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El BCE intensifica su programa de estímulos frente a la pandemia

Aumenta el volumen de compra de deuda de emergencia en 600.000 millones, hasta alcanzar la cifra de 1,35 billones// Una actuación que se propone prolongar “al menos” hasta finales de junio del próximo ejercicio

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido incrementar su programa de estímulos monetarios en la eurozona más de lo que se esperaba ante la previsión de que la economía se contraiga este año un 8,7 por ciento como consecuencia de los efectos derivados de la crisis sanitaria del coronavirus.

El Consejo de Gobierno decidió ayer aumentar el volumen de compras de deuda de emergencia frente a la pandemia en 600.000 millones de euros, hasta alcanzar 1,35 billones, y prolongarlo “al menos” hasta finales de junio del próximo año, cuando hasta ahora había asegurado que compraría deuda en cualquier caso hasta final de año.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, señaló ayer en una rueda de prensa virtual tras la reunión que el Consejo de Gobierno “fue unánime en que había que hacer algo”, y que hubo consenso en la decisión sobre el volumen del incremento de las compras de deuda.

Asimismo, el Banco Central Eropeo mantiene su anterior programa de compra de deuda a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros, conjuntamente con las compras con una dotación de 120.000 millones adicionales que se realizan con carácter temporal hasta final de este ejercicio.

El BCE pretende de esta manera dejar claro que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para apoyar la recuperación económica de la eurozona, como ya han demostrado otros países como Alemania y Francia con sus planes de estímulos fiscales, e incluso la propia Comisión Europea (CE) con el fondo de recuperación, tal y como recuerda la Agencia Efe.

En cuanto a los tipos de interés, el banco decidió ayer mantener el de las operaciones principales de financiación en el 0 por ciento, el de la facilidad marginal de crédito en el 0,25 y el de la facilidad de depósito en el -0,50 %.

Desde finales del pasado mes de marzo, la entidad que preside Christine Lagarde está comprando deuda de la zona del euro para intentar hacer frente al impacto económico de la pandemia en las condiciones de financiación de los diferentes países que comparten la moneda única.

La peculiaridad del nuevo programa de compra de deuda es que es flexible, y además el BCE puede comprar más deuda de un estado en un momento dado si su prima de riesgo se dispara en el mercado, como ya ocurrió por ejemplo en Italia y España al inicio de la pandemia del coronavirus.

Lagarde explicó en este sentido que “la economía de la zona del euro experimenta una contracción sin precedentes” y que hay señales de que se ha tocado fondo, pero consideró que la mejora es leve.

El banco prevé ahora una contracción económica del 8,7 % en 2020, cuando en marzo había pronosticado un crecimiento del 0,8 %.. Por lo tanto, los nuevos pronósticos de la institución suponen una fuerte revisión a la baja de 9,5 puntos porcentuales, según Lagarde.

De hecho, la entidad pronostica ahora que la economía de la zona del euro crecerá un 5,2 % en 2021 y un 3,3 % en 2022.

En marzo había augurado un crecimiento del 1,3 % a lo largo del próximo año, y del 1,4 % en 2022; por lo que se ha producido una revisión al alza de 3,9 puntos porcentuales para el próximo año y de 1,9 puntos porcentuales para 2022.

El BCE calcula también una inflación del 0,3 % en 2020 (1,1 pronosticado en marzo), del 0,8 en 2021 (1,4) y del 1,3 en 2022 (1,6 %), por lo que se encuentra muy lejos de su objetivo de inflación, que es una tasa algo por debajo del 2 por ciento.

La presidenta del organismo europeo añadió que la información de encuestas, indicadores de alta frecuencia y datos duros apuntan a “una significativa contracción del PIB real en el segundo trimestre”, pero espera que la actividad económica de la zona del euro repunte más durante el tercer trimestre del ejercicio porque las medidas de contención se relajarán más y tendrá el apoyo de unas condiciones de financiación favorables y de una política fiscal expansiva.

“No obstante, la velocidad y la escala del repunte sigue siendo algo muy incierto”, según Lagarde.

La presidenta del BCE subrayó que seguirán comprando deuda para evitar que algunos países tengan condiciones de financiación muy diferentes a las de otros.

El objetivo, se insiste, evitar que las primas de riesgo suban en los países que ya estaban muy endeudados y ahora se van a tener que endeudar más para afrontar los costes sanitarios, económicos y sociales derivados de la pandemia.

diferentes escenarios. Y es que el BCE augura que la economía de la zona euro podría llegar a sufrir un desplome de hasta el 12,6 % en 2020, según el peor de los escenarios que plantea, en los que incluye el impacto de una hipotética segunda oleada de contagios de covid-19 que obligase a reinstaurar algunas medidas de confinamiento en el viejo continente.

Según el panorama menos optimista manejado por los economistas d el organismo financiero, la debilidad de la economía y su impacto sobre la demanda frenarían la recuperación de la inflación, que se situaría este año en el 0,2 % para alcanzar el 0,4 el próximo ejercicio y situarse en el 0,9 % en 2022.

Por contra, en el caso de que la gradual reapertura económica venga acompañada de una exitosa contención del virus que evite un repunte futuro de las infecciones, el mejor de los escenarios planteados por la entidad financiera, la caída del PIB estimada para este año se limitaría al 5,9 %, con un rebote del 5,8 en 2021, que continuaría en 2022 con un crecimiento del 2,2 %.

Bajo tal hipótesis, el BCE prevé que los precios subirían este año apenas un 0,4 %, pero repuntarían en 2021 al 1,1, que llegaría al 1,7 % en 2022, mientras que el desempleo subiría de manera más moderada, hasta el 8,8 % en el presente ejercicio, para reducirse gradualmente en los dos años posteriores, bajando al 8,5 en 2021 y al 8 % en 2022.

No obstante, en su escenario central, con una gradual recuperación de la actividad a partir del tercer trimestre, a pesar de cierta reaparición de las infecciones, prevé que el debilitamiento de la actividad provocará un significativo aumento del desempleo en la zona euro, elevando la tasa de paro hasta el 9,8 % este año y hasta el 10,1 en 2021, para reducirse al 9,1 en 2020.

Tras la caída del 3,8 % del PIB en los tres primeros meses, el desplome alcanzará un récord del 13 entre abril y junio, con una gradual recuperación a partir del tercer trimestre, cuando espera una expansión del 8,3 % del PIB de la zona euro, seguida de un crecimiento del 3,2 en los últimos tres meses.

repuntaría al 12,5 por ciento en el próximo ejercicio

···La tasa de paro de la eurozona, que despidió abril en el 7,3 %, subiría al final del año hasta el 11,3 y repuntaría al 12,5 % en 2021, para moderarse al 11,3 un año después. “Una segunda ola fuerte del virus requeriría de medidas estrictas de contención, pero sus costes económicos serían más bajos que en el caso de los confinamientos iniciales”, advierte el Banco Central Europeo, aunque subraya que el impacto de los esfuerzos sostenidos para prevenir la propagación del virus continuarían amortiguando la actividad en todos los sectores hasta contar con una solución médica, algo que se supone que sucederá a mediados del próximo ejercicio, informa Europa Press. “La debilidad de la actividad en todos los sectores se amplifica en cierta medida por el aumento de insolvencias, lo que conduce a fricciones crediticias que afectan negativamente a los costes de endeudamiento de hogares y empresas”, añade.

04 jun 2020 / 21:56
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