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Las entidades sociales advierten de que la situación empeora a medida que pasan las semanas // Solo Protección Civil lleva comida a unas 300 familias // Hace falta, sobre todo, harina, azúcar y aceite, entre otros productos TEXTO Arturo Reboyras

Temor a que sufra escasez en 15 días el Banco de Alimentos

Quienes están en permanente contacto con las personas que más sufren la crisis económica asociada al coronavirus sostienen que la situación es cada vez más cruda. El Banco de Alimentos de Santiago confirma que en un par de semanas pueden empezar a escasear algunos productos de necesidad básica. “Estamos tratando de capear la situación, pero en 15 días se puede poner la cosa peor”, explica José Pita, presidente de la Federación Gallega de Bancos de Alimentos, que añade que cada día son más las familias que llaman a la puerta de servicios sociales o entidades benéficas, como Cáritas, para pedir comida. “Solo Protección Civil está atendiendo a más de trescientos hogares compostelanos, pero también está Cáritas, servicios sociales...”, matiza.

Las tres A (azúcar, harina y aceite), como las llama Pita, son los productos que más escasean hoy en día en el Banco de Alimentos. “También falta un poco el cacao”, puntualiza el responsable de la entidad, a la vez que señala que en las últimas jornadas se repartió mucha fruta fresca, “que nos han enviado desde Foga y Mercagalicia”; y también conservas, como tomate frito, “que es un acompañamiento para muchos platos”.

No obstante, Pita incide en que muchas personas “todavía no son conscientes de la gravedad de su propia situación”, por lo que piensa que en las próximas semanas se registrará un notable aumento de las solicitudes de ayuda. Para hacer frente a esta previsión confía en la solidaridad de empresas y particulares. “La verdad es que hay gente muy generosa. Hace poco una fábrica de galletas nos dedicó una jornada de producción y consiguieron enviarnos 21 palés”, comenta.

Protección Civil de Santiago ratifica la crudeza de la situación. En una jornada en la que llevaron alimentos a nada menos que 88 familias compostelanas, Begoña del Río, jefa del Cuerpo, explica que a medida que pasan los días son más los hogares que lanzan un grito de auxilio. “Las primeras semanas se prestaba asistencia a personas que ya recibían algún tipo de prestación; personas que ya se encontraban en riesgo de exclusión antes de la pandemia; pero últimamente hemos visto que la necesidad llega a muchas casas en las que la gente se quedó en el paro, y los ERTE no llegan”, señala. “Son personas que trabajaban en el comercio, en la hostelería y que, al quedarse sin trabajo y al no llegar las prestaciones, han visto que no tienen para comer y un montón de gastos. Es una situación muy triste”, manifiesta del Río, antes de comentar que algunos afectados son “personas que trabajaban en la economía sumergida: gente que realizaba tareas del hogar en varias casas, por ejemplo, que se ven sin ningún tipo de ingreso y que no tienen ahorros para poder tirar”.

Señala que los volunatarios de Protección Civil hacen el reparto de alimentos por las tardes, sobre todo los lunes y martes, “aunque el resto de la semana también se lleva algún paquete”. En este sentido, detalla que la distribución también está condicionada por el tipo de producto. “Si llega pescado fresco o fruta hay que repartilo el mismo día. Por la mañana hacemos los paquetes habitualmente y por las tardes se los llevamos a los destinatarios”.

El Concello de Santiago presta ayuda en la actualidad a unas 4.000 personas, muchas de las cuales nunca antes habían demandando una prestación a través de los servicios sociales. El departamento municipal se ha tenido que reforzar. Uno de los programas más demandado es el de los tiques especiales de compra, al que se han adherido más de mil familias, aunque no es una cifra cerrada, ya que aumenta día a día. Esta circunstancia la atribuye la concejala de Políticas Sociais del Concello, Mila Castro, a los ERTE que aún no se han cobrado. Esos tiques especiales de compra, que ya han demandado cerca de tres mil personas, tienen un valor de 50 euros quincenales en el caso de familias de una o dos personas, y 50 euros semanales si la unidad es de 3 o más integrantes. Son tiques para la compra de alimentos y productos de higiene, que pueden pedir llamando al 010.

Las colas que se forman los lunes y martes para retirar los bonos en las dependencias de Servicios Sociales crecen cada semana. La Policía Local se encarga de que se guarde un orden y también las distancias de seguridad. “Son mucho más respetuosos que algunas personas usuarias de las terrazas”, apunta Mila Castro, que también observó una clara diferencia en el cambio de perfil de solicitantes en medio de la pandemia. “Mientras que en las dos primeras semanas eran personas que ya recibían ayudas, ahora piden auxilio muchos parados, gente que se ha quedado de repente sin empleo y que a falta de ingresos, y en muchos casos con familias a su cargo, se han visto en la necesidad de pedir alimentos”.

14 may 2020 / 00:08
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