Puesto fuera de clase, como un colegial rebelde
Diputado del BNG en el Congreso
Cuando no es por negarse a jurar la Constitución (como les pasó a sus tres primeros diputados autonómicos en 1981) o provocar altercados en los escaños de O Hórreo (el zapatazo de Beiras), es por hablar en gallego en el Parlamento nacional. Lo cierto es que la historia de los diputados del BNG es la película de ser cíclicamente expulsados de las Cámaras legislativas. Ayer le tocó el turno a Néstor Rego, que pese a las advertencias del diputado que dirigía la sesión, se empeñó en no utilizar el castellano y fue apremiado formalmente a abandonar el hemiciclo. El actual representante del nacionalismo gallego en Cortes ya tiene su pequeño acto de heroicidad que le otorgará mayor pedigrí ante los suyos, mientras sus votantes se quedaron momentáneamente sin su diputado. Las lenguas periféricas, si un día entran en el Congreso, nunca lo harán con calzador. A. a.