La plantilla y el equipo técnico del Obradoiro aterrizaron el domingo en Antalya (Turquía), donde hoy a las 20.30 (hora española) les espera el conjunto macedonio Mornar Bar. Es el primero de los tres partidos que tendrán que superar los de Moncho Fernández para conseguir su plaza en la Basketball Champions League (BCL). ¿Cómo es esta ciudad turca?

Antalya es la capital de la provincia homónima, ubicada al suroeste del país. Es una población muy antigua, ya que fue fundada en el siglo I a.C. por Átalo II, rey de Pérgamo, quien estaba buscando un lugar que pareciera "el cielo en la Tierra". Quizás acertó, porque la zona se conoce hoy en día como 'La Riviera turca' y se ha convertido en un importante destino turístico. En ella viven algo más de 1.200.000 personas y goza de temperaturas cálidas y buen clima, con apenas 78 días de lluvia al año.

Más allá estos datos 'en frío', ¿cómo es esta ciudad a pie de calle? Nuestro compañero André Couce (@ancovi97), redactor de deportes, está allí como enviado especial para cubrir los encuentros de la escuadra blanquiazul. Como buen periodista, es curioso, observador y le gusta contar lo que ve. Estas son sus primeras impresiones a pie de calle. 

Gatos MUY bienvenidos

Lo primero que llama la atención de nuestro compañero es la cantidad de gatos callejeros que hay en la ciudad. Como en otros lugares del país, especialmente en Estambul (donde el 'censo gatuno' está en torno a los 150.000 animales), la presencia de los mininos es una constante también en las calles de Antalya. La población local, lejos de considerarlos un problema o una molestia, se encarga de darles una vida lo más digna posible: les llevan comida, cuidan sus heridas de guerra y achaques, les construyen refugios... Existe la creencia popular de que quien le hace daño a un gato, deberá expiar su culpa construyendo una mezquita. Tal es la locura de los turcos con los gatos que incluso tienen su propio documental, el multipremiado 'Kedi' (Ceyda Torun, 2016).

Así lo ha contado nuestro compañero:

Una posible explicación para que Turquía sea un paraíso para los bigotudos es el hecho de su condición de puente entre Oriente y Occidente, y su estrecha relación con el comercio marítimo. Y donde hay barcos, hay gatos, ya que viajaban a bordo para ejercer como 'maestros cazadores' y evitar que los roedores e insectos acabaran con la carga antes de llegar a puerto.

Edificios enteros de empresas y comercios

Segundo choque cultural para André: si aquí los comercios están casi en exclusiva en las plantas bajas o, como mucho, a la primera planta, no es así en Antalya. Al igual que a nuestro compañero, nos sorprende esta sobreocupación, que se nota especialmente en Muratpasa, el equivalente a nuestra Zona Vieja. También como en Santiago de Compostela, es un barrio dedicado casi en exclusiva a la actividad turística. Así la describe esta zona Ignacio Nieto Carvajal, CEO de Companio.io (una empresa que ayuda a pequeños negocios a expandirse a nivel global), en una publicación en su blog titulada 'Guía para nómadas digitales en Antalya':  "La zona vieja es la versión turca de Disneyland, diseñada para turistas y repleta de hoteles, restaurantes y pubs".

Ciudad 'futbolera'

Pese a que estos días Antalya es la capital del baloncesto (al menos, en lo que a la afición del Obradoiro se refiere), la realidad es que la gente parece más propensa al fútbol e incluso tienen un equipo en la Primera División de la Liga turca: el Antalyaspor Kulübü.

Nuestro redactor de deportes se topó con toda una terraza decorada con el rojo y blanco del equipo.

La vida en la calle

Como en todos los países que miran al Mediterráneo, en Antalya la calle siempre bulle de actividad. El clima benigno invita a pasear, a reunirse en las plazas o en la playa. André tuvo la suerte de encontrarse con uno de esos momentos en que la música de unos artistas callejeros le puso banda sonora a esta estampa tan vacacional.

Música callejera y ambiente vacacional en Antalya

Música callejera y ambiente vacacional en Antalya

¿Conoces Antalya? Si has estado allí, cuéntanos otras cosas que te han parecido curiosas.