¿Qué implicaciones tiene para Santiago superar la barrera de los 100.000 habitantes?

Rebasar los 100.000 habitantes es un objetivo que Santiago lleva décadas persiguiendo y que, según el Instituto Galego de Estadística (IGE), acaba de ser conseguido. Los últimos datos del padrón municipal ofrecidos por el organismo autonómico (a 25 de junio de 2024) revelan que la capital gallega cuenta en la actualidad con un total de 100.384 personas inscritas. La cifra supone un repunte de 896 personas incorporadas al censo con respecto al dato con el que terminó el año 2023. No obstante, desde Raxoi apuntan a que “el padrón fluctúa a diario entre altas y bajas”, por lo que el número podría variar ligeramente en los próximos meses.

Población de hecho y de derecho

Esa fluctuación ha mantenido a Santiago rozando los cien mil el último lustro. Si echamos la vista atrás, ya en 1996 el municipio compostelano contaba con más de 93.000 habitantes, por lo que se consideraba un hito asequible llegar al umbral mítico de los 100.000. Sin embargo, el crecimiento ha sido lento y, en algunos momentos, incluso se ha estancado.

Actualmente, la ciudad cuenta con una población de derecho que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 98.687 habitantes. Esa es la cifra oficial, pero un informe encargado por el Consejo Económico y Social señala que Santiago cuenta con una de las poblaciones flotantes más elevadas de España, con 26.000 personas. De sumarse esa cantidad al padrón, la población de hecho de Compostela sería de aproximadamente 126.000 personas.

La población flotante de Santiago es una de las más elevadas de España

La cifra también se supera si consideramos el censo de tarjetas sanitarias del Sergas, actualizadas a enero de 2025, que en Santiago es de 108.172. Es cierto que entre esos pacientes se incluyen los desplazados, que no están censados en la ciudad, pero al número faltaría por sumarle la población que no tiene tarjeta del Sergas, por ejemplo funcionarios de Muface, Mujeju o Isfas.

Un hito simbólico con repercusiones reales

Superar esa barrera de los 100.000 habitantes no solo sería un hito simbólico para Santiago, sino que tendría implicaciones prácticas muy significativas, desde una mayor financiación hasta una mayor influencia política y económica. Reducir la diferencia entre la población real y la empadronada es clave para mantener una red pública de servicios de calidad. El reto ahora es consolidar esta cifra y asegurar que el Instituto Nacional de Estadística (INE) la reconozca oficialmente. De hacerlo, serían varias las implicaciones a nivel económico y político que tendría para la ciudad.

Financiación adicional

Desde 2004 Santiago está considerado como gran concello a efectos de financiación local. Como explica la profesora de Economía Aplicada de la USC, María Cadaval, "Até o 2003, o corte, eran 100.000 habitantes. Cando se aprobou a nova lei, queríase manter ese límite e Santiago, xunto con outras capitais de provincia que tampouco chegaban, presionaron para seren incluídas independentemente dos habitantes. Para estes municipios quedou fixada en 75.000". Es decir, que en cuanto a financiación local, superar esa barrera de los cien mil habitantes no tendría repercusión para Santiago, que "xa participa na PIE, que é a participación dos ingresos do Estado nos tres grandes impostos, que son o IRP, o IVE e os impostos especiais que vén recibindo desde o ano 2004", aclara Cadaval.

Donde ese umbral del censo sí tendría efectos, como apunta la economista experta en federalismo fiscal, es en la concurrencia a los fondos europeos. Y pone el ejemplo de los fondos Edusi incluidos en el programa Europa 2020, la estrategia de la Unión Europea para el crecimiento y el empleo. En su primera convocatoria, los fondos para el desarrollo urbano sostenible e Integrado, la asignación máxima fue de 15 M€ para áreas funcionales mayores de 100.000 habitantes, y de 10 M€ para áreas funcionales mayores de 50.000 y menores de 100.000 habitantes. Esa diferencia de 5 M€ es lo que Santiago podría haber reclamado en caso de pasar el corte.

Otro ingreso adicional, aunque "menor" en palabras de Cadaval, sería el del impuesto de actividades económicas (IAE). "É un imposto municipal, pero que contempla unha exención para as actividades económicas que están por debaixo dun millón de euros, que son case todas menos algunha excepción". En cualquier caso, en este impuesto "O coeficiente de ponderación da cifra de negocio, que é a ferramenta para calcular a cota a ingresar, pasaría de 1,33 a 1,35". Dos décimas que, según Cadaval, non supondrían un impacto significativo.

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Ampliación de la corporación municipal

Superar esta barrera poblacional sí tendría importantes implicaciones electorales. Llegar a los cien mil habitantes llevaría a un cambio en la corporación municipal al aumentar el número de concejales, que pasarían de ser 25 a 27. Esto no solo ampliaría la representación política, sino que también podría facilitar la entrada de formaciones minoritarias en el pleno ya que el coeficiente D’Hondt sería más bajo. Además, la mayoría absoluta pasaría a estar en 14 concejales, lo que haría más difícil que un único partido alcanzara el control del pleno.

Reconocimiento y atractivo empresarial

Oficialmente, Santiago sería considerada una gran ciudad, lo que podría atraer más inversión y proyectos empresariales. Además, tendría una mayor influencia en cuestiones como el diseño de infraestructuras y políticas a nivel regional.

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