Crece la inquietud por la incesante escalada de contagios en Ourense

La lucha contra el coronavirus en Galicia continúa con el foco centrado en Ourense, que no es capaz de frenar su escalada de contagios. Tanto es así que el alcalde de la capital de As Burgas, Gonzalo Pérez Jácome, situaba a la ciudad “al borde del confinamiento”, un extremo que por el momento descarta la Consellería de Sanidade.

Todas las áreas sanitarias gallegas redujeron ayer su cómputo de casos activos, salvo la ourensana, donde se dispararon hasta 946. Son 55 más, el mayor ascenso de los últimos 10 días. Hito que indica que la pandemia, pese al endurecimiento de las medidas, dista mucho de estar en vías de control.

En el conjunto de la autonomía, el fallecimiento de tres personas eleva a 757 las víctimas mortales con covid. En concreto, se trata de tres mujeres, todas ellas con patologías previas. Dos –de 96 y 90 años edad– que permenacían ingresadas en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y de otra 83 que murió en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol. En las últimas 24 horas se detectaron 217 positivos.

Así las cosas, el número de casos activos en Galicia se sitúa en 4.038 (54 menos que el sábado) después de que 267 personas recibiesen el alta. Salvo en la de Ourense, en el resto de áreas sanitarias desciende el número de diagnosticados, sobre todo en las de Pontevedra (33 menos, hasta 689) y en A Coruña (819, 29 menos). Santiago tiene 530 (17 menos), Vigo 445 (15 menos) y en Ferrol hay 116 (5 menos).

Hasta la fecha, en la comunidad gallega se realizaron 504.922 PCR frente a las 499.201 que se contabilizaban este viernes, lo que implica que en 24 horas se hicieron 5.721.

En cuanto al número de pacientes hospitalizados se registró un descenso, hasta los 229, uno menos que los que había el sábado. Con todo, el número de personas en las unidades de críticos se incrementó hasta las 36, uno más.

En este caso, el área sanitaria de Ourense es también la que cuenta con el mayor volumen de contagiados ingresados, unos 72 (-1), de los que ocho permanecen en uci. Otros están en seguimiento domiciliario. De ellos, el CHUO cuenta con 54, el HP Verín con 12, Valdeorras con 5, Cosaga con uno en planta, y El Carmen con uno en uci.

En las residencias de mayores ayer seguían contabilizándose 301 usuarios y 113 trabajadores contagiados de coronavirus, al no registrarse altas, muertes ni nuevos positivos en las últimas 24 horas.

Situación “preocupante”. De vuelta a Ourense, el regidor González Pérez Jácome, advertía ayer de que la ciudad se encuentra “al borde” del confinamiento con el número de casos activos aproximándose a los 500, por lo que instó a los vecinos a extremar las precauciones. “Hay que ser más papistas que el papa, extremar las precauciones, cumplir las medidas que marca Sanidad y, si podemos, ir más allá y extremar la vigilancia todavía más”, señaló en un comunicado.

En esa nota señaló que según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade al ayuntamiento, el municipio tiene en estos momentos 459 casos de coronavirus activos, una situación “terriblemente preocupante” que sitúa a Ourense “al borde de un confinamiento de la ciudad”.

Una valoración que no coincide con la expresada por el titular del departamento autonómico, Julio García Comesaña, que ve a Ourense “lejos” de los parámetros que marca el Gobierno para confinar, aunque pide “prudencia”.

“A día de hoy” ninguna de las tres ciudades gallegas con más de 100.000 habitantes cumple los parámetros que marca el Ministerio de Sanidad para decretar un confinamiento perimetral, apuntó el conselleiro en una entrevista en la Radio Galega, la primera desde que tomó posesión. Eso sí, admitió que la que “podría estar más cerca” en la ciudad de As Burgas, que todavía se encuentra “lejos” en la incidencia acumulada, el dato más alto que tiene.

Menor presión hospitalaria. En cuanto a la presión hospitalaria en la segunda ola en Galicia, el responsable del departamento de Sanidade afirmó que es “mucho menor” que en los meses más duros de la pandemia. Así, dio el dato de que, tanto en planta como en uci, las camas ocupadas se encuentran en torno a un 80 % por debajo que en los peores momentos.

“Sin falsos optimismos”, el conselleiro explicó que esto se debe a la capacidad de hacer “más pruebas” y de tener “más población en el radar”. No obstante, ha señalado que “la enfermedad es igual de grave que antes” y que en las residencias la letalidad es “exactamente la misma”: “No pensemos que porque hay menos gente en uci y hospitalizada esto es más ligero”.