Respiro para Santiago, Ames y Teo
La Xunta levanta sus restricciones de movilidad y habrá reapertura de bares y restaurantes aunque con ciertas limitaciones// Dudas en el comité clínico sobre la posibilidad de “abrir un poco más la mano”// Entran en “especial vigilancia” Boiro, Ordes y Cerceda, junto a otros ayuntamientos
La razonable larga lista de dudas entre los políticos, encabezados por el presidente Alberto Núñez Feijóo, y sus conselleiros de Sanidade, Julio García Comesaña, y Política social, Fabiola García, y los miembros del comité clínico de expertos sanitarios, alargaron su reunión de ayer hasta pasadas las 23.30 horas. En un lado de la balanza la evidencia de que las restricciones están ayudando a doblegar la curva de la pandemia: se pasó de los 10.276 casos que había el 7 de noviembre a los 7.646 de las últimas horas. En el otro los temores de que abrir la mano en la desescalada pueda producir un efecto bumerán en este puente más inmediato que acelere la entrada de una tercera oleada en pleno invierno.
Por medio también las quejas del vapuleado sector de la hostelería, con locales cerrados desde hace un mes, pendiente de lo que vaya a ocurrir en las vacaciones navideñas.
En este escenario no es de extrañar que políticos y expertos sanitarios prolongaran su reunión de ayer durante más de cuatro horas: había que decidir si se reducían las medidas en un grupo de concellos, elaborar los criterios de Galicia de cara al Consejo Interterritorial que se celebra hoy y cerrar parte de las heridas (económicas) abiertas con los propietarios y el personal de los locales de restauración.
Al final, y pendientes de los últimos detalles que se conocerán hoy, adelantar que en Santiago, Ames, Teo y A Estrada (junto a Ourense-Barbadás-Pereiro y Ares) se levantarán buena parte de las restricciones para retornar al nivel 2, una situación que posibilitaría a los vecinos salir del área perimetrada –posiblemente a partir del viernes–, así como la apertura de los negocios de hostelería con limitaciones como abrir el interior al 30 % de su aforo y al 50 % las terrazas, hasta las 17.00 horas y limitado a grupos de convivientes. Aunque desde Sanidade se insiste en que “faltan datos por perfilar que se concretarán a lo largo de la mañana de este miércoles”.
En el mejor de los escenarios no sería descartable, dada la buena evolución de la pandemia en la capital gallega, que se pudieran volver a abrir bares y restaurantes al 50 % en interior y 75 % en exterior y se permitiera un límite reducido de no convivientes. En todos estos concellos los datos de incidencia acumulada, presión hospitalaria o positividad llevan 14 días mejorando y empiezan a alejarse la situación de pandemia que se vivió en esta segunda oleada.
El comité clínico, por otra parte, también tomó la decisión de “ incrementar as restricións ao nivel máximo, coñecido como modelo Carballiño, aos concellos de A Guarda e As Pontes, dada a súa evolución epidemiolóxica. E manter unha especial vixilancia sobre Boiro, A Rúa, A Lama, Ordes e Cerceda”, por el incremento de casos positivos en los últimos días. Los concellos de Lalín, A Coruña, Cambre, Vilagarcía, Nigrán y Cangas, que presenta ligera mejoría, deberán seguir esperando.
En la reunión que celebró el lunes el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, junto a la conselleira de Empleo, María Jesús Lorenzana y el de Sanidade, García Comesaña, con representantes del sector de Hostelería se establecieron cinco fases, en función de la incidencia acumulada registrada en cada concello, para establecer la reapertura de los locales en las zonas de máximas restricciones. El comité clínico quiso aquilatar al máximo la decisión por lo que quedan unos flecos pendientes a la espera de la decisión final. “Se están cerrando cosas”, aseguraron fuentes de la Xunta, “que los expertos completarán mañana”.
Por otra parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó que el Consejo Interterritorial también aprobará hoy las restricciones que se impondrán en Navidad.
··· Un hombre de 28 años procedente de la Residencia de Discapacidad Doral, que murió en el Complejo Hospitalario de Vigo, se convirtió ayer en la víctima mortal más joven de los 1.221 fallecidos a consecuencia del coronavirus. Es también el primer menor de 35 años que no puede superar esta enfermedad.
De esta forma el balance más trágico que deja la pandemia en Galicia se eleva a las citadas 1.221 tras diez decesos más. Se trata de cinco hombres y cinco mujeres que todos ellos presentaban patologías previas. En el Chuac perdieron la vida una mujer de 88 años y un hombre de 68 y en el HM-Modelo Belén otro varón de 84. En el CHUO murió una mujer de 67 años y un hombre de 97. Asimismo, falleció una mujer de 86 años en el CHUF y un hombre de 93 años en el Hospital de O Salnés. Por su parte, en el HULA perdió la vida una mujer de 82 años procedente de la Residencia San Salvador de Guntín, y otra de 74 años usuaria del Asilo de Vilalba.