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El personal de los centros asistenciales de adicciones en Galicia denuncia falta de vacunación // No se les considera en riesgo pese a su contacto diario TEXTO Salomé Barba

“Veo seis pacientes al día y aún no estoy vacunado”

Los profesionales sanitarios en primera línea de fuego contra la COVID-19 fueron los primeros en vacunarse. Trabajadores de centros de salud, hospitales y demás centros recibieron sus dosis de inmunización de forma preferente, pero a la Administración sanitaria parece que se les olvidó incluir en este listado a los que trabajan con adicciones.

Esta es la denuncia que los directivos de centros asistenciales de al Red de Tratamiento de Conductas Adictivas de Galicia acaba de hacer, preocupados porque más de la mitad de sus trabajadores siguen sin vacunar pese a su contacto directo y diario con pacientes. De hecho, explican que alrededor de un tercio de ellos ya tiene la pauta de inmunización completa, otro tercio recibió una dosis de AstraZeneca –la segunda dosis, en principio, no se pondrá al detectarse casos de trombosis asociados a ella–, y el último tercio de sus profesionales sigue sin iniciar su proceso de vacunación.

En Santiago, el director de Tiempo Libre del Centro de Día dependiente de la UMAD (Unidad Municipal de Atención a Drogodependencias), Pablo Álvarez, explica que él es uno de esos casos, no tiene puesta ninguna dosis. Pero no es el único. “La proporción en la UMAD de Santiago es diferente a la media de Galicia. Si en general es de un tercio cada grupo, aquí la mitad o más no tenemos ningún tipo” de inmunización, explica.

doble discriminación Además, se sienten doblemente discriminados. Por una parte, porque “teóricamente se nos engloba entre los profesionales sanitarios pero la red de drogodependencias gallega” quedó fuera de este criterio. Y por otra, porque dentro de la misma red “no entendemos por qué se vacunó a unos perfiles y a otros no”. De hecho, explica, se vacunó a “psicólogos, médicos y trabajadores sociales, pero no a los educadores, directores de tiempo libre, monitores ocupacionales y personal de administración”, resalta Álvarez.

Si el criterio es el contacto con los pacientes, aquí no vale, porque “todos tenemos el mismo contacto con ellos”. En su caso, por ejemplo, “ahora, con las restricciones de la pandemia redujimos el número de plazas del Centro de Día de 12 a 6, pero yo veo a seis pacientes al día y no estoy vacunado”, denuncia asimismo. Y recuerda que en su servicio ya tuvieron casos activos y las cuarentenas pertinentes, porque aunque se lleven a rajatabla todas las medidas preventivas ocurre como en los centros educativos, los 14 días de aislamiento son preceptivos.

“Se da la paradoja de que algunos trabajadores sin vacunar y en contacto directo estamos con los mismos grupos y el mismo tiempo con los pacientes que los que sí” fueron inmunizados.

Pablo asegura que a comienzo de mes envió una carta al Sergas preguntando por los criterios elegidos para estas diferencias entre servicios sanitarios y dentro de ellos, entre profesionales, “pero aún no he recibido respuesta”, y añade que no es solo doble el agravio comparativo, sino que “no nos han dado ninguna explicación” a esta diferenciación. Y llevan desde junio de 2020 con trabajo presencial.

13.000 usuarios cada año Desde la red de centros de Galicia, las direcciones también hicieron pública su preocupación por el retraso de la inmunización de parte de sus trabajadores, “por la progresiva marginación con la que el Gobierno gallego trata a este tipo de dispositivos sanitarios donde se atienden anualmente a más de 13.000 personas con adicciones, en su mayoría usuarias de drogas”, indican en un comunicado de prensa.

En la actualidad, “sólo el 33% del personal de estos centros completó el proceso de vacunación”, mientras el 37% recibió una sola dosis de la vacuna de AstraZeneca y el 30% restante permanece sin nada. Esta situación supone, además de “un agravio comparativo con otros centros sanitarios, una innecesaria prolongación del riesgo de contagio para este colectivo de profesionales que no han interrumpido su labor asistencial en ningún momento durante la pandemia”, indican, sin olvidarse de sus pacientes, los cuales “en muchas ocasiones presentan otras patologías de riesgo o deterioro inmunitario que les hacen más vulnerables”.

Álvarez también incide en este aspecto también, “tanto nuestros pacientes como nosotros podemos tener distintos factores de riesgo –en su caso la diabetes–, el abanico de situaciones es amplio”.

eternos olvidados Los directivos de estos centros, además, añaden que se sienten los eternos olvidados. Al malestar por los criterios de vacunación contra la COVID se suma “el grado de desatención y deterioro” que el Sergas somete a esta “estructura asistencial altamente especializada que, desde su creación, ha prestado un servicio irreemplazable a más de 70.000 familias gallegas”. Y como ejemplo indican la “minimización del problema de las adicciones” y “la invisibilización de la Red” en el Plan de Salud Mental de Galicia poscovid-19, que recoge la estrategia de salud mental para los próximos años.

28 abr 2021 / 01:00
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