Histórico foro en Santiago al presentarse la Asociación de Luthiers Galegos (Labra)

El colegio mayor San Agustín ha albergado la presentación de Labra, la Asociación de Luthiers Galegos, reunida durante el pasado fin de semana en un histórico foro en dicho centro de Santiago. Durante tres días de debate, aparte de talleres, se hizo una exposición con instrumentos que revelan el trabajo de un sector “que suma 80 talleres profesionales” en Galicia.

La directiva de esta asociación apoyada por Artesanía de Galicia (área de la Xunta) y por el Concello de Santiago, nace formada por César Arias, Tony Esparís, Ana Fariña, Suso Gestal y Francisco Luengo, quien ejerce de presidente y detalla sus objetivos en charla con EL CORREO.

“Es la primera vez que nos presentamos al público. Queremos poner en contacto a toda la gente que trabaja en un sector que es muy importante pero que no tiene la presencia social ni la representatividad que nosotros creemos que merece. Según nuestra estimación, en Galicia hay 80 talleres profesionales, y otros muchos no profesionales, cifras altas respecto a otras comunidades”.

Durante el foro se acercaron al colegio mayor San Agustín profesionales del sector y de áreas cercanas como Roberto Santamarina, profesor de violín del Conservatorio Profesional de Música de Santiago. El foro ha sido el punto de encuentro de artesanía y música, una de las bases de Labra, según su presidente

“Queremos visibilizar nuestro trabajo y expandirlo más allá de Galicia y de España para tratar de avanzar hacia el resto del mundo y demostrar las capacidades que tenemos para la construcción y la venta de instrumentos. Y queremos garantizar un contacto entre los profesionales para avanzar en cuestiones como la colaboración, información y puesta al día de lo que está sucediendo en el mundo”, añade Luengo, presidente de una entidad que arranca formada por “25 personas y 20 entidades colaboradoras”, añade su compañero Pablo Sánchez, luthier de A Coruña, y uno de los impulsores de esta reciente exposición.

“Es una muestra con instrumentos de una decena de constructores, tanto de cuerda frotada como pulsada, de viento y de percusión, con instrumentos que van desde el siglo XII o XIII hasta otros modernos como pueden ser las guitarras eléctricas, por ejemplo”, destaca Pablo antes de recordar cómo llegó a convertirse en luthier.

“Mi camino fue algo raro, a través de la arquitectura, de estudiar luego diseño de muebles y de mezclarlo con la música, porque tocaba la guitarra. Fui formándome tanto en Galicia como con cursos fuera hasta que monté mi propio taller. A nivel formativo, en Galicia está en Vigo la EMAO (Escola Municipal de Artes e Oficios) y las escuelas de las diputaciones de Lugo y Ourense, pero no hay un centro que destaque como el principal. Está todo muy esparcido. Hay que sentar muchas bases y que la Administración se involucre más para que así se puedan homologar títulos”.

Ana Fariña, luthier en Brión y parte de la directiva de Labra, entró en este campo de modo más clásico. “Chego por tocar música, estar en ambientes de música tradicional, clases de piano e por ter amistades en común con César Arias y Francisco Luengo, e tamén porque en Santiago, o proxecto do Pórtico da Gloria, que se fixo nos anos noventa, é algo que sempre estivo presente como un referente que fai que a construcción de instrumentos sexa algo non tan alleo, e dese xeito rematei metida neste mundo”.

“Esta asociación de luthiers é algo que se necesita como gremio para dar visibilidade o traballo, para recoñecer o noso traballo e para facer un pouco piña, traballar xuntos e remar na mesma dirección”, concluye.

La muestra de la Asociación de Luthiers Galegos con motivo de este I Encontro Profesional Galego de Construcción de Instrumentos Musicais reunió a Reberete (Cea, Ourense), que hace instrumentos tradicionales gallegos; Tony Esparís (Brión), viento metal; Marcos Domato (Vigo), constructor de guitarras; José Catoira (A Coruña), cuerda frotada; Pablo Sánchez (A Cor.), guitarras; Suso Gestal (Frades, A Coruña), vientos de madera; César Arias (Padrón), cuerda pulsada histórica; Gonzalo Bayolo (Santiago), cuerda frotada; Francisco Luengo (Brión), cuerda frotada histórica; y Oli Xiráldez (Teo), con trabajos en vientos de madera.