Existe un motivo más de preocupación para los narcotraficantes

Un ensayo académico de la mexicana Ainhoa Vásquez Mejías, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte señalaba que “crímenes, disparos, golpes, violencia son algunos de los elementos que han caracterizado a este popular formato televisivo, denominado teleserie policial, que comenzó a principios de los años sesenta en Estados Unidos y se expandió por todo el mundo. Ningún país de Latinoamérica quedó indiferente a esta avalancha de humanidad y justicia, por parte de osados y bondadosos agentes policiales, mezclada con acciones nefastas y sangrientas, perpetradas por malvados ladrones, asesinos, delincuentes comunes u organizaciones criminales”. A España también llegó el formato con Narcos o Fariña como punta de lanza y ahora mismo en nuestra tierra se rueda una miniserie que narra las aventuras (y desventuras) de los tres tripulantes del primer narcosubmarino transoceánico que cruzó el Atlántico cargado de coca.

Todo muy televisivo. Lo que ya no es tanta ficción es el complicado trabajo de hombres y mujeres, de los equipos antidroga, que las 24 horas y los 365 días del año se encargan de luchar contra esta terrible lacra. Ellos no protagonizan series sino la vida misma. Son muchos pero pocas veces salen a la luz pública en una profesión en la que el anonimato es básico. Uno de esos perfectos desconocidos en un puesto clave es gallego, de Lalín, Se llama Alberto Areán Varela, miembro de la Guardia Civil que fue fichado por la Oficina de lucha contra las Drogas y el Crimen de la ONU para coordinar desde el Caribe el programa Global de Contenedores que –no lo olvidemos– se está convirtiendo en el principal medio de transporte de la cocaína desde Sudamérica a Europa.

La tarea que afronta este experto agente no es fácil ya que debe combatir un sistema corrupto que está instalado, cual tela de araña, en los puertos caribeños. Pero no duden de que Alberto Areán está capacitado para hacerlo. Su intachable hoja de servicios luchando contra el tráfico de drogas y crimen organizado le avalan. Quizás se desconozca que los mayores golpes contra esos criminales en Ibiza y Formentera, donde se instalan algunos de los grandes mafiosos europeos, se los propinó el equipo EDOA de la Guardia Civil capitaneado por este gallego de Lalín aunque nacido en Holanda, donde estaban emigrados sus padres. Los malos tienen un motivo más para preocuparse. J.A.PÉREZ