Cuadro eléctrico y suministros: la revisión clave en su ‘otra’ vivienda

Con la posibilidad de acceder a la segunda residencia durante la fase 1, y siempre dentro de la misma provincia, la sorpresa de los propietarios puede ser mayúscula tras dos meses de cierre obligado del inmueble. Por ello, los expertos del portal comparador Acierto ofrecen sus consejos para poder volver a usar con garantías la vivienda mediante unas sencillas rutinas tanto para evitar olores pestilentes como una avería eléctrica o problemas con la traída del agua potable.

De esta forma, el pasado lunes se abría la veda en el 70 por ciento de la geografía nacional para disfrutar de unos pisos o casas que mayormente se utilizar los fines de semana o durante las vacaciones, y cuya entrada estuvo vetada durante la fase cero de la alarma. Y es evidente que la prolongada falta de mantenimiento ha podido pasar factura en forma de averías u otros inconvenientes que es posible evitar.

Al hilo, los corredores de seguros consultados, como José Manuel Fernández, de O Milladoiro (Ames), se congratulaban de que “por lo menos en los primeros días los propietarios no han comunicado demasiados siniestros, y se ve que la gente va aprendiendo la lección” en cuanto a recomendaciones básicas de mantenimiento. “Además... ¿quién no tiene un amigo o familiar al que encargarle que eche un ojo a la casa?”, explicaba.

En cuanto a las averías, algunas de las más usuales tienen que ver con el cuadro eléctrico y la fontanería, las humedades, malos olores, la acumulación de suciedad o el propio funcionamiento de los electrodomésticos y aparatos enchufados. En cuanto a estos últimos son especialmente delicados el aire acondicionado, el extractor de la cocina y los ventiladores, donde puede depositarse el polvo y la grasa.

Pues bien, los especialistas consultados se inclinan porque lo primero que haga el propietario tras traspasar el umbral sea comprobar el cuadro eléctrico de la casa con el objetivo de detectar anomalías que causen una posible avería, y lo más conveniente es subir los diferenciales por orden. El segundo suministro a verificar será el del agua. En este caso, el consejo es abrir los grifos poco a poco para que el abastecimiento no salga de golpe con toda su presión acumulada. Y, por supuesto, también se debe de revisar en qué condiciones se encuentra la caldera y a qué presión.

Los malos olores acostumbran a ser otro quebradero de cabeza, y en Acierto abogan por buscar el foco de los mismos en las fuentes habituales: las alfombras, lavaplatos o nevera. Y en lo que atañe a las humedades, indican que suelen ser más frecuentes en techos y pared, siendo siempre indicativo de una filtración o avería más importante.

Otro apartado a revisar si o si es el de las puertas y ventanas: se debe de comprobar que no tienen marcas y que no han sido forzadas, pero también que bajan y suben adecuadamente. Cerciorarse de que las bisagras cuentan con la lubricación adecuada es otro punto importante, pues podrían haberse visto afectadas por los cambios prolongados de temperatura.

Asimismo, resulta recomendable inspeccionar zonas comunes, sobre todo si la mayoría de propietarios emplean sus inmuebles como segunda residencia, porque hay que tener en cuenta que buena parte de estas viviendas se encuentran en zonas de playa y montaña, donde pueden verse afectadas en mayor medida por las inclemencias del tiempo, el salitre, la humedad, etcétera. Por eso, chequear las puertas de entrada y salida o las de evacuación será clave, igual que verificar la existencia de plagas.

En este contexto puede resultar de gran ayuda contar con un seguro de hogar para este segundo inmueble, unas pólizas que suelen acabar siendo más económicas, básicamente porque sus propietarios incluyen en ellas objetos y muebles de menor valor.