El equipo liderado por la cardióloga del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago Amparo Martínez Monzonís recibirá este lunes el IV Premio Internacional de Investigación en Cardiología, en un acto que tendrá lugar a partir de las 19.30 horas en el Hostal de los Reyes Católicos. Dotado con treinta mil euros, el jurado de este galardón, impulsado por el mecenas y empresario Ramiro Carregal bajo el nombre de Enfermedades valvulares cardíacas Ramiro Carregal, estuvo presidido por el doctor José Ramón González Juanatey, jefe del servicio de Cardiología del CHUS.

Reconoce el proyecto de investigación que durante los próximos dos años intentará averiguar las claves por las que mientras que unos pacientes con insuficiencia tricuspídea mejoran de su patología al ser intervenidos de este tipo de valvulopatía, otros en cambio no observan esa evolución positiva.

Un trabajo en el que, además de la doctora Martínez Monzonís -quien también es presidenta de la Asociación de Imagen Cardiaca de la Sociedad-, participan Ana García Campos, Brais Díaz Fernández, Violeta González Salvado, Sonia Eiras Penas y Ramiro Trillo Nouche.

El Estudio de marcadores pronósticos en la insuficiencia tricuspídea (IT) significativa en la era del tratamiento percutáneo: el papel de las técnicas de imagen cardiaca avanzada y la grasa epicárdica se llevará a cabo en los próximos dos años con doscientes pacientes de Cardiología del Clínico, según explicó la doctora Martínez cuando se hizo pública la concesión de esta distinción.

Una distinción para la que se tuvo cuenta la relevancia que ha adquirido en los últimos años el estudio de esta valvulopatía “olvidada durante mucho tiempo”. La confirmación de que “la insuficiencia tricuspídea significativa no está exenta de una alta morbimortalidad”, los avances en técnicas de imagen cardiaca avanzada que permiten una mejor valoración del mecanismo y gravedad de esta valvulopatía y el desarrollo de técnicas de reparación y reemplazo percutáneo de la válvula tricúspide con una menor morbimortalidad han incrementado el interés por esta dolencia, según se recoge en el acta del jurado.

“Pese a los resultados esperanzadores de los nuevos sistemas percutáneos, un 40 por ciento de los pacientes persiste con insuficiencia tricuspídea menos grave al mes del tratamiento percutáneo y un 67 % en clase funcional II ó III de la New York Heart Association sigue al año”, según indicó el equipo galardonado con el Ramiro Carregal de Investigación en Cardiología.