Los nuevos estatutos de Cáritas Diocesana de Santiago pretenden dar respuesta de forma ágil a las nuevas pobrezas

Los nuevos estatutos de Cáritas Diocesana de Santiago, con los que la Iglesia pretende dar respuesta a las nuevas pobrezas que surgen, incluyen la constitución de nuevas comisiones que, en palabras del arzobispo compostelano, monseñor Francisco José Prieto, busca “ser más operativa en el funcionamiento interno” y que las asambleas sean realmente representativas del entramado de Cáritas Diocesana. 

En un acto el palacio arzobispal que contó con la presencia de buena parte de los representantes de esta entidad, monseñor Prieto explicó que esas nuevas comisiones recién creadas están llamadas a complementar la acción de la base de Cáritas de una forma más operativa “en cuanto a los temas laborales, los recursos humanos, esas nuevas realidades a las que Cáritas debe responder desde la actualidad de una institución que quiere estar en el siglo XXI sin perder de vista su objetivo”. Algo para lo que aseguró que se requiere “formación, en muchos ámbitos hay que profesionalizar, pero sin perder de vista que Cáritas es fundamentalmente un voluntariado y, por tanto, una expresión de una acción sociocaritativa que compromete desde la base de las comunidades parroquiales”.

Elementos de innovación operativos

Se trata de dotarle de unos cauces adecuados para responder de manera eficaz con “estos elementos de innovación operativos”, siempre teniendo en cuenta que “lo más importante son las personas, los trabajadores y voluntarios, quienes acuden a ella, siempre con la persona en el centro de la acción”.

Los nuevos estatutos están conformados por 63 artículos y XI capítulos, y son el resultado de un largo proceso de elaboración por parte de unos equipos a los que tanto el arzobispo de Santiago como la directora de la entidad, Pilar Farjas, quisieron expresamente dar las gracias por su esfuerzo.

Una de las pretensiones de este nuevo texto ha sido la de simplificar las actividades, el voluntariado y el trabajo, poniendo el acento en principios fundamentales como la identidad, la misión y el compromiso con la acción caritativa y pastoral en el ámbito diocesano, además de aludir a la solidaridad, independencia, transparencia y rendición de cuentas, o la sostenibilidad social, económica y medioambiental. 

Tras recordar que en 1965 el cardenal Fernando Quiroga Palacios impulsó de forma oficial Cáritas Diocesana de Santiago con la misión de “servir a la acción caritativa y social de la Iglesia, promoviendo, coordinando e instrumentando la comunicación cristiana de bienes entre todas las comunidades eclesiales”, monseñor Prieto indicó que en 1987 monseñor Antonio María Rouco Varela firmó el decreto de aprobación de los estatutos, renovados en 2007 por monseñor Julián Barrio y ahora por el actual obispo de Santiago. 

Piso de acogida para mayores

Enmarcó esta renovación en la necesidad de responder a nuevas realidades y pobrezas que hay que atender, y puso el acento en lo que calificó como “el grave problema de la vivienda”, avanzando que “precisamente hoy Cáritas Interparroquial de A Coruña ha abierto un piso de acogida para mayores".

Consideró también que en la acción que llevan a cabo están teniendo problemas con la precariedad laboral porque “hay una gran oferta, pero sigue faltando quizás esa dignidad suficiente en el trabajo”, e indicó que “una de las realidades que asoma como nueva forma de pobreza es la soledad”.

Monseñor Prieto explicó que “estamos detectando que una de las pobrezas mayores es que las personas puede que dispongan de condiciones materiales suficientes para una vida digna conforme a lo que es la justicia, pero la soledad les está afectando en el mundo rural y el urbano, con consecuencias que derivan después en una pobreza en el ámbito anímico”.

Insistió en que es ahí donde Cáritas está tratando de acercarse o de llegar, además de tener en cuenta que “la pobreza en su realidad material está ahí y hay que seguir respondiendo ante ella”.

Reconoció asimismo que “una cuestión como la soledad es muy difícil de detectar, precisamente porque la persona se aísla, se recluye, y debemos ver cómo acercarnos y detectar esa soledad en personas de todas las edades, mayores, pero también adolescentes y jóvenes”.

El arzobispo aboga por promover una convivencia pacífica entre visitantes y residentes

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto, admitió este jueves que había habido alguna toma de contacto no formal con el Concello de Santiago para analizar los flujos de visitantes que se producen en el entorno del Obradoiro. Al ser preguntado por la predisposición del Concello a contactar con la Iglesia para estudiar el tema, subrayó que “lo que he dicho siempre, tanto desde el Arzobispado, y concretamente desde la Catedral, es la necesidad de buscar una respuesta a esta situación, que evidentemente por una parte valoramos lo que supone que Santiago sea la meta del Camino”, algo que calificó como “extraordinario, único”, y aseguró que requiere también un “ejercicio de sentido común para que facilitemos la vida de Santiago de manera cotidiana todo el tiempo”.

Monseñor Prieto se alegró de “ser una ciudad que acoge con hospitalidad al peregrino que llega hasta aquí o al visitante, pero tenemos también que mostrar un respeto a una realidad que existe, y es que más allá del patrimonio arquitectónico, hay un patrimonio humano de quienes viven en la ciudad y tienen una actividad”. Por ello, consideró necesario “que hablemos todos y busquemos la mejor manera de conjugar ambas cosas”.