El pulso entre Sánchez y Ayuso lleva otra vez a Madrid al Estado de Alarma

Fueron horas frenéticas las que se vivieron desde el jueves en el Gobierno central y en la Comunidad de Madrid por los datos de la extensión de la pandemia en la capital de España y las medidas para poner coto a la expansión del virus en el puente de tres días que se abre hoy y que permitía el éxodo de madrileños una vez que el TSJM tumbó las medidas del cierre perimetral.

El pulso entre la Administración central presidida por el socialista Pedro Sánchez y la autonómica encabezada por la popular Isabel Díaz Ayuso por el distinto grado de restricciones a la movilidad que había que adoptar, desembocó ayer en la celebración de un Consejo de Ministros que acordó oficialmente decretar el Estado de Alarma en Madrid.

Según explicó en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, las medidas son las mismas que estaban operativas hasta que el Alto tribunal las tumbó al afectar a la limitación de derechos fundamentales y porque la ley utilizada “no contiene una habilitación legal para el establecimiento de medidas limitativas de derechos fundamentales”.

Con el objeto de adaptar las necesidades de control estricto de la epidemia al marco jurídico, el Gobierno optó por la vía dura y declaró oficialmente el Estado de Alarma durante quince días en Madrid y otros nueve municipios madrileños.

Las restricciones entran en vigor de forma inmediata con su publicación urgente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y según el ministro son exactamente las mismas que estuvieron activas hasta el jueves y que ahora lo que cambia es sólo el marco jurídico.

Así, además del bloqueo perimetral, el Estado de Alarma vuelve a activar la limitación de las reuniones a seis personas, reduce el aforo de los bares al 50 % y marca la hora de cierre e las once de la noche. No obstante, en ningún momento, como tampoco estaba activo hasta el jueves, se confina a las personas en sus domicilios, como sucedió en toda España el pasado mes de marzo.

El ministro Illa avisó de que en la Comunidad de Madrid no sólo hay brotes de contagios de coronavirus, sino que hay “transmisión comunitaria”, motivo por el cual el Gobierno no tuvo m´ñas remedio que acudir al Estado de Alarma para evitar la movilidad de los ciudadanos.

En la rueda de prensa posterior al cónclave extraordinario, hizo un repaso por las discrepancias que desde hace unas semanas mantuvieron el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, avisando de que la “paciencia tiene un límite” y los niveles de transmisión del virus en la región son “muy altos”.

“La atención sanitaria en la Comunidad de Madrid corre un serio riesgo de verse colapsada”, advirtió, tras comentar que ya se infectaron 258.767 personas, de las cuales el 70% se contagiaron desde el pasado 1 de julio. Además, ya fallecieron 9.637 personas y ahora hay 3.361 pacientes ingresados por covid-19 y 498 “luchando por su vida” en una unidad de cuidados intensivos.

“En política el 99 % de los temas son discutibles, pero hay un uno por ciento que es indiscutible y proteger la salud de los madrileños y de todos los españoles es indiscutible, como también lo es que hay transmisión comunitaria”, sentenció.

Los contactos entre el Gobierno central y el autonómico fueron constantes, pero unas horas antes de la celebración del Consejo de Ministros Extraordinario, en conversación telefónica Pedro Sánchez comunicó a Isabel Díaz Ayuso que no había vuelta atrás en las restricciones a la movilidad, pese a que la presidenta regional había pedido tiempo para presentar un paquete de medidas de control que evitase el Estado de Alarma. Proponía restringir la movilidad en las zonas más afectadas por el coronavirus, algo considerado insuficiente por el Gobierno.

El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, avisó que cada día que pase con los datos avalándoles pedirán “que se levante el estado de alarma”.

En rueda de prensa telemática, Escudero hizo hincapié en que ahora es el Gobierno de España el que “asume las competencias” y los que tendrán que “decir exactamente que es lo que tienen pensando para los madrileños”.

“Va a resultar muy difícil que se explique el estado de alarma cuando las decisiones que ha tomado la Consejería de Sanidad con todo su equipo técnico van en el sentido de descenso claro”, apuntó.