Desbandada masiva en Santiago a pesar de las duras restricciones

Los accesos a las estaciones de ferrocarril y autobuses de la capital gallega registraron ayer, poco después de conocerse el decreto del cierre perimetral de los municipios de Santiago, Teo y Ames, una gran movilidad de pasajeros. En la rúa do Hórreo, por ejemplo, se observaba al filo del mediodía una riada de personas y maletas con destino a las instalaciones de Renfe con la clara intención de abandonar la ciudad.

¿Desbandada frente a las nuevas restricciones? Aunque los viernes habitualmente se apuntan grandes flujos de usuarios en los medios de transporte públicos, sobre todo de estudiantes de la USC que regresan a casa a pasar el fin de semana y también trabajadores que desarrollan sus funciones en la ciudad, las terminales ofrecían ayer una actividad frenética. Los trenes que partieron de la ciudad con destino a otras urbes gallegas, incluso después de las tres de la tarde, lo hicieron con sus vagones a rebosar. Sobre todo de estudiantes de la USC, que decidieron regresar a sus lugares de origen pese a que Sanidade había solicitado previamente que no lo hicieran este fin de semana.

Pero el abandono de la ciudad no solo se produjo en transporte público, sino también en medios privados. Las salidas de Compostela registraron tráfico denso en torno al mediodía, una situación que suele producirse los viernes con motivo del inicio del fin de semana. Aunque ayer la Policía Local también informó de tráfico en varios puntos del centro urbano. Asimismo, se registraron atascos en otras de las ciudades gallegas cerradas. En las salidas de A Coruña, por ejemplo, hubo importantes retenciones por el tráfico habitual de un viernes y los controles disuasorios que realizó la Guardia Civil para vigilar el cierre perimetral de la urbe.

La inmediatez de la medida obligó a Tráfico a establecer dispositivos con urgencia y justo el día en el que muchos coruñeses parten hacia sus pueblos. También la Policía Local de Santiago estableció controles en los accesos a la capital gallega, como el que se produjo a media tarde en el periférico SC-20, entre Milladoiro y el puente de A Rocha.

Lo cierto es que tanto la Policía Local como la Guardia Civil recibieron ayer, tras la publicación del decreto, multitud de llamadas para consultar la situación de quienes viven en ayuntamientos limítrofes de áreas cerradas pero que trabajan y llevan a sus hijos a colegios en las ciudades afectadas por la restricción, por lo que lo ocurrido a primera hora de la tarde de ayer fue calificado por muchos usuarios como un “caos”.

La Guardia Civil está haciendo controles disuasorios para intentar evitar que la gente salga del perímetro, pero es “imposible porque no hay ni efectivos ni medios”, añaden fuentes del operativo.