenía que hacer así”, zanjó.
Nado no ano 1996, o número dous na lista do BNG pola provincia de Lugo nas eleccións do 12-X é o deputado máis novo na Cámara nesta XI Lexislatura que comeza. Unha etapa que afronta “moi animado e con moitas gañas de poñerme a traballar”. Recoñece, trala sesión constitutiva, na que oficiou de secretario da Mesa, que tiña “moita ilusión de chegar ao hemiciclo, de ver todo, de ver a todos os deputados”. E di que se sentiu no seu estreo “un pouco como un neno o primeiro día no colexio”.
Admite que a súa elección como parlamentario non o colleu por sorpresa: “ Sabendo que era o número dous por Lugo e tendo en conta as enquisas e o sentir da rúa, que decían que a subida do BNG ia a ser moi alta, a verdade é que contaba con poder estar no Parlamento, máis tampouco calculaba que a subida fose tan sumamente alta. Pero ben, moi contento por ámbalas dúas cousas”.
Ata agora os seus compañeiros de bancada máis experimentados non lle deron moitos consellos. “Soamente me dixeron que fose eu mesmo, coa miña forma de ser, que non estivese nervioso por nada, que aquí ninguén come e que sobre todo fose coa idea de traballar, nada máis”, conta. En relación a acollida que tivo na Cámara, indica que “foi moi boa”. “Pensaba que o ambiente ía ser un pouco máis crispado ou un pouco máis tensionado, pero a verdade é que as formas nunca se perden, que reina a cordialidade ”.
En canto ao seu labor, destaca que espera “aprender un montón e sobre todo facer traballo a prol da mocidade deste país e da miña comarca, A Mariña, que desgraciadamente ten moitos problemas que atender, sobre todo o de Alcoa”. Por último, non toma a política como “unha carreira de fondo, senón como unha etapa da miña vida na cal hei aprender moito e traballar”.