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Medio centenar de concellos aplicarán las restricciones pese a no tener casos COVID

Alcaldes y hosteleros, aunque descontentos, acatan la decisión

Toda Galicia pasa directamente hoy a nivel medio-alto de restricciones, con la imposición de drásticas medidas como el cierre de la hostelería a las 18.00 horas o el adelanto del toque de queda a las 22.00, incluso en aquellas zonas que llevan semanas libres de casos de coronavirus.

Pese a la rápida expansión de la tercera ola por la comunidad, lo cierto es que todavía quedan algunos ayuntamientos, mayoritariamente en el interior, donde el COVID no ha pisado en, al menos, 14 días.

En concreto, en la actualidad hay 47 municipios sin contagios activos, la práctica totalidad (el 92%) repartidos entre las provincias de Ourense (23) y Lugo (20). A Coruña y Pontevedra solo mantienen dos de sus ayuntamientos en zona libre.

Así las cosas, EL CORREO ha querido conocer de primera mano cuál es la sensibilidad de los alcaldes y hosteleros en estas zonas tras la imposición de restricciones tan duras. “No se entiende muy bien que se apliquen ciertas medidas como el cierre de las hostelería a las 18.00 cuando, afortunadamente, y pese a estar situados en la zona de A Mariña lucense (la más afectada en la primera ola), en esta tercera no estamos mal”, detalla la alcaldesa del municipio lugués de Lourenzá, Rocío López García.

Con todo, se muestra comprensiva, porque entiende que, “tal y como están las cosas, si no se aplican medidas extremas, seguiremos caminando un paso adelante y otro atrás”. En la zona existen 8 locales de restauración, y la alcaldesa afirma que la pregunta entre todos es unánime: “se preguntan ‘por qué’, por qué les cierran a ellos, que no son uno de los principales focos de contagio”. “Eso sí que lo tengo claro, que ahí no es donde se están produciendo los contagios, sino en las reuniones familiares, pero al final son ellos los que siempre pagan de primera mano las consecuencias, algo que les está afectando mucho económicamente”, sentencia.

Precisamente, en esta dramática situación se encuentra Fabiana Karina, propietaria del Café Torreón, que cree que “con estas medidas van cerrar muchos negocios, porque no es normal, llevamos desde marzo con esta situación y una vez que abrimos nos vuelven a cerrar”. Cuando, según defiende, “no somos los culpables de esta situación, la gente hace fiesta y nosotros pagamos sus errores”. Considera que “esto va a ir a peor”, porque “cuantas más horas de bares quiten, más se va a juntar la gente en casas y más fiestas clandestinas”.

SIN CONOCIMIENTO DE CAUSA ANTES DE LO SUCEDIDO. Por otro lado, el alcalde de la localidad luguesa de Pedrafita do Cebreiro, José Luis Raposo, durante estos días enormemente frecuentada por los visitantes que se acercan a ver la nieve pese a las restricciones, se muestra ofendido tras lo sucedido. “Aquí nadie dice nada, lo hacen todo a su manera y, aunque yo no soy un entendido de estas cosas, no sé si está del todo bien”, reivindica. Está convencido de que “si no hay ningún caso no se deberían aplicar tan duras restricciones, pero siguen aplicándolas y es lo que queda, acatarlas”.

En esta población, que cuenta con alrededor de 30 locales de restauración, la mayoría siguen funcionando con normalidad, porque se trata de lugares transitados. A la hora de la comida, locales como La Ruta y Restaurante Pazos, tienen gran clientela.

CABREO GENERALIZADO, AUNQUE LA CLIENTELA SE MANTIENE. Por lo que respecta a la localidad luguesa de Navia de Suarna, donde “por suerte o por adoptar las precauciones necesarias nos vamos librando del COVID”, como confiesa su alcalde, José Fernández, se evidencia “un cierto malestar en el pueblo y un cierto cabreo entre los hosteleros”. Este regidor cree que “si pese a no tener el virus luego el trato es para todos igual, no sirve de nada”.

Entre sus 11 locales de restauración, el propietario del Café Bar Suarna, Ceferino López, ve que “vamos todos un poco pillados con el horario”. Si bien, “al tratarse de un pueblo pequeño y con clientes habituales, porque tampoco estamos en una zona de paso hacia ningún sitio, la clientela se mantiene”. En opinión de Ceferino, “aquí la situación futura iba a ser mala de todas formas, porque la población está muy envejecida, y la juventud no tiene trabajo, mientras que desde la Administración parece que no les interesa gastar un duro aquí”.

LO IMPORTANTE ES SEGUIR CON 0 CASOS PESE A LAS DURAS MEDIDAS. “Teníamos esperanza de que esto fuese a mejor, pero va a peor y, al final, los que menos culpa tenemos estamos pagando el pato de todos, es lo que toca”, apunta la alcaldesa de la localidad ourensana de Vilariño de Conso, Melisa Macía. Aunque para ella lo más importante es “seguir con 0 casos y salud para aguantar lo que venga, lo sentimos mucho por la hostelería, que llevan sufriendo mucho tiempo las consecuencias del virus, y en nuestro ayuntamiento bien podría hacerse una excepción, aunque fuese alargar un poquito el horario”.

En el pueblo, hay dos bares y varios albergues y casas de turismo rural, que también ven impedida su actividad, pues “como las restricciones ya afectan a toda Galicia, la gente tampoco puede venir”. En este sentido, la propietaria del Bar Ponte, Tamara Barreira, se pronuncia diciendo que ve el futuro “muy fastidiado”, porque “gastos tienes los mismos y no tienes ingresos”. Considera que, pese a que “con nosotros podrían ser más flexibles por estar libres de COVID, no lo hacen porque si restringen solo el ayuntamiento de al lado, se vienen todos para los bares de aquí y entonces esto nunca se acaba”. Melisa cree que el secreto de tener 0 casos está en la dispersión territorial: “somos un concello muy amplio, de 200 kilómetros cuadrados”.

ORGULLOSOS Y OPTIMISTAS. Finalmente, el alcalde de la localidad ourensana de Cortegada de Baños, Avelino Luis de Francisco, se muestra orgulloso de “no tener casos en 6 meses, desde la primera ola”, gracias a que “la gente está cumpliendo bien las normas, usa mascarilla y guarda la distancia”. Pese a que ve una drástica medida el adelanto del cierre de la hostelería “hay que aceptar las normas, para eso están los comités científicos”. Además, el principal temor en el pueblo viene de fuera: “los vigueses que pasan aquí el fin de semana”. Para Beatriz Alonso, propietaria del bar Rivera, la situación es difícil, porque “el invierno siempre es duro y con el frío pierdes la terraza”, pero asegura ser “optimista”.

la realidad
pueblos de menos de 3.000 vecinos

··· Todos los municipios libres de COVID en Galicia tienen en estos momentos menos de 3.000 habitantes.

··· En concreto, el de mayor densidad poblacional es O Saviñao (Lugo), con 3.634 habitantes; seguido de Begonte (Lugo), con 2.978; y Viana do Bolo (Ourense), con 2.818.

··· Hay un total de 14 ayuntamientos sin casos de coronavirus que tienen menos de 1.000 habitantes (el 30 %). Otros 17 de menos de 1.500 (el 36 %). Y solo ocho superan los 2.000 (el 17 %).

··· Entre todos estos municipios suman unos 67.500 habitantes, lo que equivale a poco más del 3% de la población gallega.

15 ene 2021 / 00:00
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