Raxoi pide elevar de rango la comisaría para poder enfrentar cualquier desafío

Tras conocer esta semana la noticia de que el aeropuerto de Lavacolla dependerá del equipo de Policía Aérea radicado en A Coruña, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, lamenta que la terminal de Rosalía de Castro carezca de este servicio, a pesar de tratarse de la instalación que registra mayor actividad tanto en tráfico de pasajeros como en transporte de mercancías de las tres que hay en la comunidad gallega.

En este contexto, el regidor compostelano indica que esta decisión, que el Ministerio del Interior dio a conocer el pasado martes, se debe principalmente a que Compostela depende de las jefaturas provincial de A Coruña y superior de Galicia, ambas con sede en la ciudad herculina.

Esto condiciona a la capital gallega, explica el primer edil, a la hora de contar con servicio como el de la Policía Aérea o también con un grupo de la Unidad de Intervención Policial, los conocidos antidisturbios, efectivos que deben trasladarse a Santiago desde A Coruña o Vigo cada vez que son requeridos para un servicio.

“Nosotros siempre hemos defendido que la Comisaría de Santiago debe tener la categoría de las de capital de provincia para disponer de estos servicios”, declara Sánchez Bugallo, antes de recordar que para albergarlos “la Comisaría que tenemos en Santiago se queda pequeña”.

Al respecto, quiere recordar que en su día se planteó la construcción de unas dependencias muchos más amplias para el Cuerpo Nacional de Policía, pero que estos suponía llevar las instalaciones a un punto fuera del centro de la ciudad, “lo que generó un rechazo por parte de muchos vecinos del casco histórico, que no querían que la Comisaría se alejara del centro”, y lo cual también supondría “desaprovechar los siete millones de euros que se invirtieron en la renovación del edificio de Rodrigo de Padrón”.

Con esto, el alcalde incide en su reivindicación de que la Comisaría suba de categoría para que Santiago “cuente con servicios tan necesarios como la unidad de antidisturbios o también la Policía Aérea”, dada su condición de capital de Galicia y también al contar con el principal aeropuerto de la comunidad, con casi tres millones de pasajeros al año, antes del COVID.

SINDICATO. Pero no solo el primer edil subraya estas demandas, a las que también se suma el Sindicato Unificado de Policía (SUP). En declaraciones a este periódico, su representante en la ciudad Abel Lobato también lamenta que el aeropuerto de Rosalía de Castro se haya quedado si el servicio especializado de Policía Aérea y que Compostela siga sin disponer de un grupo de la Unidad de Intervención Policial. “Llevamos muchos tiempo reclamando para Santiago el quinto grupo que se dispuso en Galicia, sobre todo con vistas a este Año Santo que finalmente será un bienio jacobeo”, manifiesta Lobato, quien apunta que “en cuanto se levanten las restricciones autonómicas, nacionales e internacionales y empiecen a llegar turistas y peregrinos será necesario trasladar inmediatamente a la ciudad la UIP”. Así, sostiene que si la situación sanitaria mejora y permite la circulación de personas “lo más probable es que la UIP tenga que permanecer desplazada en la capital de Galicia desde este mes de junio hasta finales de 2022”.

Que la ciudad del Apóstol cuenta con antidisturbios es una vieja reivindicación que se justifica en base a la actividad extraordinaria que registra por su condición de capital de la autonomía y como meta de un Camino que atrae a miles de personas.

Control de drones

La Policía Aérea es una unidad especializada del CNP que se encarga de controlar operaciones programadas por las distintas compañías aéreas, así como de la coordinación de las distintas gestoras de espacio aéreo y diversas organizaciones. Además, tiene como objetivo investigar todos aquellos avistamientos de aeronaves no tripuladas en su demarcación policial.