Temor de los sanitarios ante la depuración de responsabilidades
Médicos y enfermeras de todas las comunidades autónomas se unieron para la elaboración de un manifiesto dirigido al Gobierno // Solicitan ser escuchados, protegidos física y psicológicamente y turnos de menos horas
Reclaman ayuda psicológica y, sobre todo, que no se depuren responsabilidades contra ellos cuando realmente no han contado con los recursos necesarios en muchos hospitales como para atender a los numerosos pacientes que recibían. “Tendría que haber un grupo de expertos trabajando en realizar un protocolo sanitario común, ahora se está dejando en manos de los profesionales, cansados y agobiados, la gestión de los centros”.
En este sentido, la doctora Lalanda confiesa que “tenemos miedo a que se puedan hacer reclamaciones y el sistema se vuelva contra nosotros buscando al chivo espiatorio”. “Hay mucha preocupación al respecto ante las declaraciones dadas por el presidente de la Junta de Castilla La Mancha y otros presidentes autonómicos, que dicen que se depurarán responsabilidade mirando hacia los médicos, pese a que estuvimos trabajando en situaciones de caos, en hospitales de guerra y con falta de material, ingeniándonos para buscar recursos”, alerta la médica.
“Nos enfrentamos a dilemas éticos como el de dar un respirador a un paciente y no a otro, porque no hay más, tomando la decisión en función del mejor criterio clínico posible”, confiesa, y añade que “los verdaderos responsables de esta situación se lavan las manos y dicen que no es verdad, que ha habido respiradores para todo el mundo”.
GESTACIÓN DEL MANIFIESTO. El movimiento reivindicativo comenzó el domingo 26 de abril, con una manifestación virtual de profesionales que “resultó un éxito” porque, “solamente en Twitter, participaron 48.000 cuentas” y “se reclamaba que se diera mayor protagonismo y visibilidad a la situación de desamparo y desprotección que viven los profesionales sanitarios” ante esta crisis del covid-19. “Se pretendía mostrar las condiciones en las que se estaba trabajando: sin equipos de protección adecuados, sin mascarillas ni test y con una vulnerabilidad médico-legal muy importante”, advierte Mónica.
Por ello, explica que, “visto el éxito de la manifestación” y “la situación de los profesionales sanitarios, entre los que ahora mismo hay unos 50.000 infectados en España (más que en ningún otro país del mundo), decidimos dar un paso más y sacar este manifiesto en el que expresamos una llamada sobre los derechos a los que deberían prestar atención Gobierno y administraciones”, reivindica la médica. “Calculamos que ya puede haber unos 100 muertos entre los sanitarios, pero es una cifra que no sabemos con exactitud, ya que al Gobierno no les interesa darla”, asevera la médica.
Entre los puntos en los que se centra este manifiesto, Mónica explica que lo más importante es “que se escuche a los profesionales sanitarios”, ya que “son los que tienen la formación, perspectiva y experiencia que puede ayudar a la causa”. “Sabemos de lo que hablamos y es fundamental que se aprovechen los conocimientos y la formación para tomar decisiones, porque nuestra perspectiva es científica y profesional, no política”, reivindica.
PROTECCIÓN FÍSICA, CIVIL Y PSICOLÓGICA. Por otra parte, solicitan protección, ante el “alarmante” número de profesionales infectados. “Claramente no se está haciendo bien, se debe tener mayor protección tanto en trajes como es mascarillas y test”, alerta, y añade que “ahora mismo los profesionales deberían estar ya al 100% testados, para saber cuál es su situación inmunológica, y no se ha hecho”.
En esta línea, Mónica afirma que también se pide protección para lograr “lo que los americanos llaman inmunidad civil, frente a las posibles reclamaciones”, porque “ya se está empezando a ver que va a haber reclamaciones, y que van a recaer directamente sobre las espaldas de los profesionales, y eso es tremendamente injusto”. “Muchos centros han estado trabajando prácticamente en condiciones de hospitales de guerra”, asevera, y añade que “se reclaman protocolos e informes que nos indiquen con qué medios contamos o hacia dónde podemos derivar a los pacientes, no trabajar a ciegas, como se hace”.
Además, incide en que la situación es “emocionalmente muy difícil”. “Sé de compañeros que están trabajando en la UCI que han solicitado bajas; personas ya muy madural a nivel profesional y que, aún así, salen llorando y absolutamente devastados”, subraya. “A nivel de resistencia física quizá los médicos seamos más duros, pero a nivel emocional, cuando ves que se te mueren pacientes porque no tienes herramientas para hacer nada por ellos, es muy duro”, advierte Mónica.
TURNOS DE 24 HORAS. Asimismo, los sanitarios incluidos en esta iniciativa consideran que “es importante reducir los turnos de trabajo”. “Hasta ahora, los turnos siempre han sido de 24 horas para las guardias de médicos y algo más cortos en el caso de enfermeros”; sin embargo, “son inhumanos cuando estamos ante una situación de presión como la actual”. “Se tiene mucho miedo a cometer fallos, a infectar a la gente, a la familia, es muy difícil conciliar sabiendo que al llegar de trabajar los puedes infectar”.
En esta línea, solicitan “cuidado”, ya que toda esta situación va a derivar en “un problema de salud mental” entre los profesionales sanitarios. “Se está viviendo una situación terrible al ver la muerte de tantos pacientes en un mismo día”.
“Estos turnos de 24 horas son perjudiciales. Si un paciente llega al hospital con un infarto a las 10 de la mañana, el tratamiento no va a ser igual que si entra a las 5 de la madrugada, porque los profesionales están agotados, con las neuronas apagadas”, alerta Mónica, que ve esta situación “absurda”. “Es surrealista que se tenga a un médico trabajando tantas horas, muchas veces sin descanso”, asevera.
En esta línea, Mónica informa de que “ya en enero, antes de todo esto, se estaba hablando de un agotamiento del sistema, de una incapacidad de seguir adelante debido a la presión asistencial”. “Ahora, a esta situación, se suma el aumento de la presión,el miedo con el que se trabaja, la preocupación de no tener las herramientas científicas por ser una enfermedad que nos ha desbordado y que no conocemos”, afirma. Por todo ello, estos turnos tan largos resultan “absurdos”.
El problema, en su opinión, parte de que “no hay gente para cubrir, por el número de profesionales que se jubila y por los que emigran (18.000 en los últimos 3 años)”.