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El Plan de Saúde Mental pretende paliar la subida de casos pospandemia

Contará con un presupuesto de 83 millones de euros y creará 241 nuevas plazas sanitarias // La oposición cree que “no atiende las necesidades reales” tras el COVID

La pandemia traerá consigo graves consecuencias no solo a nivel físico, sino también mental. Después de haber cambiado nuestro estilo de vida de forma radical en apenas unos meses y ante la incertidumbre de no saber si volveremos a recuperar la ansiada ‘normalidad’, las enfermedades mentales proliferan a día de hoy casi tanto como el COVID.

Desde la OMS se alertaba este verano, antes incluso del comienzo de la segunda ola, de que el coronavirus incrementaría en un 20 % las dolencias que afectan a nuestra psique.

Si tenemos en cuenta que, en la actualidad, Galicia cuenta ya con 66.748 personas con el certificado de discapacidad por padecer alguna enfermedad mental (60 % mujeres), según los datos recogidos en la Memoria Anual 2019 de la Feafes, esto nos hace pensar que no se tratará de un problema menor en el futuro.

Por ello, conscientes de que tras la alarma sanitaria hay evidencias reales de un importante incremento de las consultas por depresión y ansiedad en Atención Primaria, así como un mayor consumo de ansiolíticos, la Xunta baraja medidas.

incremento de presupuesto, de personal y de centros. En el día de ayer se presentaba el primer borrador del Plan de Saúde Mental 2020-2024 en una comisión parlamentaria que terminó derivando en numerosos reproches por parte de la oposición, que acusó a la Xunta de desatender la atención mental en Galicia, lo que hará que la “cuarta ola” a la que tenga que hacer frente la comunidad sea de calado psicológico.

Durante su comparecencia, el director xeral de Asistencia Sanitaria del Servizo Galego de Saúde (Sergas), Jorge Aboal, aseguró que los esfuerzos a “medio plazo” de su departamento están orientados a esta lucha pos-COVID, para analizar los efectos de la pandemia en los gallegos.

Para ello, señaló que el plan contará con un presupuesto de 83 millones de euros y permitirá la creación de 241 nuevas plazas sanitarias en cuatro años, para trabajar en la recuperación de las personas con trastorno mental severo y fomentar la investigación de estas patologías.

Esta partida también permitirá el incremento de los centros y programas del Sergas, con especial énfasis en los destinados a la atención a la infancia y a los mayores. De hecho, la Memoria Anual de la Feafes estima que, en 2019, el 57 % de los enfermos mentales de Galicia tenían una edad superior a los 59 años.

DESARROLLO DE 98 PROYECTOS EN 4 AÑOS. En concreto, Aboal indicó que el plan estará centrado en un total de 98 proyectos dirigidos a la prevención de la aparición de problemas de salud mental en la población gallega y a establecer mejoras en la asistencia sociosanitaria. De este modo, para el director xeral esta estrategia a cuatro años contempla “grandes retos” y supone un “objetivo ambicioso” para mejorar la atención al trauma, al duelo y a la depresión.

DURAS CRÍTICAS POR PARTE DE LA OPOSICIÓN. Sin embargo, la oposición criticó duramente el plan, ya que, a su parecer, no servirá para paliar los problemas de salud mental que padecen los gallegos. En este sentido, el portavoz de Sanidade del Grupo Socialista, Julio Torrado, señaló que el proyecto deja sin atender las “consecuencias psicológicas reales” derivadas del COVID.

Además, alertó de que, con los recursos previstos por la Xunta, “dos de cada tres personas con trastornos mentales quedarán sin atender”. Por ello, criticó que el Gobierno gallego “habla mucho de comités y de reuniones, pero no habla de la realidad” que supondrán los trastornos mentales pos-COVID, que serán “nuestra gran pandemia”.

El plan, para los socialistas, deja de lado los problemas de soledad no deseada, los trastornos agudizados por la ralentización de la atención o la dificultad de acceso, la ansiedad y el estrés postraumático tras las muertes.

ACUSACIÓN DE OCULTAR DATOS. Por su parte, la diputada del BNG Montse Prado cargó contra la “opacidad en los datos de cuál es la situación de la salud mental” en Galicia, acusando al Sergas de “esconderlos”. “Desconocemos la repercusión concreta” que la pandemia está teniendo en los ciudadanos”, advirtió.

Mientras tanto, tal y como denunció, la realidad es que los pacientes de servicios de salud mental afrontan listas de espera “de meses” mientras “Galicia lidera el consumo de psicofármacos”. Aboal respondió asegurando que este año, hasta noviembre, bajó la lista de pacientes que aguardan por una cita (5.023) y también la espera media (36 días).

DURACIÓN DE LOS PLANES DE SALUD MENTAL. Otro de los puntos que generó especial tensión fue el de la extensión de los planes del Gobierno gallego hasta 2024. Aboal hizo referencia al plan de salud mental aprobado en 2006 por el bipartito de socialistas y nacionalistas, que dejó de aplicarse con el cambio de gobierno en 2009. “Es de primero de planificación. Uno no puede planificar más allá del periodo que le toque gestionar”, dijo el director xeral.

Esta afirmación provocó un tenso enfrentamiento con Torrado. “Ustedes presentaron el plan para 2020-2024 en junio y la legislatura acababa en un mes. Esto es ridículo. Para esto no venga”, respondió el socialista, que calificó de “bazofia” el argumento. Estas expresiones malsonantes le valieron un toque de atención de la presidenta de la comisión, Corina Porro (PP).

18 dic 2020 / 00:00
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