A día de hoy, pocos símbolos son asociados en todo el mundo al Camino de Santiago como la vieira, la flecha o la Cruz de Santiago. Esta última ha sido investigada por algunas personas, pero ninguna de ellas ha conseguido descubrir hasta la fecha el momento exacto en la que se crea. En cambio, sí se sabe dónde nace, en el seno de la Orden de Santiago, una orden militar surgida en el S. XII, en concreto en el año 1170 -aunque sus estatutos fueron aprobados por el Vaticano en 1175-, con unas finalidades muy concretas: la protección de los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago y la conquista de territorios musulmanes en la Península Ibérica durante la llamada Reconquista, siendo este último su principal cometido.

Origen de la Cruz de Santiago

Tal y como señala a EL CORREO GALLEGO el catedrático de Historia del Arte de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y director de la Cátedra del Camino de Santiago de la USC, Miguel Taín Guzmán, los textos de la Orden de Santiago establecían que los caballeros militares que la conformaban debían tener un origen noble e, incluso, eran sometidos a un expediente de limpieza de sangre para corroborarlo. También tenían que grabar en su pecho una cruz que, con el tiempo, dio origen a la Cruz de Santiago que conocemos hoy en día, un símbolo en forma de espada de color rojo que, según cuentan los impresos antiguos -al menos los pertenecientes a la época del Barroco (S. XVI y S. XVII)-, se debe a la forma en la que perdió la vida el Apóstol Santiago, quien fue decapitado en Jerusalén por la espada de Herodes Agripa.

“La forma de espada alude al martirio de Santiago el Mayor, mientras que el color rojo se vincula a la sangre derramada por el apóstol”, destaca Miguel Taín Guzmán, quien añade que la espada que simboliza la Cruz de Santiago cuenta con varios remates a modo de elemento decorativo, tanto en los laterales como en la zona superior, que derivan de la flor de lis, una figura heráldica asociada a la nobleza y la realeza que representa valores como el honor y el respeto y que fue muy utilizada durante el Barroco.

Reconocimiento del símbolo

Precisamente, como bien cuenta Taín Guzmán, es en esta época cuando la Cruz de Santiago adquiere una gran fuerza y el momento en el que probablemente se creó tal y como la conocemos hoy en día. “Se trata de una cruz con un aspecto muy barroco. Aun así se desconoce el contexto en el que ésta surge y no se sabe con certeza cuándo nace porque nadie ha estudiado con profundidad esta cuestión”, declara.

Curiosamente, esa gran fuerza que coge la Cruz de Santiago se produce en una época en la que la Orden de Santiago ya no cuenta con el protagonismo de antaño. “Ya no hay ningún reino musulmán que conquistar en la Península Ibérica. Por lo tanto, la Orden de Santiago es más simbólica que otra cosa, es casi como un lobby de la nobleza que está ahí, algo honorífico sería la palabra correcta para describirlo. La Cruz de Santiago era durante el Barroco un ascensor social y, como se exigía a todos los miembros de la Orden de Santiago limpieza de sangre, esta se incorporó al escudo nobiliario de numerosas familias vinculadas a la orden a lo largo y ancho de la Península. Por eso existen tantos escudos de casas gallegas y casas españolas con la Cruz de Santiago. Incluso, en el cuadro de Las Meninas, se puede apreciar a Diego Velázquez con la Cruz de Santiago grabada en el pecho, porque se trataba de un símbolo que era considerado un ascensor social”, señala Miguel Taín Guzmán.

Pero la Cruz de Santiago no solo era un símbolo de poder durante los años del Barroco, también se convirtió en un símbolo de defensa de la fe en un momento en el que surge un nuevo enemigo del catolicismo, el Imperio Otomano. “Hay un nuevo enfrentamiento en Europa que se produce contra los otomanos, quienes consiguieron llegar hasta las puertas de Viena, lugar en el que si no llegan a ser derrotados Europa sería muy diferente. De ese enfrentamiento nació el Santiago Caballero que podemos observar en el baldaquino de la Catedral de Santiago, que no Santiago Matamoros como muchos piensan, porque en este momento no se lucha contra los moros sino contra los otomanos”, comenta el catedrático Miguel Taín Guzmán.

Además, la Cruz de Santiago se convirtió entre los siglos XVI y XVII en un símbolo xacobeo que ha llegado hasta nuestros días y que se puede apreciar decorando importantes lugares de la ciudad del Sar como la Torre del Reloj, que se construye a finales del S. XVII, o la Capilla del Pilar, datada de principios del S. XVIII. Una cruz con mucha historia, muy vinculada a Santiago y a la cultura gallega y de la que, por desgracia, aún se desconoce cómo y cuándo surge.