Candidatos a restricciones otros dos municipios

La desescalada ha comenzado de forma inmejorable en el conjunto de la comunidad gallega, al menos en lo que a datos se refiere. No así en la responsabilidad de la población, que se ha lanzado a las calles y bares como si no hubiese un mañana. Y, aunque en estos momentos los datos son buenos y alentadores, estando ya en los mínimos de la tercera ola, todas las administraciones mostraron este sábado su profunda “preocupación” por cómo se están sucediendo las primeras jornadas de reapertura.

De hecho, en la plaza de A Verdura de Pontevedra la Policía Nacional y Local tuvo que desalojar y cerrar los bares este sábado una hora antes de lo marcado por la gran aglomeración de clientes que había.

“En la Consellería de Sanidade estamos francamente preocupados por cómo se está produciendo la desescalada y, en concreto, en el sector de la hostelería”, alertó en el día de ayer el conselleiro, Julio García Comesaña. Consciente de que “muchas familias han sufrido enormemente por el cierre de las últimas semanas, no solo los hosteleros, sino también sus proveedores y todos aquellos que directa o indirectamente se vieron afectados”.

Precisamente por eso, apuntó que el pasado viernes “toda la hostelería reabrió sus puertas con ilusión y en muchísimos casos con responsabilidad para que en los locales y en las terrazas podamos estar con la máxima seguridad”. Pero también se refirió a “una cantidad muy considerable que no abrió con las condiciones fijadas” y que, “con su comportamiento y actitud, está poniendo en riesgo a todos”. De este modo, se mostró tajante y no titubeó a la hora de decir que “los que incumplen se juegan el cierre futuro de sus locales y también de aquellos que están cumpliendo las normas”, lo que supone, en consideración de Comesaña, “una gran injusticia que entre todos debemos evitar”.

LA POLICÍA LOCAL NO TITUBEARÁ A LA HORA DE DENUNCIAR. Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, también apuntó a la detección de “incumplimientos”, algunos de ellos “flagrantes” por parte de clientes y responsables de negocios, advirtiendo de que estas conductas “tienen que acabarse”.

Rueda avisó a toda la ciudadanía de que las fuerzas y cuerpos de seguridad y los efectivos locales que participan en esta campaña no tendrán “ninguna duda” para “denunciar y sancionar” las conductas infractoras. “Tanto la Policía Local como el resto saben perfectamente cuáles son las normas y están absolutamente comprometidos para garantizar su cumplimiento”, insistió.

Y es que, según recordó el vicepresidente de la Xunta, la infracción de la normativa sanitaria puesta encima de la mesa para el inicio de la desescalada “pone en peligro la salud de todos”.

LA NORMA: TERRAZAS AL 50 % E INTERIOR AL 30 %. “Tanto en el interior como en el exterior deben estar todas las mesas montadas y solo el 30 % en el interior y el 50 % en el exterior habilitadas”, recordó el conselleiro de Sanidade, haciendo referencia a la normativa ya recogida en el Diario Oficial de Galicia desde el pasado jueves y que favorece “el control visual por parte de todos y del propio hostelero y, además, se garantiza la distancia de seguridad”. De ese modo, lo ideal, tal y como apuntó, es que en las terrazas por cada mesa ocupada haya una libre.

“NOS JUGAMOS MUCHO EN LO SANITARIO Y EN LO ECONÓMICO”. “Pedimos a la hostelería responsabilidad, a las asociaciones que insistan en este mensaje y a los propietarios que cumplan con lo pactado”, demandó Comesaña este sábado, pidiendo también a los cuerpos de seguridad del Estado “que sean inflexibles”, porque “nos jugamos mucho tanto en lo sanitario como en lo económico”.

Asimismo, también realizó un llamamiento a la “responsabilidad de los ciudadanos”, para que “exijan ellos también este cumplimiento por su seguridad, y que utilicen la mascarilla todo el rato, salvo en aquel momento en que vayan a comer o a beber”. En este sentido, solicitó “que no fumen en las terrazas”.

EL COLECTIVO TIENE MIEDO DE CARA A SEMANA SANTA. Ante tales panorámicas, el sector hostelero mira de cara a los próximos días festivos con “miedo” de poder dar “pasos en falso” y pagarlo después en Semana Santa y, sobre todo, en verano, donde tienen la vista puesta.

Por ello, expresaron este sábado su temor a que “por unos días a medio gas” las cifras puedan volver a dispararse y lo paguen con restricciones de cara al verano.

Así, ante las circunstancias actuales, prefieren poner por delante la precaución y la espera a que el proceso de vacunación les otorgue mejores expectativas. Al mismo tiempo, destacaron que las reservas siguen siendo nulas.

Desde el Clúster de Turismo de Galicia apelaron a no mirar a corto plazo y ser “cautos y responsables”. Además, resaltaron que, “en este contexto, y dada la situación actual, no parece razonable que podamos crear expectativas con respecto a la Semana Santa”, apelando a “un escenario de tranquilidad y seguridad que solo llegará cuando realmente se haya controlado la pandemia”.

En cualquier caso, apunta a que, en función de cómo estén las restricciones, los gallegos podrían desplazarse en su propio vehículo, en grupos reducidos y a destinos “muy cercanos” durante “muy corto periodo tiempo”, algo que estaría lejos de considerarse una reactivación para el sector hostelero.

Ponte caldelas y soutomaior. Este sábado volvió a cambiar el mapa de incidencia de la comunidad gallega, que mantiene a solo cuatro de los diez ayuntamientos que se encuentran en restricciones máximas con un nivel de incidencia superior a los 500 casos por 100.000 habitantes: Moeche (816), Guitiriz (1.094), Ponteceso (654) y A Peroxa (605). Otros dos, ya conocidos por las autoridades sanitarias, regresaron al nivel de riesgo extremo, en el que se encontraban también el pasado lunes: Aranga (595) y Beade (756). Y otros dos nuevos, ambos en la provincia de Pontevedra, dispararon ayer su incidencia por encima de 500: Ponte Caldelas (546) y Soutomaior (527). Así, Corcubión, Curtis, O Corgo, A Gudiña, Larouco y Toques ya bajaron de nivel. A. precedo