Lluvia extrema en Santiago: ¿un efecto del cambio climático?

El episodio de intensas lluvias vivido en las primeras horas de la mañana del miércoles en Santiago es poco habitual en términos estadísticos, pero no se trata de un hecho ni mucho menos extraordinario, ni cabe esperar que no vuelva a producirse pronto. Esas son algunas de las conclusiones a las que llegan los expertos tras un fenómeno denominado línea de turbonada en el que llegaron a registrarse 31 litros por metro cuadrado en solo media hora, desde las 07.40 horas a las 08.10 horas; y 11,5 se recogieron en apenas diez minutos, entre las 07.50 y las 08.00 horas.

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«Non é algo habitual, pero ninguén nos salva de que aconteza de novo mañá», explica en conversación con este diario el coordinador científico del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la USC, José Ángel Docobo. En Santiago se produjo un episodio similar el pasado 18 de octubre de 2023, cuando se midieron 30 litros por metro cuadrado en 30 minutos. Un fenómeno tan intenso en tan poco tiempo «estadísticamente ocorre cada dez anos», apunta Docobo, pero en la capital gallega se han vivido dos en apenas 15 meses, con lo que también señala que «ninguén nos libra de que volva suceder pronto».

No es habitual

Desde Meteogalicia, el meteorólogo Juan Taboada añade que «isto non ten unha regularidade, dous anos seguidos é un evento estatísticamente que non é moi habitual, pero pode suceder». Los datos recogidos por Meteogalicia revelan que el miércoles las lluvias de carácter torrencial estuvieron acompañadas por una racha de viento que superó los 103 kilómetros por hora y un descenso de las temperaturas de casi 3 grados en 20 minutos.

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En cuanto a la capacidad de situar cuándo ocurrirá un nuevo aguacero de estas dimensiones, Docobo remarca la dificultad de hacer un pronóstico fiable a largo plazo, más allá de un periodo de seis a nueve días. «Non podemos predicir, por exemplo, se este vai ser un inverno máis chuvioso, máis seco ou máis cálido» .

¿Influye el cambio climático?

La influencia del cambio climático en la repetición de fenómenos extremos con más frecuencia también es difícil de determinar y sería necesario realizar estudios, según indica Taboada. «O cambio climático non ten que estar detrás necesariamente do que sucedeu o mércores ou do que sucedeu no 2023, pero si que unha das previsións xenéricas co cambio climático é que os fenómenos extremos poidan aumentar a súa frecuencia. Entón, este fenómeno extremo pode volverse máis frecuente, pero non é unha conclusión definitiva, nin moito menos».

«La meteorología será cada vez más agresiva y hay que estar preparados»

A la hora de clasificar lo sucedido, Taboada subraya que «non podemos dicir se no ranking de chuvias dezminutais está entre as máximas» porque se dispone de amplios registros diarios, pero no tantos en periodos tan cortos. La razón es que «antes as estacións eran manuais e había que ir medir unha vez ao día, as estacións automáticas poden ter uns 20 anos». Por ello, sostiene que «a valoración agora mesmo é que efectivamente son chuvias que non se dan habitualmente, e a partir daí habería que facer un estudo un pouco máis repousado».

Parámetros estables

Ante la posibilidad de que a partir de ahora nos veamos abocados a lidiar con menos precipitaciones pero de carácter más intenso, Docobo invita a observar el panorama general y señala que la cantidad de lluvia se ha mantenido estable en su media habitual (1.8o0 l/m2 al año) a lo largo de los últimos años, con un ligero repunte en 2024. «En todo caso estamos dentro da normalidade. Aínda que a media sexa 1.800, hai que considerar unha horquilla de máis ou menos 300 litros por metro cadrado, de maneira que entre 2.000 e 1.500 ao ano, está a normalidade de Santiago», indica.

El verano de 2024 rompe los patrones climatológicos típicos de Santiago

Los datos del observatorio muestran que la diferencia con 2023 fue que en 2024 llovió bastante en los primeros meses del año y no tanto en los tres últimos. Los días de mayor precipitación fueron el 8 de octubre con 101,5 l/m2, y el 8 de febrero también con una cantidad importante, 93,3 l/m2. En total se pasó de los 30 l/m2 en 17 jornadas. Llovió en 193 días de 2024, sin embargo en 17 de ellos no llegó a 0,1 l/m2, lo que se considera inapreciable. Sin contar estos últimos, los 176 restantes se corresponden al 48,2% de los días del año en los que en algún momento hubo precipitación. Esto también es normal en Santiago, que ronda habitualmente el 50%.

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