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INVESTIGACIÓN

Se habría gestado durante las últimas pruebas a distancia por la covid-19 // Desde la institución académica apuntan que “aprécianse indicios de que puido existir fraude” y podrían llegar a tomarse medidas de cara al futuro

Repartidos en grupos, bajo un modus operandi sistemático y calculado, futuros sanitarios que actualmente cursan el grado de Medicina en la Universidade de Santiago (USC) se habrían puesto de acuerdo para ejecutar un plan casi maestro: copiar en las pruebas online, realizadas por esta institución, aprovechando que se efectuaban a distancia por culpa del coronavirus.

Así han evidenciado esta “dramática situación”, que supuestamente se llevó a cabo durante el segundo cuatrimestre y las posteriores recuperaciones, testimonios directos (tanto del alumnado como del profesorado) a EL CORREO GALLEGO, aportando capturas de pantalla, audios y documentos diversos.

En este sentido, otros dos departamentos de la Facultade de Medicina elaboraron escritos denunciando estas acciones en determinadas asignaturas, forzando que la institución abriese un expediente informativo reservado, con el objetivo de saber qué sucesos habían tenido lugar y si estos podían incidir directamente en la evaluación, conllevando futuras actuaciones de carácter disciplinario o correctivo.

La secretaria general de la Universidade de Santiago de Compostela, Dulce María García, manifestó que “hai bastantes elementos que poden levar á conclusión preliminar, indicios importantes de que puido existir algún fraude”, en base a esta resolución inicial, a la espera todavía de una última constatación que pudiese motivar “outras actuacións de carácter máis formal e con outro tipo de consecuencias que se poidan derivar diso”.

EL MECANISMO. Concretamente, el archivo al que ha tenido acceso este periódico se centra en el examen de la asignatura de Medicina Preventiva y Salud Pública, impartida en esta facultad compostelana. Un escrito de cinco páginas donde se detallan todos los pasos a seguir. El plan, posiblemente orquestado por determinados estudiantes que ejercerán una vital profesión en el futuro, se habría aprovechado de un sistema “sin garantías suficientes” en medio de una pandemia mundial.

Para entender la táctica que habrían utilizado, detallada en este documento, es necesario comprender cómo se llevaban a cabo estos exámenes, mayoritariamente caracterizados por ser tipo test con preguntas formuladas de manera casi simultánea y aleatoriamente al alumnado. Precisamente de esto se beneficiaron los que copiaron, según los testimonios consultados, utilizando un modelo estadístico basado en calcular la probabilidad de obtener todas las cuestiones en el menor tiempo posible. Cuantos más fueran, antes resolverían el test.

Mediante la aplicación WhatsApp Web, los universitarios se habrían dividido en equipos por cada bloque de contenidos, con el objetivo de repartirse y aprender una pequeña parte del temario. Asimismo, un último grupo se encargaría de revisar las convocatorias anteriores, elaborando un listado con las incógnitas que hubiesen salido años atrás.

Durante la evaluación, este conjunto seguiría a rajatabla el mismo procedimiento; en primer lugar, abrir su examen en el campus virtual cuando se iniciara; una vez diese comienzo, copiar y pegar las dos primeras preguntas en los foros, previamente creados, especializados en cada ámbito de la materia; y finalmente esperar, prácticamente minutos, por las respuestas.

Así sería suficiente. El resto de la prueba, los alumnos únicamente tendrían que buscar, gracias a la citada red social, las cuestiones que fuesen apareciendo sucesivamente en la plataforma digital gestionada por la Universidade de Santiago. Aunque eso no sería todo.

Por si acaso, el documento también contempla otras instrucciones, tanto con el propósito de especificar situaciones extraordinarias que pudieran acontecer, como para resolver cualquier tipo de duda vinculada al proceso y su ejecución.

REACCIONES. “Alguien se chivó de que existía ese sistema como cinco días antes, él se entero y les dijo que les iba a joder vivos, pero eso fue antes del examen”, relata un estudiante sobre la reacción de su profesor al conocer la trama que estaban tejiendo algunos compañeros. Este alumno, que prefiere permanecer en el anonimato, recuerda que “el primero se hizo con la materia de Traumatología y albergaba a aproximadamente 150 personas”.

