El ‘sorpasso’ fue total: el Bloque superó al PSdeG en 4 provincias, 6 ciudades y 188 ayuntamientos
El peso electoral de los concellos donde los nacionalistas acabaron por delante triplica al de los socialistas: 974.903 frente a 320.660, a pesar del impacto de Vigo
Repetía durante la campaña Ana Pontón que “Galicia terá unha presidenta...” si Alberto Núñez Feijóo no conseguía la mayoría absoluta. Lo hacía mientras Gonzalo Caballero esbozaba una sonrisa, entre burlona e irónica, como ocurrió en el único debate a siete en TVG: las primeras encuestas internas del PSdeG le situaban con 21 escaños al frente de la oposición.
Fueron pasando los días y la líder nacionalista ratificaba, y reiteraba, su mensaje de que sería presidenta mientras al candidato socialista se le iba frunciendo el ceño: la preocupación crecía por que los muestreos (que ya no filtraba a la prensa) le indicaban la pérdida paulatina de apoyos hasta las 15 actas.
Ana Pontón y su entorno (papel fundamental para Goretti Sanmartín) estaban en lo cierto y al abrirse las urnas se confirmaba que el Bloque Nacionalista Galego iba a liderar, con solvencia, la oposición en el Hórreo: se había convertido en la segunda fuerza política de Galicia, superado el listón de Xosé Manuel Beiras y multiplicado por tres los escaños. Las seis actas de 2016 se convertían en 19 y no solo desplumaba a los herederos de las Mareas (con Podemos y Esquerda Unida en el mismo saco) sino que abría una nueva vía en clave de futuro a cuatro años vista como alternativa al PP.
Pero el sorpasso, analizando los datos, fue de los más contundentes, ya que el BNG se convirtió en la segunda fuerza en todos los ámbitos.
Comparando a los dos partidos que harán oposición en el Parlamento, volvemos al tripartito, los nacionalistas superaron a los socialistas en las cuatro provincias, en seis de las siete grandes ciudades (solo Vigo por el efecto Abel Caballero resistió el acoso pese a que el PSdeG gobierna en A Coruña, Ferrol, Santiago y Lugo), en 38 de las 53 comarcas y en 188 ayuntamientos gallegos.
Significa eso que Ana Pontón superó a Gonzalo Caballero en municipios cuyo peso electoral supone casi un millón de personas con derecho a voto: fueron 974.903 (de 1.315.510 votantes que ejercieron su derecho sin incluir el recuento de residentes ausentes) frente a los 320.660 que votaron a los socialistas como primera o segunda fuerza por delante del los nacionalistas. Recordar que el PPdeG se impuso en las cuatro provincias, en las siete ciudades y en 298 concellos.
Lo anterior se traduce en que el peso electoral de las localidades donde el BNG se situó como primera opción (Corcubión, Soutomaior, O Grove, Allariz, Verea y A Mezquita) o se sitúa como la segunda representa el 74,10% del total de los votos, mientras que el porcentaje que correspondería a los socialistas en el conjunto de los municipios donde fueron la primera (9 concellos) o segunda fuerza representan el 24,37% de todas las papeletas del 12-X. Pese al impacto de Vigo, la ciudad gallega más poblada con marcado acento socialista.
··· En las localidades más pobladas, con ex-
cepción de las siete grandes, como Narón, Vila-
garcía, Oleiros, Carballo, Arteixo, Ames, Redon-
dela, Marín o Culleredo el Bloque fue también la fuerza más votada.
··· La ‘comunista’ Olei- ros se entregó al PP, que superó el 50% de los votos, y los nacionalistas fueron segundos. De Podemos poco que decir.
l··· En As Pontes pudo más el efecto del cierre de la térmica que el trabajo del alcalde socialista González Formoso, y tanto PP como Bloque superaron al PSdeG.
··· También ocurrió en Vilagarcía, donde los votantes pasaron factura al regidor socialista, presidente de la Fegamp, aupando a populares y nacionalista por delante de la lista de Gonzalo Caballero.
··· O Grove fue el municipio más poblado donde se impuso Ana Pontón y lo hizo por solo dos votos sobre el PP: 1.670 por 1.688. A Illa de Arousa fue el más grande de los que conquistó Caballero.
La secuencia de partidos más repetida en las elecciones del pasado domingo es la dePP, BNG, PSdeG y Galicia en Común (Podemos, Esquerda Unida y Anova) por este orden que se da en el cómputo de las cuatro provincias, seis de las siete ciudades (en Vigo los socialistas son segundos) y en una amplia mayoría de los concellos. Pero en las 53 demarcaciones comarcales en las que se divide nuestra comunidad se dieron algunas singularidades.
Las más reseñable, por lo que representa, es que los ultraderechistas de Vox superaron a la formación populista Galicia en Común en nada menos que trece de esas comarcas, algunas de ellas tan significativas como la del Deza o la de Lemos.
Los de Santiago Abascal tuvieron más respaldo que las de su Pablo Iglesias en otras once: A Fonsagrada, A Limia, Chantada, Meira, Os Ancares, Terra Chá, Terra de Celanova, Terra de Soneira, Verín, Viana y Xallas. Todas ellas son zonas del rural con mucha ganadería y buen número de cazadores, lo que podría significar que este gremio encuentra cobijo en este grupo derechista que se opone a limitar la caza en España.
A pesar de que Vox se convierte en la cuarta fuerza política en estas comarcas, reduciendo a Galicia en Común a la marginalidad, su representación en número de votos es más bien escasa: suma 2.517 entre las trece áreas citadas.
En O Carballiño asoma en ese cuarto lugar la coalición formada por Recortes Cero-Espacio Común-OV gracias a la presencia de la formación liderada por Pachi Vázquez,el exalcalde de la localidad y ex secretario xeral de los socialiatistas gallegos.
El varapalo recibido por la marca gallega de Podemos en estas comarcas, extensible también al resto de Galica al no ser capaz de conseguir ni un solo escaño (aunque aritméticamente tienen una posibilidad en la provincia de A Coruña si el voto de los residentes ausentes fuera masivo para Galicia en Común) significa que el paso por el gobierno de Unidas Podemos, incluida la presencia de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que impulsó la fórmula empleada este 12-J, no está siendo rentabilizado ni en Galicia ni en Euskadi, lo que obligará a una reflexión muy dura. Que un partido marginal en nuestra comunidad, como Vox, sea capaz de sumar más votos en trece de las 53 comarcas es un dato muy significativo. A pesar de que el gran perjudicado sea el PP, al que sin duda resta votos.