Un nuevo curso acaba de comenzar y una nueva generación de estudiantes de la USC comienza su periodo universitario en otro país europeo. Esta vez son 537 los que estudiarán en el extranjero, 23 más que durante curso pasado. Esto demuestra la desaparición del periodo postpandemia, que aún echaba para atrás la idea de algunos de irse de erasmus al desconocer cómo era la normativa covid en el resto de Europa.
En lo referente al alumnado saliente por titulación, las carreras con mayor representación este curso son Farmacia, Medicina, Filología, Xornalismo, Matemáticas, Derecho y ADE. ¿A dónde van? A Polonia o a Italia, los países que actualmente acogen más estudiantes de la USC en sus univerisades. En concreto, destacan la Universitá degli Studi di Roma la Sapienza, la Universitá di Milano - Bicocca y la Universitá degli studi di Napoli Federico II, en Italia, y la Uniwersytet Gdanski, en Polonia, para este nuevo año.
Los protagonistas
María Vila es una estudiante de Xornalismo que ha apostado por Avignon. Explica que su idea principal era irse a Italia, sin embargo, enfrentarse a la dificultad de encontrarse con un idioma nuevo, ya que nunca lo había estudiado, hizo que se decantase por el francés, que ya conocía con anterioridad. “Además, a nivel personal, como mi hermana vive en Bélgica y yo no tenía ese país como opción, marcharme a Avignon significaba estar más cerca de ella”.
La alumna de comunicación rellenó el formulario de preinscripción colocando ciudades de Francia y Polonia como principales opciones, seguidas de Turquía: “La cultura francesa siempre me gustó mucho. El arte, la arquitectura y el clima, que es parecido al nuestro, hacían que me llamase más esa opción. Polonia es el destino de erasmus por antonomasia, pero me tira un poco para atrás el frío y la diferencia de vida respecto a nosotros. Turquía me parecía súper exótico, pero iba a estar muy lejos de casa y también me da un poco de reparo”.
A María, como a mucha otra gente, le tocó irse a la ciudad que no había pedido como primera: “Mi elección fue un poco de rebote porque mi primera opción era Rennes, pero lo escogieron dos chicas antes que yo, así que solo me quedaba irme a Avignon. No me disgustaba para nada, pero en Rennes ya me había informado más acerca de la universidad y del sitio en general”. Ella también se enfrentó este año a la decisión de optar por una ciudad grande o mantener su vida en una más pequeña como la capital gallega: “Si vas a París, por ejemplo, con lo grande que es tardas mucho más en conocerla y ubicarte, en cambio con lugares como Santiago o Avignon es mucho más fácil moverte con total libertad. También la zona de la Costa Azul es preciosa y está muy cerca de España, Italia, Suiza o Mónaco”.
Sabela Rial, por su parte, estudia tercero de Veterinaria en Lugo y este año se mudará a Wroclaw (Breslavia), Polonia. También escogió su destino por descarte: “Cuando estaba en primero de carrera ya tenía la idea de que me quería ir de erasmus. Quería ir a una universidad que tuviese algún tipo de especialización en la rama equina. Estuve mirando para ir a Francia, Alemania o Bruselas. No tenía título de alemán, así que opté por un destino en francés, pero me resultó imposible acordar un convenio, por lo que tampoco me valía”.
Esta compostelana preguntó a sus compañeras sobre qué destino elegir y le recomendaron Polonia, donde, dicen, es más fácil superar las asignaturas a diferencia de otras universidades europeas. “Ya que no iba a conseguir estudiar la rama que quería en concreto opté por ir a un destino que me pusiese las cosas más fáciles a la hora de aprobar las asignaturas más complicadas de mi carrera, mientras aprendía la cultura de allí”. Sabela destaca la importancia de tener una buena nota para poder ir de Erasmus: “Polonia fue mi primera opción, con mi nota pude elegir el primer destino que había pedido”.
En el proceso de selección, las universidades priorizan el expediente académico y el nivel del idioma requerido en los diferentes destinos seleccionados. La compostelana afirma que no consultó mucha información de la ciudad, prefiere llegar al sitio nuevo e ir conociéndolo poco a poco. Además, explica que sus compañeras de la carrera, que ya vivieron la experiencia, le han dado una serie de consejos para ir adaptándose poco a poco, aunque ella dice que “realmente no estoy asumiendo que me voy a ir de Erasmus, aunque me vaya dentro de un mes”.
Ángel Méndez estudia Matemáticas y ya está instalado en París para afrontar su diferente año en el extranjero. Decidió irse de Erasmus a raíz de hablar con gente que ya lo había hecho antes y por todas las cosas positivas que le contaron de la experiencia: “La oportunidad de vivir cosas nuevas, encontrar gente diferente de todo el mundo, viajar, aprender otro idioma y disfrutar de la fiesta también”.
Estudiará su tercer curso en la Universidad de París, también conocida como la Sorbona. Afirma que es una de las más reconocidas que existen a nivel europeo, por lo menos en la rama científica, y le llamó la atención: “Tuve la oportunidad de visitar París después de hacer la preinscripción y la verdad es que me encantó. Me parece una ciudad muy buena para vivir, algo cara, pero con las becas y ayudas que recibimos los estudiantes de Erasmus se hace más asequible”.
En su caso, la capital gala fue su primera opción. Debido a su expediente académico pudo elegir de los primeros y así consiguió su destino soñado: “Todas los lugares que marqué estaban en Francia. Aparte de salir de fiesta y conocer gente nueva, como suele decir todo el mundo, para mí era muy importante también aprender mucho más del idioma. Hay tiempo para todo”.
Ángel también aprecia que hay unos destinos que a nivel general son más deseados. Coincide con sus compañeras de erasmus en que países como Polonia o Italia tienen mucha demanda: “En general, los sitios de Europa del Este son más baratos y es donde parece que puedes viajar con más facilidad y llevar mejor las asignaturas de la universidad”.