Ha fallecido a los 46 años Natalia González Pose, conocida por su destacada labor al frente del restaurante compostelano Los Caracoles, situado en la rúa Raíña, una de las arterias de la Zona Monumental de Santiago, donde trabajó durante años siguiendo la senda abierta por sus padres en los años 60. A Natalia le habían detectado un cáncer el año pasado y su delicada situación la llevó a cerrar el local de hostelería, que regentaba con su marido Manuel Ameneiro, el pasado mes de diciembre. Hace apenas unos días, el restaurante reabría sin la reincorporación de Natalia, que fallecía este miércoles a los 46 años de edad.
Muy conocida y querida en la ciudad, a Natalia se le notaba la vocación, que le venía de cuna. Además de sus padres y de su hermano Xermán, fundador de O Celme do Caracol y antiguo miembro de la directiva de Hostelería Compostela, en su familia se cuentan otros reputados hosteleros de Santiago, que gestionan negocios tan conocidos como El Central, el San Jaime o la Sala Riquela.
Natalia tomó las riendas del negocio de sus progenitores de manos de su madre, María Esclavita, y junto a su marido convirtieron Los Caracoles en un referente de la zona vieja compostelana. Allí demostró su pasión por la hospitalidad y la gastronomía, trasladando a sus clientes su amabilidad, calidez y sonrisa, que se convirtieron en el distintivo de su negocio.
El velatorio, instalado en Boisaca, se quedó pequeño ante la numerosa afluencia de personas allegadas, amistades y clientes del bar que quisieron darle el último adiós y trasladar el pésame a la familia. Por expreso deseo suyo, no se han aceptado flores. En su lugar, la familia ha trasladado el deseo de Natalia de que, en su lugar, se haga un donativo a la ciencia para apoyar la investigación contra el cáncer. Sus restos recibieron sepultura en la tarde de este jueves en el cementerio de San Pedro, en Val do Dubra, de donde era originaria.