Familiares de una víctima mortal del Alvia: “No pudimos manifestar el dolor”

Se trata de “dos hermanas que vivieron juntas hasta que murió su padre”

Foto de archivo de un homenaje en Angrois, lugar del accidente del alvia que sucedió el 24 de julio de 2013

Foto de archivo de un homenaje en Angrois, lugar del accidente del alvia que sucedió el 24 de julio de 2013 / E.P.

EFE

La incapacidad de manifestar el dolor por lo ocurrido el 24 de julio de 2013 en Santiago, al descarrilar un tren Alvia, con 80 muertes, una de ellas hermana de una superviviente de esa tragedia ferroviaria, ha llenado de dolor la sala en la que este jueves se ha celebrado otra nueva sesión del juicio.

Esta jornada, otra más de la parte civil, ha transcurrido con agilidad entre las comparecencias de peritos, médicos forenses y testigos.

Entre estos últimos han estado familiares de esas dos hermanas, de la fallecida en el siniestro y de la otra, superviviente y llamada hoy a comparecer.

Se trata de “dos hermanas que vivieron juntas hasta que murió su padre”, ha señalado una de las parientes durante su testifical.

Ese vínculo terminó por separarse tras aquel viaje, en el que ambas dejaban atrás Madrid para “veranear” en la ciudad de A Coruña, tal y como ha compartido la víctima que consiguió salir airosa.

La familia tuvo que afrontar el duelo de perder a una de ellas a la vez que se volcaba en “todo” para apoyar a la superviviente teniendo, por ejemplo, que desplazarse con asiduidad desde Madrid a Santiago de Compostela hasta que se produjo el traslado hospitalario.

Sobre este último, la víctima que conservó la vida ha querido destacar como hecho “muy traumático” el de que en sus circunstancias médicas y también psicológicas en aquel entonces se le trasladase durante cinco horas en ambulancia. A su parecer “no era el medio más adecuado” tras lo sucedido en el accidente ferroviario.

A raíz de dicho accidente, la superviviente ha detallado que reside en la ciudad coruñesa porque es “más fácil” en términos de “distancias cortas” y de “coste de vida” en contraposición a los ritmos de la capital que ya no puede permitirse.

No fue la única mudanza que tuvo que realizar, pues incluso dentro de la propia A Coruña las barreras arquitectónicas de la vivienda en la que estaba la obligaron a cambiar de domicilio. Y pasó, por otro lado, a ser una persona dependiente.

Por lo demás, el juicio se ha desarrollado con normalidad y los peritos y médicos forenses han ratificado sus respectivos informes y revisado algunas de las valoraciones médicas que en ellos se establecían.

Son dos los acusados en este caso, el maquinista Francisco José Garzón Amo y el director de seguridad en la circulación de Adif en el momento de la puesta en funcionamiento de la línea entre Ourense y Santiago, Andrés Cortabitarte.

Se les imputan, a uno y a otro, ocho decenas de fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 de lesiones por el mismo motivo, y un delito de daños.

El Ministerio Fiscal solicita para cada uno cuatro años de prisión y demanda la inhabilitación del maquinista para su oficio durante el tiempo de la condena y la del cargo de Adif para cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en este tipo de infraestructuras.

La reclamación total de daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil asciende a 57.686.635,93 euros.