La artista de Santiago pionera en el Liceu de Barcelona: Marta Pazos

En 175 años, habrá por segunda vez una ópera compuesta por una mujer y a diferencia de la primera (1974), tendrá además dirección femenina, la de ella.

Cinco vistas de Marta Pazos, actriz, directora de escena, dramaturga y cofundadora de la compañía gallega de teatro Voadora. VANESSA RÁBADE

Cinco vistas de Marta Pazos, actriz, directora de escena, dramaturga y cofundadora de la compañía gallega de teatro Voadora. VANESSA RÁBADE / XABIER SANMARTÍN

A Marta Pazos le duele no haber estado el pasado fin de semana en esa Compostela donde reside porque llegó al Auditorio de Galicia Safo, su obra a medias con Christina Rosenvinge y María Folguera inspirada en textos de la citada poeta griega pero ni siquiera ella, de quien se piropea su gran capacidad de trabajo, logra estar en dos lugares a la vez.

“Me dio pena porque Safo supuso mi estreno en lugares tan importante como el Teatro Romano de Mérida”, explica en charla telefónica con EL CORREO.

Natural de Pontevedra y vecina de la almendra de Santiago, Marta Pazos vive el mejor momento de su vida profesional. “Ahora mismo digo a más cosas No que... Sí”, confirma al entregar de vuelta esa frase que le suelta un vecino suyo a modo de felicitación.

El 18 de marzo, la sala principal del Liceu de Barcelona (hoy con aforo de 2.300 personas), albergará por segunda vez en su historia una ópera dirigida por una mujer con el estreno de Alexina B, una composición de Raquel García-Tomás con la dirección escénica de Marta Pazos.

A diferencia de 1974, hace ahora 49 febreros, aquella Vinatea, compuesta por la pionera Matilde Salvador, en Alexina B, habrá también una mujer como directora: Marta.

Ella y Raquel son dos mujeres con sintonía al alza.

“Conocí a Raquel en 2017 porque dirigí su primera ópera, una producción del Teatro Real, Je suis narcissiste, con la que ganó el premio Nacional de Música y fue nominada a los Oscar de la ópera, los International Opera Awards como Mejor Premiere Mundial. Nos encantó esa experiencia y ahí me dijo: tengo una nueva ópera en la cabeza y quiero que la dirijas tú. Y en enero de 2020 nos reunimos en Barcelona con Irene Giraud, la letrista de Alexina B, que nos presentó esta historia real de una persona intersex del siglo XIX que escribe un diario con sus experiencias y al final se suicida en París. Luego, Michel Foucault (1926-1984) se encuentra esta historia y genera un pensamiento importante alrededor del tema y decidimos hacer esta ópera que recoge una visión sobre lo que ella escribe en ese diario, sobre su biografía. Es un proyecto muy importante porque es la segunda vez en 175 años del Liceu en que una mujer, una compositora, estrena en la sala grande y es una de las casas de ópera más importantes del mundo”.

Pioneras a ese nivel, Raquel y Marta, Marta y Raquel, trabajan sin reloj para el estreno absoluto del día 18 de marzo. Su anterior trabajo conjunto tuvo alma de comedia, de ópera bufa, un material que, desde fuera, puede parecer más maleable que Alexina B pero Marta Pazos, “tauro y de 1976 como mi amigo Diego Anido”, revela... sale al paso y matiza.

“A la hora de escoger un proyecto, lo hago en base a la conexión que tenga, sea emocional, política o de una corriente de pensamiento que a mí me interpele. A veces acontece en el drama y otras en la comedia. A veces la dificultad es de tipo técnico debido a la apuesta plástica que has hecho, otras veces por la vida misma, que también se mete en el medio de las producciones pero no conecto la dificultad con lo formal”, apostilla antes de recordar su inicio artístico en la capital gallega junto a colegas de profesión como el citado actor compostelano.

“Diego y yo nos encontramos en Santiago en 1999 y desde entonces nos hemos cruzado muchas veces en nuestros caminos. Ambos somos personas con mucha capacidad de trabajo y con mucho amor por el oficio y por el proceso, porque no tienes que llegar a ningún lugar, el premio en este oficio es desarrollarte como artista y no tener prisa. Yo creo que ese es el quid”.

Dramaturga y escenógrafa con formación en Barcelona, admite que su labor en la capital catalana tiene un plus de emotividad.

“Es muy especial estar aquí; la primera vez que vine a Barcelona estaban reconstruyendo el teatro porque se había quemado, fui con mi madre, acompañándola a un congreso, y el taxista que nos llevaba desde el aeropuerto nos dejó en la puerta del Liceu y ahora, muchos años después, estoy trabajando aquí y es un sueño. Es una casa maravillosa, el equipo es fantástico, es un privilegio estar dirigiendo, te permiten que el trabajo sea también un disfrute y estoy gozando muchísimo. La reacción de mi familia también fue de alegría por la proyección internacional que tiene tu trabajo cuando estás en el Liceu”, concluye quien este mismo año dirigirá además la gala de los premios Ópera XXI en Mallorca (18 de abril) y opta a 5 galardones teatrales Max por Ás oito da tarde cando morren as nais, obra del CDG.