Siempre en el lugar justo para conseguir la mejor foto... y antes que nadie

Si a Emilio Lavandeira Jr. le preguntas de dónde le viene la pasión por la fotografía te dirá que lo lleva en la sangre en alusión a su padre, fotoperiodista de raza que, sin duda, le inculcó no solo eso sino también la profesionalidad y ese instinto para situarse en el lugar oportuno desde el que conseguir la instantánea perfecta. Este Emilio era muy joven cuando en la Agencia EFE decidieron enviarlo a cubrir los Juegos Olímpicos; es decir, lo situaron entre los mejores fotógrafos del mundo, la crème de la crème, y a todos sorprendió aquel pipiolo compostelano que en vez de un ojo parecía tener un objetivo y no solo se les adelantaba sino que aportaba la mejor foto. Y ahí sigue. Ahora desde Tokio. j. a.p.