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Con mismo nombre y apellido, Jorge Alonso, estos vigueses, padre e hijo, llevan más de un año recopilando, analizando y difundiendo los datos oficiales de la pandemia TEXTO J. Garnelo

Dos gallegos descifran el virus en su blog familiar

Intereses distintos, uno periodístico y otro estadístico, coincidieron al inicio de la pandemia en un hogar vigués. Es la historia de dos gallegos con mismo nombre y apellido, Jorge Alonso, unidos además por un estrecho vínculo familiar. Ambos, padre e hijo, que al inicio no sabían que sus esfuerzos se podían unir, empezaron un gran trabajo juntos, el blog “Siguiendo a COVID-19”, con el objetivo de descifrar los efectos virales en nuestro país, informando siempre entre el rigor y la objetividad.

“Fue curioso, cuando se comenzaron a dar los datos a mi profesionalmente me interesaba saber cómo se gestiona la comunicación desde el ministerio”, indica Jorge Alonso (padre), natural de la ciudad olívica, periodista y jefe de prensa de Sanidad con Ana Pastor. Se puso manos a la obra, aquel 12 de marzo, aunque entonces no sospechaba que en su casa estaban haciendo lo mismo.

Y es que, paralelamente, el otro Jorge Alonso (hijo), que estudia Comercio en la UVigo, había estado recopilando todos los datos que facilitaba dicha cartera, dirigida antaño por Salvador Illa. Pronto, tras entablar una fortuita conversación, averiguaron que esta afición era compartida. Así nació su particular proyecto. Por casualidad. Con alicientes “absolutamente antagónicos”.

Después de un intenso año, que deja en el camino múltiples investigaciones, algunas tan destacadas como la que avala la auténtica mortalidad del coronavirus o la pésima gestión de España en materia sanitaria y económica, siempre ceñidas exclusivamente a las cifras que conseguían encontrar, extraer y enseñar, sus autores siguen revelando la verdad de la epidemia mundial.

LAS DIFICULTADES PARA LLEGAR A LOS CASI 100.000 MUERTOS. Una de las actuales líneas en la que se centran es, precisamente, el número de fallecidos que ha traído consigo el COVID-19. “Estamos casi en 100.000”, apunta Jorge Alonso (padre). En su blog (covid-es.simplesite.com) muestran las 99.657 vidas que se ha llevado el virus, según los datos que proporcionan las comunidades autónomas (hasta este 10 de mayo), una cifra que difiere de la que difunde el Gobierno, concretamente 78.792 muertos.

Esta diferencia, que engloba un total de 20.865 defunciones, representa un 20,94% conforme señalan, aunque era mucho mayor en octubre a nivel porcentual, puesto que entonces rebasaba el 33% (12 puntos más). ¿A qué se debe esto? ¿Cómo hay tanta desigualdad? Para el periodista (aun no estando seguro) es consecuencia del criterio dictado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante el cual solamente se contarían los óbitos que tuviesen una PCR. Según cree, el desfase se habría producido al inicio de la pandemia, cuando más decesos hubo y lo que eran estas pruebas “lo sabían cuatro personas”.

Asimismo, para mostrar estos datos tuvieron serias dificultades. La más grande llegó en mayo, cuando Sanidad “por tercera vez” cambia la metodología relativa a la contabilidad. Con ello, dejó de dar una serie de datos, como el número de curados, que para ellos “era esencial” a la hora de “calcular el número de casos activos”. “Ahí dijimos, tiramos la toalla, así es imposible seguir, pero entonces se nos ocurrió la peor idea que pudimos tener que es la más complicada”, recuerda Alonso (padre), indicando que empezaron a comparar “los datos oficiales del Ministerio con la suma de los datos oficiales de las comunidades”. Lo que llevan haciendo hasta ahora.

“Tuvimos que ir comunidad por comunidad viendo en las páginas web de cada consejería de Sanidad los datos que ofrecían. Claro, llegar a esas webs en muchos casos no era sencillo, porque estaban muy escondidas o poco activas, pero bueno, a día de hoy la verdad es que ya lo hemos logrado”, añade igualmente.

ESPAÑA: EL PEOR GESTOR PANDÉMICO. Otro de sus proyectos, publicado recientemente, hace referencia a la gestión de la pandemia en los países del continente europeo. Para ello, contrastaron la diferencia de muertes entre 2020 y la media de fallecimientos del último lustro en distintos estados (gracias a los servicios públicos de estadística de estas naciones). Dicha variación porcentual la compararon con la caída del Producto Interior Bruto (PIB) que sufrieron los mismos territorios durante el último año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según los datos, el amplio grupo de países que no han resguardado adecuadamente ninguna de esas variables lo conforman algunos como España (que se sitúa a la cabeza), Italia o Reino Unido. Por la contra, el reducido colectivo que sí ha logrado salvar tanto la economía como la salud de sus habitantes, lo integran los nórdicos: como Finlandia (la mejor), Dinamarca o Estonia.

Sobre ello, Jorge Alonso (hijo) explica que “en cierto modo” esa información está “bastante condicionada porque en muchos países la contabilidad de las muertes por COVID no es homogénea”. “Llegar a la conclusión de que se podía homogeneizar y hacer una comparativa justa, nos llevó tiempo la verdad”, reconoce, añadiendo que los diferentes idiomas en los que estaban publicados los mismos también jugaron en su contra: “A parte de llegar a la conclusión de que eran esos datos eso de tener que traducirlo todo también lleva su tiempo”.

PARA COMUNICAR. ¿Y ahora? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué ideas se plantean ambos gallegos? Parece que lo tienen claro, pues su objetivo, desde luego, es “cerrar el blog cuanto antes”, manifiesta el universitario, recalcando su interés en que “se acabe la pandemia” cuanto antes: “Realmente sí que espero que lo podamos hacer pronto. ¿Proyectos de futuro? No. Realmente todo lo que sacamos es fruto de la improvisación”.

En cuanto a la comunicación de la pandemia, aquella que ha llegado desde Sanidad, Alonso (padre), por su parte, piensa que se produjo una “distorsión” desde “el minuto uno”. “A mi eso me llamó la atención. Empezaron unas ruedas de prensa en las que había militares, había policías, guardia civil... Era una puesta en escena tremenda”, señala, indicando que “se hizo algo bien con el tiempo, que fue nombrar un portavoz único (dice refiriéndose a Fernando Simón), lo que pasa que este se convirtió en un personaje”.

Aun así, el antiguo jefe de prensa de dicho departamento no considera que hubiese “mala fe” a la hora de informar. También tiene claro que “evidentemente” el coronavirus ha dañado al contenido de los medios de comunicación. “Estamos abriendo todas las portadas desde hace un año con información sobre COVID”. “Las secciones de sociedad han pasado a ser secciones enteras de COVID en informativos, prensa y radio”, subraya el profesional.

Sin embargo, el periodista no tiene claro cuando se desinfectarán los mass media. “Si es cierto que en verano hay inmunidad de grupo entiendo que decaerá del verano al otoño las páginas de COVID. Esas dos, tres o cuatro decaerán. Lo que sé es que todos los días hay secciones que antes no existían, que se llaman COVID, que desaparecerán”.

10 may 2021 / 01:00
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