De ahí en aumento. “En Hematología creo que eran sobre 600 matriculados y no sé si cabían todos en un único grupo”, añade el universitario, destacando que “para determinadas asignaturas debieron crear varios chats porque no entraban”. Una situación prácticamente viable ya que WhatsApp puede acoger hasta 256 usuarios distintos.

En función del número de involucrados o la disciplina que cursaban, se organizaría una estrategia diferente. En este sentido, esta fuente señala con impotencia que “las trampas se realizaron en todos los exámenes” de su curso y otros tantos.

Según el testimonio, uno de los docentes intentó poner el mismo orden en las preguntas para evitar esta técnica, dejando teóricamente un tiempo máximo para contestar cada cuestión. Sin embargo, finalmente eso no sucedió y no penalizó a nadie porque todo el mundo había incumplido estas normas.

Cansados de este “reiterado abuso”, fueron varios los alumnos que trasladaron sus denuncias al profesorado, algunos incluso metiéndose en estos grupos de WhatsApp para extraer capturas de pantalla, con el propósito de “hacer justicia y erradicar el copieteo organizado”.

“Es público que eso fue así, pero lo que sorprende es que una vez conocido, incluso con una serie de pruebas, no se haya hecho nada, eso es lo más dramático”, confiesa también un docente de la USC. Para este profesional, que tampoco quiere dar su nombre, la evaluación “no cumplió en absoluto” los requisitos de seguridad, produciendo notas “superinfladas” y perjudicando a los alumnos que sí habían estudiado.

Precisamente, conforme las declaraciones del educador, él fue conocedor de la treta gracias a unos alumnos que le comentaron lo que estaba ocurriendo, enviándole indicios de estas actividades. Toda esta información la trasladó a su departamento, que elaboró un escrito dirigido al Decanato y a la Secretaría Xeral de esta institución académica.

“A día de hoy no hubo una respuesta real que yo sepa”, apunta el profesor. En vista de esta situación, propuso a aquellas personas que habían sacado las mejores puntuaciones (unos resultados que en su vida habría imaginado) optar a la matrícula de honor, presentándose a un examen presencial e individual, o bien telemáticamente con una cámara delante: “De los que tenían posibilidades de presentarse, fueron una ínfima proporción”.

Con anterioridad a que se celebrasen las pruebas, algunos docentes ya habían señalado su descontento ante este tipo de modalidad online. “Hubo quejas porque muchos, yo creo que el sector generalizado, remarcó que esa forma de examinar en absoluto garantizaba que la evaluación fuese objetiva”, rememora este testigo, destacando que “debería haberse llevado a cabo en clase, haciendo los grupos que hicieran falta, pero la gente estaba entonces en las terrazas de los bares”.

Para el maestro, esto ha ido en contra de todos: profesores, alumnos y responsables de la institución. Hasta los propios ciudadanos, quienes confían en que se estén formando profesionales competentes. “Algo demoledor para la propia Universidade de Santiago y su Facultad de Medicina”, concluye el docente.

FUTURAS CONSECUENCIAS. Dos departamentos de la Facultad de Medicina de la USC elaboraron escritos acusando esta situación en ciertas materias, haciendo que la Universidade de Santiago de Compostela abriese un expediente informativo reservado, tanto para averiguar cuáles eran los hechos acontecidos, como por si estos pudiesen tener repercusión directa en la evaluación y albergar posibles acciones disciplinarias o correctivas.

“Efectivamente aprécianse indicios de que puido existir fraude na realización dalgúns exercicios”, insiste Dulce García, secretaria general de la institución académica, en base a las conclusiones preliminares de este documento, aclarando que finalmente “o que non se ten nin se conseguiu ter, ata o momento polo menos, é unha constancia fehaciente que permitira identificar claramente a autores ou instigadores de todo ese proceso que puideran levar a actuacións de calado maior”.

