Continúa en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, el juicio contra cinco exdirectivos de la Asociación de Hostelería y dos empresarios por una supuesta trama de falsificación de facturas para hacerse con fondos públicos de la Deputación de A Coruña. Ayer compareció en calidad de testigo ante el Tribunal que preside el magistrado Ángel Pantín el exdirectivo José Antonio Liñares Bar, que fue presidente de la sección de Hospedaje en una etapa anterior a los acusados. Al igual que indicaron en la sesión de este lunes los propios exdirectivos, el testigo aseguró que los presidentes hacían en la asociación un papel de “representación” y “no se metían” en el trabajo que realizaban los empleados. “Ningún miembro de la junta directiva tomaba decisiones sobre empresas a contratar, organización o proyectos”, señaló, para luego añadir que las cuentas “se presentaban cada ejercicio y todo parecía normal”.
Preguntado por el nivel de control que ejercían los presidentes, sostuvo que “se suponía que había honestidad”. “Si dijese que no miraba las facturas, mentiría, pero si dijese que miraba las facturas una a una y las comprobaba, también estaría mintiendo”, remarcó.
En la segunda sesión del juicio también compareció Santiago López Regueiro, el auditor de las cuentas en el momento que se produjeron los hechos que se juzgan, entre 2011 y 2015. El técnico aseguró ante la Audiencia que no detectó la existencia de facturas falsas aún a pesar de que los libros de cuentas reflejaban la salida de los importes de las facturas falsas a las empresas que las realizaron y, poco después, un reingreso desde estas empresas por el mismo importe. Justificó estos movimientos con el hecho de que “podría haber sido una anulación de la factura”, a la vez que manifestó que no detectó los documentos falsos ni pidió más explicaciones al contable al respecto.
Además, el testigo también explicó que a la hora de presentar las cuentas y su auditoría no se evidenció esta situación, al tiempo que reconoció que “no se va factura por factura”, sino que se dio una explicación global de las cuentas. Por otro lado, quiso dejar claro que en su trabajo no intervino el que entonces era gerente de la entidad, Andrés Condide Viaño, que reconoció en su declaración de este martes el uso de facturas falsas, y que los informes que emitió eran “limpios”. También admitió que, sobre todo al final de su desempeño profesional, la relación entre los directivos era mala: “Yo creo que había una lucha de poder ahí”, afirmó.
Los implicados son José Manuel Otero Romar, que fue presidente de la sección de Hospedaje, Jesús Sordo García, máximo responsable del área de Restauración; los extesoreros Ramón Carril Rial y Manuel Paz Paz; y el exgerente de la asociación, Andrés Condide Viaño, que están siendo juzgados con los responsables de las empresas acusadas de emitir las facturas falsas.
Por la Sala también pasaron ayer en calidad de testigos varios empleados destacados de la asociación, entre ellos, Emilio Ello, encargado de la contabilidad; y Javier Sexto, que aseguró que sólo llevaba la contabilidad de los asociados pero no de la asociación. También declararon Jesús Peón Otero, exdirectivo; e Isaac Curros. Otro testigo convocado envió un parte médico para justificar su ausencia.
Como curiosidad, los miembros de la Sala cortaron ayer en varias ocasiones a los letrados que ejercen la defensa de José Manuel Otero Romar y Ramón Carril, sobre todo cuando hacían alusión a cuestiones o realizaban preguntas que no estaban relacionadas con los hechos que se juzgan. En este contexto, el Tribunal indicó a los abogados que el juzgado de guardia estaba a su disposición para denunciar cualquier otra presunta irregularidad que se encuentre fuera del procedimiento que se está desarrollando.
Hoy se continuará con la declaración de testigos. Concretamente, comparecerán 14 personas a petición de la defensa de José Manuel Otero Romar, una de ellas compartida con Ramón Carril. Entre los declarantes figura el actual presidente de la Asociación de Hostelería Compostela, Thor Rodríguez. Por otro lado, el Tribunal tendrá que decidir sobre si la semana que viene se celebra un careo entre los peritos que participarán en juicio. Si se produce este careo, la Sala tendrá que reorganizar la convocatoria de los peritos para que presten declaración en la misma sesión del juicio, que finalizará la semana próxima.