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Emotivo réquiem y 619 rosas blancas por las víctimas gallegas del covid-19

Galicia despide con dolor a los muertos que deja la pandemia en un acto civil y otro religioso en Compostela // El arzobispo agradece el trabajo de los sanitarios, capellanes, voluntarios de servicios sociales y efectivos policiales

“De maneira especial nestes momentos en Galicia diríxome con afecto a quen perdiches os vosos seres queridos pola pandemia do coronavirus ou por outras causas nunhas circunstancias en que non puidemos honrar aos nosos defuntos como se merecían humana, relixiosa e socialmente. Desde o primeiro momento estivemos ao voso lado, compartindo a vosa dor”. Así se dirigió ayer a familiares de víctimas del coronavirus el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, en el solemne funeral que presidió en la iglesia de San Francisco, en compañía de todos los obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago. En su homilía indicó, además, que “foron días de incerteza e de misterio nos que ás veces a angustia dificulta atopar a clave da fe. Pero os nosos defuntos non son un número máis de frías estatísticas. A súa vida fíxose xa historia para que poidamos gravala na nosa memoria. Rezamos por eles persoalmente e agora facémolo comunitariamente, transformando o noso loito en oración. Tampouco nesta encrucillada a Igrexa estivo ausente”.

Una ceremonia sencilla, pero emotiva, con dos grandes ramos compuestos por 619 rosas blancas, en representación de cada uno de los gallegos que fallecieron a consecuencia del covid-19. Así fue ayer el solemne funeral por las víctimas de la pandemia del coronavirus en Galicia, presidido por el arzobispo de Santiago y en el que participaron numerosas autoridades civiles, militares y eclesiásticas, entre las que destacaban el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo; el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; o el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada; quienes previamente habían participado en un acto civil de homenaje a las víctimas y sus familias.

Monseñor Barrio, que estuvo acompañado por el arzobispo emérito de Tánger, monseñor Santiago Agrelo; el obispo electo de Astorga –y hasta ahora obispo auxiliar de Santiago-, monseñor Jesús Fernández González; y todos los obispos de las diócesis gallegas (Luis Quinteiro, de Tui-Vigo; Alfonso Carrasco Rouco, de Lugo, Leonardo Lemos, de Ourense, y Luis Ángel de las Heras, de Mondoñedo-Ferrol); así como el obispo emérito de Tui-Vigo, monseñor José Diéguez Reboredo; manifestó en su homilía, tras recordar el triunfo de Cristo sobre la muerte en su resurrección, que “con este convencemento quixese aliviar tanto dor, pedindo o descanso eterno para os que morreron e o consolo para os que peregrinamos aínda neste mundo, percibindo que non temos dominio absoluto da realidade para determinar o ben e o mal, e decidir o presente e o futuro, saíndo da nosa burbulla na que parecía que tiñamos todo controlado”.

El prelado recordó que “hoxe, na comunidade galega, crentes e persoas de boa vontade pedimos con linguaxe propia por eles. Ese amor aos que partiron, é o máis gratuíto, desinteresado e xeneroso, porque non nace da melancolía senón da gratuidade agradecida e esperanzada! As raíces da memoria dan froitos de esperanza que ofrece sentido á existencia. Por iso no misterio da morte e da dor o pranto e o loito son sacros, queridas familias: trivializar a morte é trivializar a vida, e quen sabe dar razón da morte e dar amor aos mortos, sabe dar razón da vida e amor aos vivos”.

“Deus non nos abandona nunca”, dijo el arzobispo a las familias de las víctimas, antes de apuntar que “o home é aquel de quen Deus se acorda, aquel de quen Deus nunca se esquece. Por iso está co que sofre e sente o abandono. Estivo co seu Fillo Xesucristo, estivo cos falecidos e está connosco coa súa última palabra de vida. Só esta esperanza pode consolar a perda duns seres queridos e dar sentido ás súas vidas e ás súas mortes, renovando con eles un diálogo que a morte interrompeu bruscamente”.

El titular de la Mitra compostelana también tuvo palabras de gratitud para todas aquellas personas que de una manera u otra se vieron implicadas en la pandemia: “Agradecemos profundamente a xenerosa e eficaz colaboración do persoal sanitario, dos capeláns dos hospitais, da oración silandeira dos mosteiros, de quen tivo que tomar decisións na vida pública, de quen garantiu os servizos esenciais, do voluntariado, dos Corpos e Forzas de seguridade do Estado e de tantas persoas que non aforraron esforzo ata perder incluso a súa vida axudando e acompañando aos contaxiados e aos falecidos. Estes foron arrincados do noso lado por este torrente de morte que nos sorprendeu”, concluyó el arzobispo.

