Feijóo contrapone el modelo gallego de estabilidad con la agitación estatal

Ante un auditorio que considera clave para la recuperación económica postcovid-19, como son los integrantes de la Asociación para el Progreso y la Dirección, el presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, apostó ayer por un “modelo gallego” que tiene como “piedra angular” la búsqueda de la complicidad entre la gente y las instituciones. “La sociedad tiene que confiar en el Gobierno y el Gobierno no puede mentir”, indicó en un acto por videoconferencia que concitó a una audiencia de millar y medio de personas en todo el país.

Como segunda cuestión de su plan subrayó que los políticos “no pueden fracturar a la sociedad” y para que se comprendiera este planteamiento indicó que “dificilmente” los accionistas de una empresa podrían mantener la confianza “en un consejo dividido”.

El tercero de los pilares del modelo indicó que es la “anticipación” para saber “qué podemos hacer juntos”.

Y en ese sentido incidió que la Xunta aplicará el mismo método que las empresas con los servicios de prevención, que no dirigen la compañía pero sí están en contacto con la dirección.

Explicó también que su Gabinete cuenta con un comité de expertos independientes de distintos ámbitos que trabajan en el “diagnóstico y tratamiento” de la situación de crisis en la que estamos inmersos en base a cuatro documentos: de liquides, flexibilidad laboral, solvencia y reactivación económica. Entre los especialistas figuran representantes de Inditex, Reganosa, sector del automóvil, colectivos de economistas y catedráticos de universidad, entre otros.

Los “proyectos tractores” que enumeró, sin entrar a desarrollar porque se presentarán a lo largo del presente mes de junio, abordarán la cuestión digital, la innovación, la economía verde y la economía circular.

El mandatario gallego, que contrapuso su modelo con el del Gobierno central, censuró que por “apriorismo ideológico” no se puede caminar hacia la destrucción industrial y del empleo.

Y reprochó textualmente a Madrid la “posibilidad” de que desaparezca Alcoa, la única industria de aluminio primario que queda en España. “Sería un grave error que sucediese por cuestiones ideológicas”, al igual que la política de costas pueda llevar a que las industrial conserveras tengan que trasladarse “tierra adentro” igual que Ence con lo que la pastera pontevedresa significa también para la madera.

sin sosiego Feijóo reconoció que en el ámbito político España “carece de sosiego” y afeó que dentro del Ejecutivo de Sánchez esté instalada la “división”. Según remachó, mientras desde esos ámbitos se necesite la “agitación” para funcionar se estará “lastrando la recuperación económica”.

El presidente gallego puso en valor medidas que ya tiene activadas la Xunta para recuperar el empleo, como los 250 millones de euros que sumó a los del ICO, de los cuales ya se han agotado 240 al otorgar 4.000 avales, por lo que desde su ejecutivo ya se están “configurando las próximas líneas”.

Además de las “vacaciones fiscales” y “anticipar” el pago de los Ertes cuatro, cinco o seis semanas, otra de las decisiones fue “afianzar la tesorería” de la Xunta con 1.800 millones de euros que garantiza el pago a los proveedores en 15 días.

Frente a estas medidas y a otras que van en la dirección de apoyar al comercio o el turismo, coincidió en se traslada inseguridad a la UE y a los empresarios desde el Gobier- no de Sánchez con planteamientos como la derogación íntegra de la reforma laboral. “Es un error clamoroso” y un evidente “disparate político y económico”.

Es más, incidió en que es preciso “avanzar en la dirección contraria”. “La flexibilidad laboral es lo contrario de la derogación”, mantuvo, al tiempo que señaló que así se los expresó personalmente por carta a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño

Nüñez Feijóo apostó por incentivar el consumo y puso como ejemplo las ayudas que dará Francia a la renovación del parque de coches de más de diez años, no sólo para los eléctricos, sino también para los de bajas emisiones contaminantes.

A modo de resumen, en un encuentro con preguntas finales que se prolongó durante hora y media, el inquilinio de Monte Pío concluyó que el “modelo gallego funciona” y que su objetivo es la “seguridad”, la “estabilidad política” y la “recuperación económica” en la que espera “aplaudir” los agentes económicos como ya aplaudió al ámbito sanitario en el combate en primera línea del virus.