Notifican a Sanidade con 79 días de atraso un fallecimiento en el asilo de Gondomar

Desde la Consellería de Sanidade informaban el lunes del fallecimiento de un varón que vivía en la residencia Vila do Conde de Gondomar. El hombre, que murió contagiado de COVID, pereció el pasado 28 de noviembre aunque su deceso no fue notificado oficialmente hasta el 15 de febrero. Tras 79 días de retraso, el mayor contabilizado hasta la fecha, surgen dudas sobre como se están comunicando las defunciones por coronavirus en estas instalaciones.

Desde el inicio de este año, Sanidade ha notificado un total de 127 fallecimientos en las residencias de Galicia y otros 70 procedentes de estas instalaciones que al final se produjeron en nuestros hospitales. En total, la suma asciende a 197 personas vinculadas a estos espacios. Y todos los óbitos asociados al virus.

La tónica general durante las últimas semanas, a la hora de comunicar estas desgracias, ha sido la del ralentí: sucediéndose diariamente nuevos anuncios de muertes por COVID en residencias que llegaban tarde, pues dichos decesos habían sucedido jornadas, semanas o meses atrás.

Este periódico dio a conocer recientemente la particular situación del complejo para mayores Paz y Bien de Tui, donde durante el período examinado (los anteriores 15 días entonces) todos las defunciones comunicadas por Sanidade habían llegado tarde y además con un orden adverso (se informó antes, por ejemplo, de un deceso acontecido el 27 de enero que cuatro que ocurrieron los días 22 y 23 de enero). Ese misma jornada, tras preguntar a la Consellería sobre lo acaecido, daban cuenta los nuevas muertes notificadas, incorporando siete decesos (sucedidos en enero, diciembre y noviembre) de dos centros que fueron “advertidas pola Xunta”, según indicaron desde Sanidade.

Coincidentemente, una era Paz y Bien de Tui, que fue intervenida por el Gobierno autonómico el pasado 12 de enero, mientras la otra que se llevo el toque de atención, conforme señalaron, fue Vilar do Conde de Gondomar, que este lunes comunicaba el fallecimiento por COVID con mayor retraso hasta la fecha: sucedió el 28 de noviembre.

CULPA DE LOS BROTES. Como respuesta a las incógnitas transmitidas la pasada semana, Sanidade informó ayer a EL CORREO GALLEGO que, en el caso de los residentes fallecidos en espacios socio-sanitarios, son los centros quienes “informan a Saúde Pública mediante unha plataforma informática”.

Del igual forma, remarcaron que las incidencias observadas (retrasos y alteraciones en estos avisos) suelen “producirse na maioría dos casos cando o falecemento ocorre nas propias residencias, sobre todo en situacións de brote, onde se poden xerar atrasos nas notificacións”.

Sin embargo, no hubo respuesta a las preguntas sobre ¿Cómo es posible que, de cuatro personas que han muerto el mismo día en la residencia Paz y Bien de Tui, sean notificadas estos fallecimientos asociados al contagio en cuatro jornadas distintas? o ¿Cómo es posible que se notifique antes una muerte que aconteció el 27 de enero, que cuatro del 22 y el 23 de enero?

No obstante, reconocieron que “as validacións realizaas diariamente o Servizo de Epidemioloxía, ou ben os Servizos de Medicina Preventiva, tras comprobar na historia clínica que realmente se trataba dun caso COVID-19 e a súa evolución” (siempre que estos les son comunicados).

Además, Sanidade dejó claros los dos protocolos restantes que mantienen. El primero relativo a los residentes fallecidos en hospitales públicos o centros integrados (en los que cuando algún usuario fallece se carga directamente el dato de la muerte desde la historia clínica electrónica).

Y el segundo, relacionado con aquellos residentes que fallecen en hospitales que son privados. En este caso, el centro se encarga de transmitírselo a la Dirección Xeral de Saúde Pública por la plataforma informática (tal como las residencias cuando registran alguna defunción).

LA INFORMACIÓN “PARTE DE LAS PROPIAS RESIDENCIAS”. Sobre todo este revuelo que han causado los retrasos, se pronunció también la conselleira de Política Social, Fabiola García, durante la pasada jornada. En este sentido, alegó que la información vinculada a los muertos por COVID “parte de las propias residencias”, tras notificarse este 15 de febrero la muerte que sucedió el 28 de noviembre.

“Si la residencia nos traslada (esa información) con días o semanas después, en ese momento en que nosotros recibimos es cuando damos a conocer ese fallecimiento”, ha destacado García.

Desde que comenzó la pandemia, según indicaron fuentes de la Consellería ayer, 774 usuarios de residencias perdieron la vida por el virus (351 en dichos espacios y 423 tras ser derivados a otros centros).