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Santiago

Laraño soporta 168 coches más al día por el efecto de las obras en O Milladoiro

Entre octubre y diciembre se ha registrado un repunte de 15.000 vehículos

Un medidor de velocidad ubicado en la parroquia de Laraño, en Santiago

Un medidor de velocidad ubicado en la parroquia de Laraño, en Santiago / Jesús Prieto

Manu López

Manu López

Santiago

Las obras en O Milladoiro están provocando que el tráfico se desvíe por la parroquia compostelana de Laraño para evitar retenciones. La situación ha motivado las protestas de los vecinos por el aumento del número de vehículos que circulan junto a sus casas, y por la velocidad con la que lo hacen. Ahora, los datos recogidos por el Concello de Santiago a través de dispositivos medidores ponen cifras a este incremento y lo establecen en 168,5 vehículos más al día de entrada y 129,9 de salida.

15.000 coches más en tres meses

Según estas mediciones, entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2024 transitaron por las vías de Laraño 144.499 en sentido de entrada, lo que supone 15.302 más que en el mismo periodo de 2023 (un 11,8% más), cuando aún no se habían iniciado los trabajos en O Milladoiro. En sentido salida los registros reflejan que el incremento fue de 11.821 automóviles, un 11,4% más (103.667 en 2023 frente a 115.488 en 2024).

La media diaria ha pasado de 1.419,7 coches en 2023 a 1.587,9 en 2024 en sentido de entrada; y de 1.139,17 a 1.269,09 en sentido salida. Además, la velocidad media que alcanzan los conductores, marcada también por los denominados radares informativos, es de 41,42 km/h de entrada y 46,1 km/h de salida.

Medidas para mejorar la seguridad vial

Los vecinos reclamaron en una manifestación celebrada el domingo medidas de seguridad ante el aumento de tráfico y el exceso de velocidad, como la instalación de aceras o pasos de peatones. En la misma marcha, rechazaron la colocación provisional de los conocidos como cojines berlineses, unas bandas rugosas que contribuyen a reducir la velocidad. Se oponen a ello por considerar que «únicamente sirven para castigar a los vecinos, porque dañan los coches más que otra cosa» y piden pasos de peatones elevados de hormigón.

En este sentido, fuentes de Raxoi recuerdan que efectivamente se ofrecieron los cojines berlineses y no se instalaron por el rechazo vecinal. En cuanto a los pasos elevados, explican que se trata de un proceso «máis lento» por requerir de una obra con la correspondiente tramitación administrativa, además de que «nalgúns puntos ten outro tipo de complexidades técnicas por non haber beirarrúas». En todo caso, el Gobierno local indica que sigue trabajando «na procura das mellores solucións para o conxunto da veciñanza».

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