Sin embargo, aun habiendo pasado varios meses, aquellas personas involucradas podrían arriesgarse a sanciones en el caso de obtener la información necesaria para poder aplicarlas. “Isto xa quedou deliberadamente para tratar en setembro e ver se é posible completalo con algún elemento máis”, explica García.

De llegar a darse estas circunstancias, la USC se regiría por el Reglamento de Disciplina Académica de los Centros Oficiales de Enseñanza Superior y de Enseñanza Técnica, aprobado el 8 de septiembre de 1954, pudiendo aplicarse sanciones más o menos graves que van, según la secretaria general, desde dejar sin efecto la matrícula actual hasta impedir el registro del alumnado durante un tiempo determinado, pasando también por repercusiones relacionadas con las notas de los posibles estudiantes involucrados.

A partir de esta información reservada se derivan además un conjunto de recomendaciones para que en la medida de lo posible, si se volviese a utilizar esta metodología de examen (una vía última que se adoptaría cuando no quedase más remedio), hubiese nuevos aspectos en el conjunto del sistema para tratar de minimizar ciertos riesgos.

“Non esperaremos a que se poidan dar as circunstancias senón que vamos a ter unhas instrucións que introducirán algunhas melloras e cautelas máis con respecto ao feito do ano pasado”, apunta Dulce García. Entre ellas, puede que se apliquen medidas como supervisar la realización de la prueba online (con todas las garantías de protección de datos e información para los universitarios), la forma de plantear los tests realizados, y la posibilidad de realizar exámenes orales en aquellas carreras que no alberguen grandes cantidades de matriculados.

Desde la Universidade de Santiago insisten en diferenciar dos visiones con relación a la evaluación digital derivada de la crisis sanitaria propiciada por el coronavirus.

“Dende o punto de vista formal, en principio os resultados tiveron un desenlace na súa globalidade satisfactorios”, destaca la secretaria general de la institución compostelana, añadiendo finalmente que “no ámbito material somos conscientes de que o sistema non é o idóneo para facer a avaliación e seguramente admite melloras”.

Casos de coronavirus antes, entre y después de los test telemáticos

LA GRAN PREGUNTA. ¿Por qué la USC no optó por una vuelta presencial en vista de la significativa mejora de la situación sanitaria durante los meses de verano?

SU RESPUESTA. Desde la institución reconocen que el contexto era algo mejor al final del curso, pero la programación para poder realizar la evaluación digital ya se había realizado.

EVALUACIÓN ATÍPICA. Se rigió por el Acordo do Consello de Goberno do 22 de abril de 2020, polo que se regula o réxime especial da avaliación do curso 2019-2020 como consecuencia da docencia presencial pola covid-19. El mismo día que se firmó este documento Galicia registraba 6.534 casos activos, según el Sergas, 1.081 del área sanitaria de Santiago.

¿QUÉ MODALIDADES? En el escrito únicamente se contemplan dos modalidades, ambas no presenciales, pero una con prueba final y otra sin ella (evaluación continua).

SEGUNDOS EXÁMENES. Los exámenes de la universidad (relativos al segundo cuatrimestre) empezaron el día 1 de junio (cuando había 722 positivos en nuestro territorio) y concluyeron el 27 del mismo mes (308).

RECUPERACIONES. Asimismo, las pruebas relacionadas con la “segunda oportunidad” o recuperaciones, dieron comienzo el 1 de julio (313 contagiados) y terminaron el 22, tres semanas más tarde (180).

EN LA ACTUALIDAD. Durante la jornada de ayer se registraron 4.336 casos en nuestra comunidad autónoma, 679 de ellos en el área de Santiago.

VUELTA PRESENCIAL. Hasta el momento, la USC plantea una vuelta semipresencial con un conjunto de prevenciones contempladas en la Resolución Reitoral do 2 de setembro de 2020 pola que se dispoñen medidas fronte á covid-19 para o inicio do curso 2020-2021.

13 sep 2020 / 00:17
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