Galicia reduce las muertes por COVID en un 98 % desde el inicio de la vacunación

Desde el pasado 27 de diciembre, cuando se aprobaron las primeras vacunas y llegaron a cuentagotas las dosis de Pfizer a España, mucho es lo que se ha avanzado en apenas cuatro meses y medio. En aquellos momentos todavía nos quedaba por superar en Galicia lo peor de la tercera ola, cuyo pico de casos activos se alcanzó el día 31 de enero: 22.608. Entonces la mortalidad estaba disparada, pues a lo largo de ese inicio de año se registraron 361 muertes por COVID.

Pasó enero y, pese a que la vacunación se había iniciado en las residencias, con 20.268 personas inmunizadas ya con pauta completa, esta cifra no parecía ser suficiente para contener la expansión del virus y, mucho menos, su mortalidad. Así, en el mes de febrero, pese a que la curva de contagios comenzó su descenso (5.485 casos activos el día 28), parecía que los fallecidos no paraban de aumentar, llegando a registrarse a lo largo de ese mes un total de 453, lo que suponía un 20 % más que en enero. Sin embargo, febrero terminó con 58.689 gallegos con pauta completa. ¿Cómo puede explicarse esta disparidad?

DESDE LA INMUNIZACIÓN HASTA QUE SE ALCANZA LA EFECTIVIDAD PASAN TRES SEMANAS. Lo cierto es que, tal y como llevamos observando a lo largo de toda la pandemia, las hospitalizaciones siempre van con dos semanas de retraso con respecto a los contagios. Así, cuando se produce un incremento de los casos activos notable, no es hasta catorce días después cuando empiezan a repuntar también los ingresos en los hospitales. De ahí, habrá que esperar otras dos semanas para ver el impacto sobre las unidades de cuidados intensivos y, seguidamente, otras dos más para apreciar el crecimiento de la mortalidad. Es por ello que se entiende que aún cuatro semanas después del pico de la pandemia en enero, los muertos siguiesen aumentando pese a la bajada de casos.

Además, la vacunación también está sujeta a plazos. Desde que una persona recibe las dos dosis de la vacuna, no queda inmunizada al momento, sino que tiene que esperar del orden de dos a tres semanas para poder alcanzar la efectividad prometida de cada vial: 91 % en aquel mes en que se inoculaba con Pfizer. A partir de ahí, sí quedará altamente protegida frente a las formas graves de infección y, por supuesto, frente a la muerte.

Así, los que completaron su pauta en enero no quedarían totalmente inmunizados contra el COVID hasta febrero. Por ello, fue en marzo cuando todo empezó a encaminarse en la dirección deseada.

EN primavera SE EVIDENCIÓ LA ESTABILIDAD. En este primer periodo primaveral se registraron a lo largo de todo el mes 116 decesos, nada menos que un 74 % menos que en febrero. Y las buenas noticias llegaban también analizando la evolución de los óbitos semana tras semana: del 1 al 7 hubo 39 decesos; del 8 al 14, 25; del 15 al 21, veinte; y del 22 al 28, catorce. Caída significativa.

¿Cómo estaba en aquel momento la vacunación? ¿Tuvo algo que ver? Pues probablemente sí. Porque, como ya es sabido, las personas que más han sufrido las consecuencias de esta pandemia han sido nuestros mayores. Galicia es una comunidad envejecida y, por lo tanto, la mortalidad en ella tendría que ser muy notable. En aquel momento se estaba vacunando ya a los mayores de 80 años y a los dependientes, de manera que todo esto contribuiría a frenar los decesos. Así, se llegó al 31 de marzo con 170.558 personas inmunizadas por completo frente al virus. En cuatro semanas se dio un incremento del 66 % en el número de gallegos con las dos pautas, algo nunca antes visto, a lo que contribuyó la mayor recepción en el número de dosis. Sería a finales de marzo cuando la paralización de la vacunación con AstraZeneca mermaría algo el avance.

llegamos a SEMANAS con CINCO Y SEIS DECESOS. En abril, la mortalidad, ya en cifras muy bajas, siguió descendiendo. Pasó de los 116 óbitos registrados a lo largo del mes de marzo a tan solo 38, habiendo incluso dos semanas en las que solo hubo cinco y seis decesos. Así, la caída fue de otro 67 % con respecto al mes anterior. La comunidad gallega seguía mejorando a ritmo imparable.

Todo ello en un mes en el que ya se había procedido al inicio de la vacunación en las personas con condiciones de alto riesgo, en los del grupo de 70 a 79 años y también en los de 60 a 65 –se quedó en el medio el grupo de 65 a 69 mientras se determinaba qué hacer con ellos en relación a AstraZeneca–.

También en este periodo le correspondía inocularse con segundas dosis a una cantidad considerable de gallegos, lo que aumentó hasta 286.955 las personas con pauta completa el día 30 de abril: un 46 % más que en marzo. Ya era indudable que este incremento en el número de inmunizados algo tenía que ver con la baja tasa de mortalidad, y también de contagios (3.113) que había en la comunidad. Estamos hablando de hace tan solo dos semanas, momento en el que, como ahora, se respiraba la estabilidad en todos los ámbitos a los que afectó la pandemia: hospitales y residencias incluidas.

seguirá la mejoría, en mayor grado aún. Si estas cifras ya parecían inmejorables, lo cierto es que seguimos batiéndolas y este mes de mayo promete ser el de menor mortalidad desde el inicio del año 2021. Solo hay que ver que en la primera semana, del tres al nueve, hubo cuatro decesos; frente a los dieciséis del cinco al once de abril. Además, la llegada de un gran cargamento de vacunas (280.000 dosis en esa primera semana de mayo) hicieron posible completar muchas segundas dosis, lo que elevó el número de inmunizados al completo hasta 439.283. En una semana hubo la barbaridad de 152.328 gallegos más que habían recibido la pauta completa.

MEDIO MILLÓN DE GALLEGOS CON PAUTA COMPLETA. Entonces, en términos globales, ¿cuánto hemos logrado mejorar desde aquel fatídico mes de enero hasta la actualidad? Pues, desde el pico de la pandemia (182 decesos en la semana del uno al siete de febrero), y hasta la pasada semana (cuatro), hemos conseguido reducir las muertes en la comunidad gallega del orden de un 98 %. Así, pese a tener una población mucho más envejecida, manejamos mejores registros que los de la media estatal: el pico fue de 3.722 fallecidos en la semana del 25 de enero y en la última de abril estaban en 366: un 90 % menos. Vamos ocho puntos porcentuales por delante.

Este mismo registro es el que se ha logrado sobre el incremento de la vacunación, habiendo un 98 % más de personas con las dos dosis que a comienzos de año: rozando ya los 500.000, el medio millón, el equivalente a casi el 25 % de la población total.