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GEORGE SOROS

Cuando ocultas con obras benéficas la realidad del objetivo

MULTIMILLONARIO, FILÁNTROPO Y DEFRAUDADOR

Cuentan que el multimillonario George Soros, llamado György Schwartz en su Hungría natal, tuvo que ocultar su origen judío para poder crecer en su país, llegar a Estados Unidos y prosperar... tanto que ahora es uno de los hombres más ricos del mundo con una patrimonio que se aproxima a los 100.000 millones de dólares. No aparece en la famosa lista por que tiene la habilidad, lo reconocen en la propia revista que la realiza, de haber diversificado su capital entre sus fundaciones para convertirse en “el donante más generoso”, en términos de porcentaje del patrimonio neto, según Forbes. Es una forma más de escabullirse, algo que forma parte de su ADN, pero que no le impide aparecer en todas las teorías conspiratorias a nivel mundial, la de su participación en la creación del coronavirus COVID-19, junto a Bill Gates, es la última.

Pero esa fama de filántropo, defensor de los más humildes, adalid de las causas de ciudadanos sin recursos, generoso patrocinador de los que nada tienen acaba de sufrir un durísimo golpe, un auténtico batacazo. Un análisis de ProPublica, una organización de noticias especializada en desenmascarar a los poderosos, acaba de revelar, tras analizar los datos fiscales del Servicio de Impuestos Interno (IRS por su sigla en inglés de la Agencia Tributaria de Estados Unidos), que George Soros, Jeff Bezos, Warren Buffet, Michael Bloomberg y Elon Musk, junto al resto de los 25 hombres más ricos en ese país, pagaron en impuestos una cifra que se puede englobar “entre poco y nada” tras beneficiarse de todos los recovecos y tecnicismos que el código tributario permite y por un uso torticero de todos los mecanismos legales por los que se cuelan sus asesores. Privar a los ciudadanos de los servicios que se prestan con el pago de los impuestos es deleznable. Como lo es presentarse como defensor de los desfavorecidos o, el colmo de la desfachatez, acudir a los tribunales con sus poderosos abogados para que se investigue como un delito la difusión de información fiscal privada. Todo muy filantrópico. j.a.P.

13 jun 2021 / 00:20
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