Campamentos de verano, en el limbo

Los meses de estío están a la vuelta de la esquina, pero las familias gallegas siguen sin tener noticias de los campamentos de conciliación y verano para niños y jóvenes. Si el año fuera normal, y no marcado por la pandemia, a estas alturas todos los interesados sabrían la oferta disponible, tanto pública como privada, en su localidad. Sabrían precios, destinos, duración, actividades, etc. Pero este 2020 no es así.

El cierre de los colegios e institutos hasta septiembre, excepto excepciones, y la reciente decisión de no abrir aulas para los más pequeños (de 0 a 6 años) han cambiado el escenario previsto y están tensionando, aún más, a las familias.

Desde la Xunta de Galicia explican que no tienen fecha todavía para publicar las órdenes de sus campamentos debido a que están esperando que el Gobierno central tenga en cuenta este tipo de eventos. Señalan que han pedido directrices, pero aún no tienen respuesta. Además, las mismas fuentes explican que están trabajando en su programación de verano, teniendo en cuenta diferentes escenarios que podrían ser posibles por la covid-19, pero declinan explicar las distintas opciones que barajan.

Fernando Lacaci, desde la Con- federación ANPAS Galegas, critica muy duramente la postura del Gobierno gallego. Indica que “son un grupo de inútiles uniformados que echa la pelota en el tejado del Gobierno central, cuando ellos son responsables para actuar”, y demanda qu “ejerzan sus competencias ya”, dejando de lado la postura pasiva de los últimos meses. ANPAS sí ha estado trabajando en la posibilidad de llevar a cabo campamentos “en colaboración con el Concello de Santiago. De otros concellos no tenemos noticias niinformación de cómo lo van a hacer”, asegura Lacaci.

“Todo está supeditado a que la Xunta dé unas instrucciones o directrices claras, específicas y responsables de cómo hacer para salvaguardar la seguiridad, integridad y salubridad de todo lo que se haga y la seguridad para los organizadores, para las entidades que puedan llevar a cabo estas actividades. No nos podemos arriesgar a organizar sin unas normas claras”. Y esto se debe hacer desde el Ejecutivo autonómico, “En San Caetano no tenemos un grupo de ordenanzas atendiendo las instrucciones que mandan desde Madrid sino un Gobierno autónomo elegido por el pueblo gallego que tiene la responsbilidad de legislar, organizar y actuar”, subraya.

Su idea es colaborar con el Ayuntamiento de Santiago para la organización de los campamentos que sean imprescindibles, y fundamentalmente para evitar que los niños no se relacionen con otros, que está siendo uno de los grandes problemas de la pandemia, pero todo claramente supeditado a el protocolo de la Xunta. “No nos podemos arriesgar a organizar campamentos de verano o de conciliación sin ninguna base legal”, remata.

Noa Díaz, concejala de Educa- ción e Mocidade del gobierno local compostelano, explica que toda su programación está realizada, teniendo en cuenta los diferentes escenarios que se pueden dar, pero no pueden lanzar nada hasta estar seguros de cómo se harán, ratios de niños por aula o espacio, de niño por monitor, medidas higiénicas, etc. “no queremos renunciar a ellos, en absoluto, sino que pretendemos extenderlos”.

De poder realizarse, el Concello introducirá dos grandes novedades. “Campamentos de verano también en agosto, por primera vez”, atendiendo a una cuestión demandada por las familias desde hace años ya que este tipo de actividades cuando están organizadas por cualquier administración no existen en ese mes de vacaciones; y actividades de conciliación durante el mes de junio.

En este caso, la idea es celebrarlos en los centros socioculturales de la ciudad, en colaboración con esa concejalía. Se haría en tres o cuatro máximo y no cubriría lo mismo que un campamento, pero si ayudaría a laconciliación familiar y laboral de las familias en el caso de que ambos progenitores trabajen, o uno, si son monoparentales. Además, asegura que “estamos en comunicación con las ANPAS”, que mostraron su “disponibilidad a ayudarnos a dar soluciones”. Ahora, solo les queda esperar para saber si todo va a salir adelante, pro que “todo depende de lo que nos dejen hacer”; asegura.

Además, desde una entidad de gran tradición y éxito en la conciliación y los campamentos de verano, la Asociación Recreatica y Cultural Os Tilos (Teo), Silvia Míguez, miem- bro de su junta directiva, explica que su “programación está hecha desde enero, como todos los años, pero no sabemos si se podrán hacer”. Dependen del día a día, de las informaciones que salgan, pero saben que si se pueden realizar serán muy diferentes a otros años, la distancia social y las medidas higiénicas lo marcarán todo.

Recuerdan que las entidades “a nivel estatal están comenzando a moverse, empezando por Turismo Activo”, para pedir directrices, pero desde la Xunta “no dicen nada”, indica Míguez.

Así las cosas, a mediados de mayo, las familias que trabajen este verano todavía no saben qué podrán hacer con sus hijos.