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En pleno verano la ‘nueva normalidad’ estaría garantizada si la vacunación sigue avanzando

Margarita del Val se pregunta: “si los vacunados no tienen síntomas y los consideramos seguros, ¿consideramos seguros también a los jóvenes? // Francisco Caamaño y José Gómez Rial evidencian que pese a que los inmunizados pueden contraer el COVID, las probabilidades son mucho más bajas, al igual que la probabilidad de que infecten a otros // Las mutaciones en personas con pauta completa son prácticamente nulas y hasta ahora las detectadas han sido siempre en personas inmunodeprimidas

Nos encontramos en un momento crítico desde el punto de vista de la responsabilidad social. Al igual que sucedía el pasado verano, cuando los casos activos en Galicia estaban por debajo de los 200, y esto creó un horizonte de optimismo que llevó a la población a relajar las medidas demasiado pronto, nos está ocurriendo ahora lo mismo con la vacunación. El ritmo de la campaña se está acelerando cada vez más, hasta el punto de que cada semana el porcentaje de vacunados puede crecer del orden de un 5%. La ansiada inmunidad de rebaño, de seguir así, podría alcanzarse incluso antes de lo previsto, a finales de ese mes de agosto que ya podríamos denominar ‘nueva normalidad’.

Tanto es así que la ministra de Turismo ya apuntó que junio podría ser un mes en el que entremos ya en ese horizonte. Sin embargo, las voces expertas no han tardado en salir a contradecirla. En concreto, la epidemióloga del CSIC, Margarita del Val, dijo en declaraciones para La Sexta que siguen existiendo dudas en cuanto a la protección que ofrece la vacunación. “Yo quiero recordar que con las vacunas que tenemos ahora disponibles en Europa, los cuatro modelos, realmente la protección frente a la infección es muy baja. Es decir, la protección que nos dan frente a la enfermedad es muy buena, tenemos unas vacunas de lujo, pero no protegen frente a la infección, porque las personas se infectan”, aseguró.

Prueba de ello, trasladando estas declaraciones a nuestro territorio, es que en Galicia la pasada semana saltó a la palestra un brote con catorce ancianos contagiados en una residencia de Lugo, pese a haberse vacunado. Aunque, cierto es, que todos ellos estaban asintomáticos. “¿Cuántos se infectan y cómo de contagiosos son? Para mí no está claro, no ha habido ningún estudio diseñado claramente para detectarlo. Se han producido grandes contagios en entornocs totalmente vacunados, como residencias de ancianos. Está claro que ahí hay contagios”, sentenció.

Por otro lado, Del Val también señaló que es necesario resolver estas incógnitas antes de plantearse otros asuntos: “No es cuestión de saber qué porcentaje de personas vamos a tener vacunadas. Lo primero es saber si las personas vacunadas son seguras, yo no me atrevo a decirlo. Es decir, si las personas vacunadas no tienen síntomas y por eso las consideramos seguras, ¿estamos considerando también seguros a los jóvenes? Eso no lo hacemos porque pueden contagiar mucho. Yo tengo esas dudas muy potentes con los vacunados”, reflexiona.

Para tratar de profundizar en el fondo de estas cuestiones, desde EL CORREO hemos contactado con nuestros expertos epidemiólogos y doctores para que nos indiquen si realmente tenemos que preocuparnos. “Lo que sabemos hasta el momento es que las personas vacunadas no enferman, es decir, una cosa es la infección y otra la enfermedad, y nada tienen que ver”, indica el epidemiólogo Francisco Caamaño. Apunta que “hay muchas personas que se contagian y no enferman, puedes ser asintomático: si yo soy un contagiado, pero soy asintomático, no tengo la enfermedad”.

El profesor evidencia que, “potencialmente, puede haber personas vacunadas que se contagian”, pero precisamente por eso “aún somos prudentes, porque las personas incluso vacunadas deben de mantener la mascarilla y las medidas de seguridad cuando están con no vacunados, porque no sabemos si pueden contagiar”. “Yo estoy vacunado y me contagio, ¿puedo contagiar a otros? Pues seguramente en menor medida, siendo poco probable, y tratándose de un problema de probabilidades”, explica.

Por su parte, el doctor José Gómez Rial indica, en la misma línea, que el objetivo de las vacunas con las que ahora contamos, “principalmente las administradas por vía parenteral, no es prevenir la infección, sino prevenir la enfermedad grave y la mortalidad”. Esto quiere decir que, efectivamente, “el individuo puede contagiarse, adquirir el virus, pero estará protegido frente al desarrollo de la enfermedad grave y muy probablemente desarrollará una enfermedad asintomática o leve”.