El funeral se celebró en la iglesia conventual de San Francisco, en Santiago, debido a las obras que se desarrollan en el interior de la Catedral. Los fieles que participaron en la ceremonia, que fue retransmitida en director por RTVG, lo hicieron respetando las distancias de seguridad que fueron señalizadas en los bancos del templo por los servicios de protocolo; y con mascarilla.

Además de las citadas autoridades, en el emotivo réquiem también participaron el general de división Juan Francisco Arrazola Martínez, jefe de la Fuerza Logística Operativa, y otros representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como el general de brigada Luis Francisco Rodríguez, jefe de la XV Zona de la Guardia Civil; o el comisario principal José Luis Balseiro, jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Galicia; Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta, y otros miembros del Gobierno autonómico; así como los presidentes de las diputaciones de A Coruña, Valentín González Formoso; o Ourense, José Manuel Baltar; o los rectores de las universidades de Santiago, Antonio López; y de A Coruña, Julio Abalde; o el presidente del Consello Económico e Social de Galicia, Agustín Hernández. Destacó también la presencia de varios familiares de personas fallecidas a causa del covid-19.

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Carlos Núñez y Luz Casal pusieron música a un acto sin discursos
Familiares de las víctimas descubrieron antes de la misa una placa en su memoria

Santiago. Antes del funeral religioso, el Hotel Monumento San Francisco, en Santiago, abrió ayer sus puertas para un solemne acto institucional organizado por la Xunta en recuerdo de las 619 víctimas mortales de la pandemia del covid-19, a las que se ha dedicado otras 619 rosas blancas en su memoria.

Presidido por Alberto Núñez Feijóo, el homenaje comenzó con los himnos de España y Galicia, que dieron paso al descubrimiento de una placa en recuerdo de las vidas perdidas por parte de un grupo de familiares.

En el pequeño escenario, en el que cobraron especial protagonismo las 619 rosas blancas, la cantante Luz Casal y el gaiteiro Carlos Núñez interpretaron en directo Negra Sombra, poniendo música al insigne poema de Rosalía de Castro, que generó un clima de gran emoción entre todos los asistentes.

A este sencillo acto acudieron representantes de la vida civil y política de Galicia, entre ellos el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices; el delegado del Gobierno, Javier Losada; y alcaldes de ciudades como Xosé Sánchez Bugallo (Santiago), Lara Méndez (Lugo), Ourense (Gonzalo Pérez Jácome), Ferrol (Ángel Mato) y Pontevedra (Miguel Anxo Fernández Lores); además del propio Núñez Feijóo y varios conselleiros del Gobierno autonómico.

También participaron, acompañados de miembros de sus formaciones, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero; la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón; el portavoz de la coalición Galicia en Común-Anova Mareas, Antón Gómez-Reino; el candidato a la Xunta de Marea Galeguista, Pancho Casal; y la portavoz de Ciudadanos Galicia, Beatriz Pino. E.P.

Apunta la oposición que “el mejor reconocimiento sería reforzar la sanidad”

Santiago. El presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, prefirió ayer no hacer declaraciones en el contexto del homenaje a las víctimas del covid-19, al entender que la de era una jornada exclusivamente dedicada a honrar la memoria de quienes ya no están.

Sí lo hizo el líder de la oposición y jefe de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, quien, con carácter previo al inicio del evento, consideró, en declaraciones a los medios de comunicación, que el mejor homenaje que se le puede hacer a las víctimas es “fortalecer la sanidad pública”.

“Hoy es un día para aprender una crisis tan grave como esta”, dijo. De igual forma, el portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, confío en que esta crisis sanitaria haya servido para al fin tomar conciencia de la necesidad de reforzar “nuestros servicios públicos, especialmente la sanidad” porque, una vez garantizado ese extremo, “cualquier adversidad la podemos superar unidos”.

También la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, instó a aprender de la pandemia y a “tomar nota de los errores que se cometieron” a lo largo de la crisis sanitaria.

Pancho Casal, de la Marea Galeguista, compartió en su intervención su convencimiento de que el mejor homenaje para las familias de los afectados sería “reforzar una sanidad pública de calidad y aumentar el presupuesto en investigación”. EFE

13 jun 2020 / 23:28
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