Sin invitados y con mucha protección dentro del Hórreo

El acto, que comenzó un poco más tarde de lo previsto, agrupó a los actuales diputados del PP, PSOE, y BNG en un hemicilo caracterizado por la presencia de mascarillas, pantallas de seguridad y geles hidroalchólicos individuales.

Separados por el metacrilato, tomaron asiento todos los protagonistas y se conformó la mesa de edad, dentro de este anfiteatro inusualmente vacío por la ausencia de los invitados, quienes tuvieron que esperar sentados en las sillas que se habilitaron fuera del hemiciclo.

Bajo este aura, la votación que da forma a la Mesa del Parlamento de la XI legislatura se realizó en tres partes, procediendo a llamar alfabéticamente a cada diputado.

Tras su llamada, los respectivos representantes se levantaron de su escaños, previamente desinfectados por el servicio de limpieza, para acudir individualmente con su papeleta. Primero blanca, después amarilla y finalmente verde.

Pese a la distancia social estipulada, en el transcurso de la votación fue inevitable que algunos de los diputados que acudieron se rozasen mientras se dirigían o volvían de la urna. No hubo sorpresa alguna, salvo la ausencia de la nacionalista María González Albert por estar a punto de dar a luz. Así que, aún en época de pandemia, la mesa se compuso con completa normalidad, hecho que celebraron la mayor parte de los diputados para posteriormente pasar a tomar juramento.

Como punto y final contrastó el minuto de silencio por las víctimas del coronavirus, que concluyó para dar paso al himno gallego. Al finalizar el acto, los políticos gozaron de un ambiente más distendido y cercano con sus familiares y amigos.