Con todo, afirma que “el caso de brotes de personas completamente vacunadas en residencias demuestra que aún pueden seguir transmitiendo la enfermedad (aunque estamos viendo que en mucha menor medida y con mucha menos carga viral), pero todos desarrollan la enfermedad asintomática o muy leve, lo que es un rotundo éxito”. El experto, al igual que Francisco Caamaño, también opta porque las personas inmunizadas sigan manteniendo las medidas de distancia social y uso de mascarilla, sobre todo en interiores, hasta que “consigamos reducir algo la incidencia acumulada”.

¿PODRÍA UNA VACUNA LLEGAR A EVITAR LA INFECCIÓN? “Para que una vacuna evitase la infección tendría que ser lo que denominamos ‘esterilizante’, o sea, que actuase a nivel de la mucosa respiratoria en este caso eliminando el virus antes de la entrada al organismo”, explica Gómez Rial, que añade que “este tipo de acción esterilizante suele darse en las vacunas intranasales que actúan a nivel de la mucosa respiratoria (y no es el caso)”.

Entonces, ¿por qué no se hacen? Porque, tal y como indica el doctor, “el desarrollo de una vacuna intranasal es muy complejo y, hasta el momento, todas son vacunas vivas atenuadas para conseguir una activación eficiente del sistema inmunitario de la mucosa respitario”. “A día de hoy, pensar en desarrollar una vacuna viva atenuada del SARS-CoV-2 es demasiado prematuro debido a la posibilidad de reversión de la atenuación”, indica, asegurando que “el desarrollo de este tipo de vacunas está todavía en fases muy iniciales y no contaremos con ellas hasta dentro de varios años, seguramente”.

¿PUEDE MUTAR EL VIRUS DENTRO DE UNA PERSONAS INMUNIZADA? Entonces, la gran duda es: ¿dentro de una persona vacunada el virus puede replicarse y mutar? Francisco Caamaño indica que “sí, potencialmente eso podría ocurrir, pero es menos probable, porque puede que la velocidad de replicación de tu organismo sea distinta y, por tanto, la probabilidad de mutación también”. “Pero nunca podemos decir que esto es blanco o negro, no se puede descartar que algo así pueda ocurrir”, dice.

Por su parte, Gómez Rial se muestra más tajante: “La posiblidad de mutación del virus en una persona vacunada es prácticamente nula, dado que el virus para mutar tiene que replicarse y con la vacunación la tasa de replicación viral desciende significativamente hasta el punto de que al virus le será muy difícil mutar”.

De hecho, apunta que, hasta ahora, “el origen de las mutaciones se está observando en individuos inmunodeprimidos con un sistema inmunitario debilitado que no puede controlar la replicación viral, por eso estos individuos deberían ser el objetivo prioritario en la estrategia de vacunación”.

¿JUNIO TODAVÍA ES PRONTO PARA HABLAR DE ‘NUEVA NORMALIDAD’? Para Francisco Caamaño “quizá junio sea pronto, pero podríamos hablar de julio”. “Yo creo que las cosas van a cambiar de forma importante, en pleno verano, y en agosto estaremos en una situación muy distinta”, augura, poniendo como ejemplo países como Israel, donde “la incidencia de contagios bajó muchísimo gracias a la vacunación y las personas ya no usan mascarilla en lugares exteriores”.

Tanto es así que el doctor del CHUS José Gómez Rial lo tiene claro: “No comparto las declaraciones de la doctora del Val, porque creo que son muy pesimistas y no se corresponden con la evidencia que estamos obteniendo de aquellos países cuya vacunación está más avanzada, como, precisamente, es el ejemplo de Israel, Reino Unido y Estados Unidos, donde a medida que avanza el proceso de vacunación la tasa de contagios desciende de forma muy marcada”.

Por ello, cree que “el horizonte de junio como fecha de vuelta a la normalidad va a depender únicamente de la gestión de la vacunación, que hasta la fecha no ha sido la óptima con paradas y auto-limitaciones impuestas por nuestro país a vacunas licenciadas perfectamente disponibles para su uso, como es el caso de AstraZeneca; si conseguimos acelerar en los meses restantes el proceso de vacunación sí podremos hablar de vuelta a la normalidad”.

Ambos expertos coinciden en que “el objetivo tiene que ser avanzar en el proceso de vacunación, y la vuelta a la normalidad va a depender única y exclusivamente de la vacunación, por tanto, cuanto antes consigamos este objetivo, antes volveremos a la normalidad”.

03 may 2021 / 10:53
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