A favor de los departamentos en la USC: «Coordinan la docencia y la investigación»

La Universidade de Santiago va a renovar sus estatutos. Por el momento ya está listo un borrador del documento que la comunidad universitaria estuvo analizando en las últimas semanas para enviar sugerencias, siendo el primer año que la Universidad lo puso en conocimiento. Una de las cuestiones en las que se ponía el foco era en la existencia o no de departamentos, hasta ahora encargados de gestionar la docencia, ya que la LOSU permite que las universidades decidan en qué entidades se van a estructurar. Una opción es que fueran sustitutidos por áreas de conocimiento. 

Analizando las 800 enmiendas de la comunidad universitaria, que pueden verse en su página web, se aprecia que en la mayoría el profesorado manifiesta estar en contra de la supresión de los departamentos. 

Actualmente hay cuatro coordinadores de directores de Departamento que representan a sus compañeros en el Consello de Goberno. «Decidimos juntarlos a todos para conocer cuál era su opinión sobre la propuesta», comenta en conversación con EL CORREO GALLEGO Ángel Luis Fernández González, uno de los coordinadores, en concreto del departamento de Cirugías y especialidades medioquirúrgicos en la Facultad de Medicina de la USC y además especialista del servicio de Cirugía Cardiaca del CHUS.

Fernández González especifica que los departamentos en la USC son muy diferentes entre sí. Hay algunos en los que el profesorado imparte solo asignaturas en una titulación, mientras que en otros puedes hacerlos en varias titulaciones e incluso en varias facultades y en los dos campus. También hay algunos que aglutinan una única área mientras que otros están integrados por varias.

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Todos los departamentos, con independencia de pertenecer a ciencias, humanidades, ciencias sociales u otra área de conocimiento, opinaron de forma unánime que era «positivo» que se mantuvieran los departamentos. «Desde aquella reunión nos centramos en las bondades qué aportan tras ir ganando protagonismo en la docencia universitaria allá por la Ley de Reforma Universitaria del año 1984», destaca, siendo un año en el que los departamentos entraron en la organización universitaria.

En primer lugar consideran que ejercen una capacidad de representación, del personal docente e investigador, personal de administración y servicios y estudiantado. «Además representa a las distintas áreas en el Consello de Goberno, un aspecto muy importante», señala el docente.

En segundo lugar, indica, los departamentos tienen la función de organizar la docencia. «El departamento decide qué profesorado va a dar una materia, organiza el temario y los recursos humanos de cada área de conocimiento para que vayan a dar clase a las distintas titulaciones y a los distintos centros que hay en la universidad», cuenta.

A mayores también ven que un departamento toma decisiones como la creación de un plan de estudios o la solicitud de una plaza de profesorado. «Tiene características de órgano de la administración. Las decisiones se toman democráticamente por votación de los representados en el departamento, y hay un director que se encarga de ejecutar los acuerdos y un secretario que toma y levanta acta de los acuerdos», manifiesta.

Los departamentos también tienen una función de interlocutores. Esto significa que ante un problema con el profesorado, con la organización docente o con las materias, el departamento «interrelaciona directamente con los órganos de gobierno, con los vicerrectorados». 

Por último, Fernández González recuerda que los departamentos además de encargarse de la docencia tendrían que realizar su labor de coordinar la actividad investigadora, «especialmente para los profesores que no están adscritos a un centro de investigación o grupo de investigación». De esta manera, señala, un departamento puede «darle cobertura a lo que hace». 

Borrador definitivo en febrero

Desde la USCindican que aguardan tener un nuevo borrador «no que estean incorporadas as emendas que se negocien/acorden para principios de febreiro». El siguiente paso será llevarlo al Consello de Goberno para, en último lugar, aprobar el documento en el Claustro.